El sector de las ciencias de la vida, que aborda disciplinas como la biomedicina y la farmacología, ha emergido de la pandemia del covid, con una aportación récord al PIB de 8.000 millones de euros, según un informe de la compañía de seguros QBE España. El impulso adquirido por las empresas del sector (7.200 en España) ha elevado también la cifra de empleo, hasta 91.000 personas (una de cada 213 con empleo en España). Esto equivale al 8% de los trabajadores del sector en toda la Unión Europea.
Además, el sector representa el 0,7% del valor total de los bienes y servicios producidos en el país. Adicionalmente, su desarrollo tiene una proyección del 3,7% en la producción farmacéutica española en 2023, por lo que superará el crecimiento previsto en el PIB del país, asegura el informe.
Lo explica por la "demanda continua" de productos farmacéuticos, tanto en el ámbito público como privado (se prevé que la población mayor de 65 años aumente un 27% hasta 2032), así como a la capacidad del sector para adaptarse a condiciones económicas adversas.
Entre 2010-2019, el sector experimentó un aumento promedio del 3,5% anual en su contribución al PIB español, solo por detrás de Alemania (4,8%), lo que confirma el crecimiento sostenido de la industria. Para los próximos tres años (2024 a 2026) se prevé que la producción farmacéutica aumente una media del 2,5% anual. Esto sitúa a España como el segundo mercado de más rápido crecimiento, solo por detrás de Francia (0,1 puntos porcentuales más).
Burocracia y recursos, frenos al sector
El sector se enfrenta a desafíos y problemas, tales como los retrasos en la aprobación de medicamentos, la asequibilidad de la sanidad española y la necesidad de impulsar la productividad. "Es poco probable", dice el texto, que los retrasos relativamente largos de España para la aprobación de medicamentos se reduzcan notablemente en los próximos años, independientemente de quién gobierne.
Según una encuesta de 2022 de la Federación Europea de Industrias y Asociaciones Farmacéuticas (EFPIA), en España un medicamento tarda una media de 629 días en estar disponible (pasa a lista de reembolso), frente a los 128 de Alemania, 329 de Inglaterra y 508 de Francia.
Sobre la asequibilidad, los autores del estudio explican que las propuestas del Gobierno de adaptar el reembolso a los ingresos "ponen de manifiesto su dificultad" para subvencionar medicamentos para la población. En la actualidad, agrega, el Gobierno subvenciona hasta el 70 % de los medicamentos y regula sus precios "para reducir el coste del reembolso para las arcas públicas".
El documento califica como "probable" que persistan los problemas estructurales del sistema sanitario español. Entre ellos, cita los problemas de recursos, pues subraya que el sistema de reembolso "suele tardar en poner a disposición" los medicamentos una vez aprobados. El mismo documento aborda recomendaciones para mejorar la situación, como la adopción de tecnología digital, la colaboración con universidades y la implementación de mejores prácticas de empresas líderes en el sector.