La oferta de BBVA para comprar el Sabadell, aún no respondida, ha sacudido el sector financiero y también el mundo empresarial catalán, que ve cómo puede perder otro banco. Es una operación con muchas aristas, que la entidad catalana está analizando con cuidado, y que solo cinco días después de conocerse, despierta aun muchas dudas. De lo que se sabe, y de lo que puede suceder, estas son las claves de la operación:
Sabadell no tiene plazos, pero BBVA tiene prisa
BBVA informó el martes de que había hecho llegar una propuesta de fusión por absorción al consejo de administración de Sabadell y el miércoles la dio a conocer al mercado. Desde entonces espera que el banco que preside Josep Oliu le dé respuesta, pero sigue esperando. Carlos Torres, que firmaba la carta, pedía una respuesta “a la mayor brevedad posible”, pero el consejo de Sabadell no se ha sentado a analizarla, si bien se espera para esta próxima semana, probablemente el lunes. Pero lo cierto es que, al no haber una oferta formal, solo una propuesta, el consejo del banco catalán no tiene plazos.
Por el contrario, BBVA tiene prisa. Así lo mostraba en la carta. ¿Por qué? No hay ningún elemento a nivel de negocio que la justifique, pero sí a nivel de mercado. Desde el día del anuncio de la oferta, Sabadell ha ido subiendo en bolsa mientras que el banco de origen vasco ha bajado. Al ser una oferta en acciones, que BBVA baje la hace menos atractiva para los accionistas, porque lo que recibirán a cambio de sus acciones del Sabadell vale cada día menos. Por ello, el paso del tiempo incrementa las posibilidades de que la entidad compradora tenga que subir la puja.
BBVA está preparado para lanzar una opa hostil
BBVA ha tomado un camino, a priori, amistoso. Ha lanzado una propuesta que está dispuesto a negociar con el Sabadell, con una prima del 30% y manteniendo 3 consejeros de la entidad catalana. Pero Torres advertía: “Estamos preparados para avanzar de inmediato”. Esta frase fue vista desde la entidad de origen catalán con sede en Alicante como una amenaza de opa hostil.
Se está especulando con esta posibilidad, en caso de que la respuesta de Sabadell sea negativa, y lo cierto es que tendría su lógica para BBVA: no tendría porque costarle más dinero y, si bien a nivel político y sectorial podrían ponerse las cosas algo más incómodas, no tendría que negociar con la entidad comprada ni hacer equilibrios entre las cúpulas de ambos bancos. El banco catalán tiene un accionariado muy atomizado y no tiene núcleo duro de accionistas, por lo que por mucho que el consejo se opusiera a la oferta, no podría pararla si gusta a los accionistas, lo cual ya es solo una cuestión de precio.
La operación tiene que recibir 7 autorizaciones
Si Sabadell acepta las condiciones de compra de BBVA, las entidades tendrían que presentar ante el Gobierno y los supervisores un Proyecto Común de Fusión que debe recibir siete autorizaciones. Primero debe contar con el visto bueno de los propios accionistas, y después del ministerio de Economía, del Banco de España, del Banco Central Europeo, la Comisión Nacional del Mercado de Valores, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, y la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones.
El banco que preside Carlos Torres no debería encontrar resistencia por parte de los accionistas del banco catalán, que no cuenta con un núcleo duro. Entre sus principales inversores se encuentran una docena de fondos estadounidenses que se reparten un 22% del capital de Sabadell, con BlackRock o Fintech Investments a la cabeza (tienen más de un 3%) seguido del mexicano David Martínez, que es uno de los máximos accionistas del banco con casi un 3,5%
Pese a la incertidumbre en el mercado y los vaivenes en Bolsa, “no hay un plazo establecido en la normativa para que el consejo de una sociedad valore las ofertas recibidas”, afirma la CNMV. En este caso, el consejo del Sabadell debe hacer una valoración de la oferta y recomendar a los accionistas que acepten o no. Y son los accionistas los que tienen que votar en junta, como también los del BBVA.
El segundo mayor banco de Europa en Bolsa
BNP Paribas es el único banco europeo que podría hacer sombra a un futuro BBVA-Sabadell, ya que crearían un gigante bancario con un valor de mercado combinado de casi 73.000 millones de euros, según los analistas. El valor en Bolsa de BBVA se situaba en 63.500 millones de euros antes de la oferta, mientras que el de Sabadell era de 9.400 millones de euros, según datos de FactSet.
El francés BNP Paribas, el mayor banco de la eurozona por valor de mercado, tenía una capitalización de 77.600 millones de euros. Tras esta entidad está el Banco Santander, cuyo valor supera los 71.000 millones. Y los italianos, Intesa Sanpaolo, (65.000 millones) y Unicredit (58.000 millones).
Por activos, BBVA-Sabadell entrarían en el club de los diez bancos europeos con más de un billón de euros pero no serían líderes. En España sí, superarían los 637.461 millones de euros, (según las cifras presentadas a cierre del primer trimestre) y se colocarían por delante de CaixaBank, cuyos activos en España son de 574.630 millones.
El impacto en la plantilla y la marca Sabadell
El nuevo banco alcanzaría una plantilla de 41.600 trabajadores en España, la más grande del sector, aunque se esperan recortes. El propio BBVA ha cifrado en casi 1.500 millones de euros los costes de reestructuración, es decir, lo que le costaría cerrar oficinas y pagar un ERE. Los analistas esperan hasta 4.000 salidas, el 10% de la plantilla total.
Por otra parte, la permanencia de la marca Sabadell (que tiene 140 años de historia) está en juego. En la propuesta de fusión que el banco que preside Carlos Torres ha enviado al de Josep Oliu, se propone mantener las dos sedes operativas, lo que se conoce como servicios centrales, es decir, ‘La Vela’ y San Cugat. Principalmente, para respetar la importancia que tiene Catalunya para Sabadell.
Y en ese sentido, propone también que BBVA sea la marca predominante pero que se utilice de manera conjunta con la de Sabadell en determinadas zonas o regiones donde el banco tiene una cuota de mercado importante y pueda tener un interés comercial relevante. Aunque esta propuesta se mira con recelo en el sector, ya que podría terminar desapareciendo, como ha ocurrido con Bankia, Liberbank, Banco Popular o Banesto, entre otras, en los últimos años. De hecho, cuando BBVA compró Catalunya Banc, también convivieron ambas marcas durante un tiempo.
Menos competencia, sobre todo en empresas
La CNMC debe determinar si esta operación está justificada, aunque si la aprueba puede hacerlo con compromisos para evitar el riesgo de monopolio en determinadas ciudades o zonas geográficas. Pese a ello, la concentración bancaria en España ya es muy elevada y los cuatro primeros bancos del país acaparan ya el 70% del mercado en depósitos y cuentas, aunque serían tres si hay fusión.
En esta operación, el foco está en las empresas, donde Sabadell es líder. Sobre todo en pymes, donde su cuota roza el 32%. “Sabadell es referente en España en el segmento de empresas”, destaca en propio BBVA en su oferta de compra. El banco espera aprovechar la escala del catalán y potenciar más el negocio.