El BBVA ya ha actualizado varias veces el folleto de la opa al Sabadell que envió a la SEC, el regulador de los mercados en Estados Unidos, el pasado mes de julio. Cada vez que lo hace añade nueva información sobre la operación y en la última ocasión ha advertido de nuevos riesgos. En concreto, el banco que preside Carlos Torres destaca ahora que las condiciones o remedies que le impongan desde la CNMC o desde el gobierno español para poder absorber el banco catalán y que no haya problemas de competencia, pueden impedir que alcancen los beneficios que esperaban con esta opa e incluso las sinergias anunciadas.

La CNMC lleva desde mayo del año pasado estudiando la operación. En una primera fase, que duró hasta noviembre, el organismo que preside Cani Fernández comunicó que habría riesgo de competencia bancaria si salía adelante una fusión entre el BBVA y el Sabadell, así que decidió seguir estudiando esta concentración en una segunda fase que todavía hoy sigue en curso.

En esta segunda fase, el BBVA ha ido negociando con Competencia en privado los remedies que estaría dispuesto a asumir para poder absorber al Sabadell y cerrar cuanto antes la operación. Entre tanto, el ministro de Economía español ha comentado en infinidad de ocasiones, en público, que la operación no se cerrará sin haber pasado antes por sus manos. Carlos Cuerpo, además, se ha mostrado preocupado siempre por el impacto en competencia de esta fusión porque el sector ya está muy concentrado, y ha aclarado que habrá fase tres y pasará por el Consejo de Ministros.

Y de esto es precisamente de lo que advierte ahora el BBVA a los inversores en Estados Unidos. El banco reconoce en el folleto que "su capacidad para materializar plenamente los beneficios y sinergias previstos al completar la opa, podría verse limitada” si la CNMC o el Consejo de Ministros aprueban la operación con compromisos.

"Beneficios y sinergias limitados"

El banco de origen vasco ya había avisado en la anterior modificación del folleto que si la opa sale, pero la fusión prevista no se consuma por cualquier motivo, BBVA considera improbable que logre la totalidad de los ahorros de costes y otras eficiencias operativas, o que logre el crecimiento de ingresos y beneficios que de otro modo sería posible. Ahora también cree estos beneficios no los alcanzará por los remedies que tenga que asumir.

Al respecto, el BBVA incluye como novedad que si la opa sale adelante y la fusión prevista no se consuma, el grupo se convertirá en el accionista mayoritario de Banc Sabadell y sus intereses podrán diferir de los del resto de accionistas, es decir, avisa ya que habrá desencuentros.

La CNMC no permite alegaciones a la opa

El BBVA y el Sabadell esperan que la resolución de la CNMC no tarde en llegar. Entre otras cosas, porque Competencia se comprometió en el inicio de la fase dos a tener en cuenta las alegaciones que cualquiera de los dos bancos o terceros con interés legítimo quieran presentar y finalmente no lo ha hecho. Y es que, hubo 79 entidades que quisieron personarse y presentar dichas alegaciones, pero la CNMC las rechazó todas, aceptando únicamente las del Sabadell y dejando fuera todas las demás.

De manera que su trabajo se ha reducido de manera considerable. A propósito de esto, algunas organizaciones interpusieron recurso contra Competencia por no dejarles participar en esta fase dos y precisamente este miércoles se conoció que la Audiencia Nacional ha admitido a trámite el recurso presentado por la patronal catalana Foment del Treball, lo que podría provocar efecto contagio.

Foment y otras patronales piden también se les consulte en el test de mercado sobre los remedies que BBVA ha presentado. Y es que, a principios de febrero, Competencia envió a los bancos el pliego de concreción de hechos, un documento que recoge los principales problemas de competencia de la operación y que admitía alegaciones por parte de los afectados. Y a final de mes, la entidad que preside Josep Oliu presentó las suyas, desde entonces la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia está revisando estas argumentaciones y en paralelo, consultado a otros actores del mercado para valorar el impacto de la fusión en la competencia.

Pero fuentes del Sabadell lamentan que en este test de mercado solo se esté consultando a entidades financieras y no a las patronales empresariales, que son las que más tienen que decir en una operación donde las pymes serán las más afectadas si sale adelante. En concreto, hay riesgo de reducción de crédito a pymes. Sobre esto ya fueron preguntados algunos bancos, neobancos y fintech, además de asociaciones de consumidores, en la primera fase, pero las respuestas fueron dispares y no concluyentes, según ha reconocido la propia CNMC, que tendrá ahora que acarar esta cuestión.