Los expertos financieros han dejado claro en más de una ocasión que el futuro de las finanzas pasa por la digitalización y la tokenización. La aplicación y usabilidad de los tokens ya está dando frutos en varias compañías. Las empresas que están explorando este mundo entienden que tokenizar las operaciones puede resultar favorable para sus negocios. Pues el empleo de tokens agiliza las finanzas y, lejos de lo que puede parecer, fortalece la seguridad de las transacciones.

De ahí que varias e importantes empresas hayan depositado su atención por este mundo, y hasta incluso estén comprometidas con la tokenización de Europa. Algunas de ellas son Banco Santander, BBVA o Repsol, entre otras. Estos tres transatlánticos del entorno empresarial español han reafirmado su interés y reflejado su convencimiento por la tokenización del Viejo Continente. Entienden que esto puede dotar de un mayor atractivo a los modelos de negocio digitales. Al mismo tiempo, y aludiendo a la seguridad, la tokenización de las transacciones permite trazar una huella que, con el efectivo, en ocasiones es difícil de seguir.

“Se subestima la importancia de la tokenización”

Las tres multinacionales españolas, junto con Alastria e Iberplay, forman parte de la iniciativa “Tokenise Europe 2025”, creada conjuntamente por la Comisión Europea y la Asociación de bancos alemanes y la participación de más de 20 organizaciones de Francia, Alemania, Portugal, Italia, Liechtenstein, Suecia y España.

En un reciente informe, se llega a la conclusión de que se subestima la importancia de la tokenización, cuando los propios precursores de la iniciativa hacen hincapié en la relevancia para Europa de cara a la competencia mundial y el potencial para nuevos servicios y modelos de negocio. Poco a poco, la adopción de los tokens y el interés de las empresas sobre estos activos ha ido creciendo.

Las empresas valoran la idea de modernizar sus negocios y adaptarlos al mundo actual, el cual pasa por la digitalización. Pese a esto, y aun sabiendo los beneficios de las finanzas digitales, en el informe admiten que la reflexión sobre este hecho aún no está muy presente, en parte porque hasta ahora no ha existido un marco legal y normativo uniforme.

Es necesario un mayor conocimiento

Otras de las conclusiones que deja el informe es que aún queda camino por recorrer en lo que a educación financiera y conocimientos sobre este mundo se refiere. Es decir, se trata de un fenómeno muy joven, y no todo el mundo lo entiende. De hecho, existen confusiones a la hora de hablar de tokens y criptomonedas, dos activos que tienen varias diferencias. En el informe añaden que “Europa debe ponerse al día en este respecto”. Consideran que se deben mejorar los conocimientos en los sectores públicos y privados por igual.

Y es que, para poder sacarle todo el partido a estos activos, tanto las empresas, como el personal que trabaje con ellas, como los clientes, deben conocer el funcionamiento y los beneficios de estos activos. La idea que sostienen estas empresas es que la tokenización será un factor clave para que el Viejo Continente sea más competitivo y manifieste su resiliencia estratégica en los próximos años.

Además de ello, en el informe añaden que “las cadenas de suministro, la financiación comercial, la logística y los servicios públicos pueden transformarse en procesos eficaces y sin contratiempos gracias a los avances digitales”. La tokenización se postula como una de las herramientas más eficaces y transcendentes en las finanzas del futuro. Puede aplicarse en varios sectores, pero uno en el que puede dar mucho más de sí es en el bancario.

Poco a poco, la banca va tornando hacia opciones más rápidas, intuitivas y eficaces. Todo ello se ha conseguido mediante la implementación de nuevas aplicaciones de pago digital, o con la digitalización de los servicios. La tokenización podría ser un elemento más dentro de esta cadena virtual. Con ella, las transacciones serían más rápidas, a la par que lograrían dejar un rastro digital que es imborrable.

Un token no es una criptomoneda

Incidiendo sobre la cuestión de los conocimientos, una de las dudas que surgen a la hora de hablar de la tokenización es su ‘vínculo’ con las criptomonedas. Realmente, la única similitud entre ambos activos es la tecnología que está detrás de ellos. Las cadenas de bloques (blockchain) se erige como el principal catalizador de la tokenización. Y es que con ella se puede compartir información transparente dentro de una red de una empresa.

Tras esto, desde BBVA indican que “un token es una unidad de valor fundamentada en criptografía y blockchain, el cual lo emite una entidad privada para que tenga funcionalidad concreta en el mundo digital”. Por su parte, la entidad bancaria vasca indica que “una criptomoneda es un ‘token’ cuya principal finalidad es servir como medio de pago descentralizado de productos y servicios en el entorno virtual, además de como reserva de valor y ahorro”. La principal diferencia reside en la emisión.

Los tokens los emiten entidades, que bien pueden ser bancos o empresas de cualquier sector que quiera dar el salto a la digitalización, mientras que las criptos son activos descentralizados, los cuales no los emite ningún Gobierno, empresa…

Pese a que el interés es creciente, las grandes compañías siempre han mostrado escepticismo hacia las criptomonedas por su volatilidad. Aún ello, entienden que la tecnología en la que se fundamentan estos activos es potente, y puede tener un rol importante en la economía del futuro. De ahí que Banco Santander, BBVA o Repsol, entre otras, apuesten por la tokenización de Europa.