Comienza la cuenta atrás. En solo una semana, el próximo viernes 5 de julio, los accionistas del BBVA votarán a favor o en contra de la ampliación de capital que necesita el banco para comprar al Sabadell si la opa sale adelante. Desde que se anunció la fecha de la junta extraordinaria, la entidad inició ‘su propia campaña electoral’ para convencer a los inversores de que delegaran su voto al consejo y así, asegurarse que la votación saliera adelante. El banco ha enviado cartas, vídeos e incluso ha realizado llamadas con este fin.

Pero no han sido los únicos que han pedido a los accionistas que deleguen su voto, también se han posicionado los sindicatos, como suelen hacer en cada junta de accionistas. Desde Comisiones Obreras recuerdan que en la junta general ordinaria, celebrada en marzo, tuvieron 1,3 millones de acciones delegadas. Mientras que los de UGT, reunieron otras 700.000.

Los sindicatos esperan contar con cifras parecidas en la junta del próximo viernes, pero no lo sabrán los números exactos hasta el día anterior o incluso el propio viernes, porque el voto se puede delegar hasta 24 horas antes. “Estamos recopilando información todavía”, comentan. El BBVA tiene unos 726.000 accionistas, el 80% de ellos son minoritarios y poseen menos de 5.000 acciones. Son precisamente estos los que están en el foco del banco y de los sindicatos; Los grandes inversores, los que tienen de 500.001 acciones en adelante, apenas suponen el 0,04% del total.

Como organización sindical, CCOO, UGT, ACB o CIG (los mayoritarios en BBVA) no pueden acudir a la junta, solo si los trabajadores delegan su voto. Además de votar, los sindicatos suelen hacer uso del turno de palabra, ya que es de las pocas ocasiones que tienen para hacer peticiones directamente al presidente, Carlos Torres; al consejero delegado, Onur Genc; o al consejo en su conjunto.

Y esta no será una excepción. UGT ha pedido el voto de los afiliados y trabajadores del banco con el objetivo de intervenir en la junta, que se celebrará en Bilbao (donde está la sede del BBVA) y defender ante la cúpula del banco “que no sea la plantilla quien pague el coste de la posible fusión” y en caso de formalizarse, que se lleve a cabo “sin medidas forzosas”. Es decir, con salidas pactadas y no despidos.

Comisiones Obreras avisa que el sentido de voto será la abstención. Quieren exigir al banco que se garantice el empleo si la opa sale adelante y hay fusión, así como “el mantenimiento y la mejora de las condiciones laborales de las plantillas”. Desde el sindicato creen que los reguladores tienen que estar vigilantes y exigir que se respete la libre competencia del mercado, porque si el BBVA -como tercera entidad del país- compra al Sabadell, que es la cuarta, se quedaría como primera entidad y se crearía un oligopolio de tres grandes entiendes en España, que terminará afectando a la fluidez del crédito a familias y empresas.

El sindicato ACB confirma que también estará en la junta para defender que se mantengan los puestos de trabajo si hay fusión y garantizar que las medidas “no sean traumáticas para la plantilla, tanto de BBVA como de Sabadell”.

Asimismo, la sección sindical CIG en BBVA quiere hacer ver al banco que mantienen su rechazo “a esta nueva reestructuración del sector”, por las implicaciones que tendrá “en la destrucción de miles de puestos de trabajo y un mayor cierre de oficinas bancarias”. Lo que aumentará, en un nivel más, las dificultades de los clientes en el acceso a los servicios bancarios, con menor competencia y más obstáculos al crédito, tanto para particulares como para empresas, explican.

Aprovecharán también para transmitir el aumento de la presión sobre el personal y la carga de trabajo. Recuerdan que el BBVA ha incrementado los objetivos para el segundo semestre del año, precisamente en un momento en el que comienzan las vacaciones del personal. Creen que con esta medida, la dirección del banco pretende presumir de sus resultados para convencer a los accionistas “de su buena gestión” y que la opa contribuirá aún más a incrementar esos “obscenos beneficios de dos dígitos que ya han hecho públicos este año”.