Adidas ya ha cifrado el agujero en sus cuentas que le ha costado la ruptura de la colaboración con Kanye West a raíz de las polémicas racistas del rapero estadounidense. La compañía ha cifrado en 600 millones de euros la pérdida en la facturación tras romper el acuerdo con la marca Yeezy, 

El gigante alemán de artículos deportivos registró en 2022 un beneficio neto de 612 millones de euros, lo que supone haber desplomado sus ganancias un 71,1% con respecto a 2021. Además de la interrupción del acuerdo con Kanye West, la compañía alude a la inflación y a los problemas en China como factores que han provocado la caída de su rentabilidad.

Adidas informó este miércoles de que la dirección y el consejo de supervisión propondrán recortar mucho el reparto de dividendo hasta 0,70 euros por acción (3,30 euros por acción por el ejercicio 2021). Adidas, que ya había adelantado algunas cifras del balance de 2022 a comienzos de febrero, confirmó que prevé en 2023 una pérdida de 700 millones.

Esta pérdida incluye 500 millones de euros por la depreciación del inventario de Yeezy, marca con la que Kanye West comercializa sus productos, y otros costes extraordinarios de 200 millones por su revisión estratégica. Adidas estudia opciones para utilizar el inventario Yeezy, pero si no lo logra deberá eliminar el valor del inventario.

Kanye West le cuesta 600 millones de facturación a Adidas

El nuevo consejero delegado de Adidas, Bjørn Gulden, que anteriormente ocupó este cargo en Puma, dijo que "el 2023 será un año de transición para construir la base para el 2024 y el 2025". "Necesitamos reducir inventarios y descuentos más bajos. Entonces podemos comenzar a construir un negocio rentable de nuevo en 2024", añadió Gulden.

El beneficio operativo bajó en 2022 hasta 669 millones de euros (-33,7 %), que refleja un margen de rentabilidad operativa del 3 % (9,4 % en 2021). En el cuarto trimestre, la interrupción de la colaboración con Yeezy generó una pérdida de facturación de 600 millones y las ventas cayeron en China un 50%.

Por ello, Adidas sufrió en el cuarto trimestre una pérdida neta atribuida de 512 millones de euros, frente al beneficio de 202 millones en el mismo trimestre de 2021. La facturación aumentó en 2022 hasta 22.511 millones de euros (+6 % o +1 % descontados los efectos de los tipos de cambio). Las ventas subieron el año pasado sobre todo en América Latina (+44 %) y Norte América (+12 %), pero cayeron en China (-36 %).

En Europa, las ventas subieron menos porque Adidas concluyó sus actividades en Rusia. El margen de rentabilidad bruta se redujo el pasado ejercicio hasta el 47,3 % (50,7 % en 2021). Adidas prevé que las ventas bajarán en 2023 en una cifra elevada de un dígito y que el beneficio operativo estará en el nivel en el que los ingresos igualan a los costes debido a que se mantienen las dificultades macroeconómicas y las tensiones geopolíticas.

La compañía alemana considera que persiste un riesgo elevado de que se produzca una recesión en Europa y Norteamérica y que se mantiene la incertidumbre sobre la recuperación de China. Aunque Adidas estudia las opciones para utilizar el inventario de Yeezy, los pronósticos reflejan una pérdida de ingresos de 1.200 millones de euros si no lo vende, lo que tendrá un impacto operativo negativo de 500 millones.