El BBVA sigue recibiendo autorizaciones para poder lanzar una opa a los accionistas del Sabadell, en esta ocasión el visto bueno llega de Bruselas. El banco que preside Carlos Torres notificó la operación en la Comisión Europea el pasado 21 de octubre y con ello se inició un plazo de aproximadamente un mes, que acababa este 26 de noviembre, para contestar.
Durante este tiempo, la CE debía determinar si era necesario iniciar una investigación en profundidad, como ha hecho la CNMC en España, o si la operación podía seguir adelante, como finalmente ha ocurrido.
Según el Reglamento (UE) 2022/2560 del Parlamento Europeo y del Consejo de 14 de diciembre de 2022, Bruselas entiende que se produce una "concentración sujeta a notificación" cuando al menos una de las empresas que se fusionan (en este caso BBVA o Sabadell) está establecida en la UE y genera un volumen de negocios de 500 millones de euros como mínimo.
Pero también si las empresas han obtenido de terceros países, en los tres ejercicios anteriores al anuncio de la opa, contribuciones financieras combinadas superiores a 50 millones de euros.
La norma obligaba a BBVA a notificar a la Comisión Europea las operaciones de concentración con empresas establecidas en la UE y licitaciones públicas de determinada envergadura. Además, dicha normativa otorga a la Comisión Europea la facultad de iniciar investigaciones de oficio sobre subvenciones extracomunitarias potencialmente distorsionadoras.
Pero después de acabar el plazo de 25 días hábiles establecido en esta normativa, Bruselas ha finalizado la revisión de la operación de BBVA y Banco Sabadell bajo el Reglamento Europeo de Subvenciones Extranjeras (FSR, por sus siglas en inglés) sin plantear objeciones.
En cualquier caso, el BBVA no veía complejidad en obtener esta autorización y además había indicado que la operación no estaba sujeta "a la condición de la obtención de la mencionada autorización".
Autorizaciones recibidas y pendientes
Desde el pasado mes de junio, cuando el BBVA empezó a notificar a los supervisores y reguladores los detalles de la operación, el banco ya ha recibido algunas autorizaciones importantes. La más significativa por el momento ha sido la del Banco Central Europeo (BCE).
El organismo que preside Christine Lagarde notificó su "no oposición" a la opa, un término válido para que la operación pueda seguir adelante. Esta se obtuvo en septiembre, cuando se cumplían 90 desde que el BBVA solicitó autorización para la opa. También ese mes, el banco vasco obtuvo el visto bueno del regulador de los servicios financieros del Reino Unido para adquirir TSB, la filial británica del Sabadell, si la opa sale adelante.
Asimismo, la entidad recibió el pasado mes de julio la confirmación de los supervisores de Estados Unidos, Portugal, Francia y Marruecos. Además de estos países, el banco necesita autorización de los organismos que regulan la competencia en México, Bahamas y Cuba, según explicó el propio BBVA cuando lanzó la opa.
Aunque las autorizaciones clave son las de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y la de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). El primero comunicó hace dos semanas que necesita más tiempo para tomar una decisión y pasó la opa a una segunda fase de estudio, por lo que no se espera una decisión hasta ya entrado el 2025.
De la CNMV también se esperan noticias pronto. El supervisor de los mercados está estudiando el folleto y si lo autoriza, el BBVA tendía un plazo máximo de 70 días para que los accionistas del Sabadell votaran el canje. Por tanto, los accionistas del Sabadell podrían votar sin saber si la CNMC aprobará la opa y habrá fusión. Para evitar este supuesto, fuentes del mercado apuntan a que la CNMV comunicará pronto que esperará a Competencia para pronunciarse.