El BBVA ha vuelto a ajustar su oferta por el Banco Sabadell teniendo en cuenta el dividendo en efectivo que pagará la entidad catalana previsiblemente a finales de marzo, al tiempo que ha elevado hasta 1.858 millones el beneficio contable que podría anotarse si prospera la opa.

El nuevo canje que el BBVA pone encima de la mesa de los accionistas del Sabadell pasa a ser de una nueva acción del grupo vasco por cada 5,34 de la entidad catalana, más el pago de 70 céntimos de euro, según la información actualizada en el supervisor bursátil de Estados Unidos.

Cuando el BBVA lanzó el pasado mayo su opa sobre el Banco Sabadell, propuso a los accionistas del banco catalán que acudieran al canje entregarles una acción nueva del BBVA por cada 4,83 títulos del Sabadell, aunque advirtió de que esta ecuación podría variar. "Si la sociedad afectada realizara cualquier reparto de dividendos, reservas o cualquier otra distribución a sus accionistas, ya sea ordinaria o extraordinaria, a cuenta o complementaria, el canje ofrecido como contraprestación se ajustará", trasladó en su día a la Comisión Nacional del Mercado de Valores.

Por esta razón, en octubre, el BBVA revisó su propuesta y pasó a ofrecer una acción nueva del banco por cada 5,012 del Sabadell y el pago en efectivo de 29 céntimos de euro. El grupo presidido por Carlos Torres insistió en que no se trataba de ninguna mejora de la oferta, sino simplemente el ajuste por los dividendos pagados. Y ahora, por segunda vez, la propuesta vuelve a ajustarse teniendo en cuenta los dividendos anunciados tanto por el Sabadell como por el propio BBVA, como adelantó que sucedería el propio Torres en la rueda de prensa de resultados, para acabar ofreciendo una acción nueva por cada 5,34 del Sabadell, más el pago de 70 céntimos de euro.

Mejora del beneficio contable

En la actualización de la información de la operación, el BBVA eleva el posible beneficio contable que podría anotarse en el caso de prosperar la opa, en una horquilla desde los 929 millones si logra tomar el control (50,01 % del Sabadell) hasta un máximo de 1.858 millones si se hiciera con el 100 %.

Este beneficio contable es el resultado del fondo de comercio negativo o bad will en el argot, que se da cuando una operación de compra se produce por debajo del valor en libros de la entidad, lo que ha venido pasando en la gran mayoría de fusiones bancarias. Ese fondo de comercio negativo permite a la entidad compradora anotarse un beneficio contable que en muchas ocasiones ha servido para costear los gastos de una integración, incluido los ajustes de plantilla.

Con las últimas cuentas presentadas por el Sabadell, el BBVA ha afinado sus números y ha disparado el posible beneficio contable de la operación desde un máximo de 672 millones con los datos de la entidad catalana de la primera mitad de 2024 hasta los 1.858 millones con la información a cierre del año. En cuanto al impacto de la compra en el capital del BBVA, el banco lo cifra en 51 puntos básicos en la ratio CET1.

Por otro lado, el documento también recoge que en el caso de que el BBVA tomara el control del Banco Sabadell pero no lleve a cabo su fusión, a la que se ha opuesto el Gobierno desde el primer momento, las sinergias previstas por ahorros de costes no serían ya de 850 millones como planteó desde el principio.

La cúpula del Banco Sabadell siempre ha exigido transparencia sobre esta información y ha reclamado que el folleto de la operación, aún pendiente de la aprobación de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, recoja una estimación de las sinergias si no hay fusión. En el BBVA, sin embargo, han restado importancia a esta cuestión y han trasladado públicamente que el grueso de los ahorros se podrían conseguir con el aumento de los ingresos y la mejora de la eficiencia reduciendo costes operativos, especialmente en tecnología.