El Banco Central Europeo sigue pensando que los impuestos a la banca, da igual en que país, pueden afectar a la solvencia de las entidades que lo pagan y a la concesión del crédito. Así que, si España decide hacerlo permanente, como parece que quiere hacer, lo estudiará como hizo con el temporal para determinar cuál será su impacto. 

Así lo ha manifestado este jueves el vicepresidente del Banco Central Europeo, Luis de Guindos, un encuentro financiero organizado por Deloitte donde ha señalado que la posición de la institución es clara. Los impuestos a la banca "no deben afectar ni a la solvencia del sector ni a la concesión del crédito". Por eso lo estudiarán, ya que no todos los impuestos al sector planteados en Europa son iguales.

En este sentido, ha puesto como ejemplo el impuesto de Italia, que se puede reducir si el banco destina parte del beneficio a mejorar su solvencia, dando a entender que esa opción sí cumpliría con la premisa del BCE de que este tipo de gravámenes no afecten ni a la solvencia ni al crédito, recoge Europa Press.

Sin embargo, en el caso de España ha dicho que no sabe qué pasará, pero en cualquier caso, si hay una modificación al respecto y se aplica un nuevo impuesto al sector, desde el BCE lo analizarán teniendo en cuenta esas dos consideraciones de que no afecte a la solvencia ni al crédito.

Las entidades financieras llevan alertando desde el primer momento que un impuesto específico al sector discrimina y tendrá impacto sobre su capacidad para dar crédito, pues reduce su capital.

En las últimas semanas, CaixaBank, Santander, BBVA, Sabadell, Bankinter y Unicaja, los más afectados, han cargado contra el gobierno central por querer extender más años este impuesto que a priori, iba a ser temporal y se impuso por la subida de tipos de interés.

Sin embargo, el ciclo económico está cambiando y los tipos han empezado a bajar. Por ello, las entidades creen que no tiene sentido que se haga permanente y lo están peleando para que no suceda. De momento, las energéticas han salido victoriosas y han conseguido que en su caso no se extienda.

En este mismo foro, Unicaja criticaba ayer miércoles el impuesto asegurando que parece "una multa o un castigo más que un tipo de gravamen". Lo dijo su consejero delegado, Isidro Rubiales.

Hace sol unos días, CaixaBank incluso apunto a que el impuesto podría llamarse "la tasa CaixaBank" si se tiene en cuenta que es el que más paga. Solo en los dos últimos años más de 850 millones. El descontento es generalizado y las entidades ya han advertido que lo recurrirán si sale adelante como hicieron con el anterior. También lo han dicho las patronales de banca.