La bodega Familia Torres prevé cerrar 2024 un incremento anual del 7% de sus ventas consolidadas de vino y brandy, superando los 270 millones. La previsión se sustenta en la facturación de 253 millones de 2023, un año en el que la empresa familiar cerró con unas pérdidas algo superiores a los 3 millones de euros.
Torres atribuye la mejora al crecimiento en volumen en los segmentos de vinos y destilados elaborados tanto en sus bodegas españolas como en su bodega chilena. Chile es uno de los países donde mejor se han comportado las ventas, al registrar un aumento de doble dígito, según un comunicado emitido este martes por la empresa, sin dar más concreción en los datos. También destaca la evolución en Canadá, Dinamarca, Suiza, Estados Unidos, China, Lituania y Cuba.
Las perspectivas son “buenas” para el grupo, cuyo presidente Miguel A. Torres, ha expresado que “a pesar de los retos constantes a los que se enfrenta el sector vitivinícola a nivel global, estamos satisfechos con la buena marcha de la compañía este año, gracias al esfuerzo de los más de 1.000 colaboradores de nuestra empresa”.
Presente históricamente en el Penedès, Conca de Barberà, Priorat y Costers del Segre, Familia Torres cuenta también con viñedos y bodegas en las principales zonas vinícolas españolas –Rioja, Ribera del Duero, Rueda y Rías Baixas–, así como en Chile y California.
Las marcas del grupo
En cuanto a las marcas con más demanda, la gama de vinos desalcoholizados Natureo mantiene la tendencia al alza de los últimos años y afronta el 2025 con una previsión de crecimiento en valor del 20%.
De ahí que este segmento se lleve parte de las inversiones que realizará la compañía en los próximos dos años. En concreto, Torres ha anunciado este martes que, con “el objetivo de continuar liderando esta categoría”, invertirá un total de unos 6 millones de euros, entre 2024 y 2026, para la construcción y puesta en marcha de una nueva bodega de vinos sin alcohol en sus instalaciones de Pacs del Penedès (Barcelona). Concretamente, en 2025, Familia Torres destinará unos 3 millones de euros para tal fin, siendo esta la mayor inversión que prevé realizar el año que viene. No en vano, “Torres fue pionera de los vinos sin alcohol en España y hoy es líder mundial en esta categoría”, añade la nota.
En línea con las ventas ya registradas en lo que llevamos de año, entre las restantes marcas de Torres, las que han despuntado son: Celeste, Torres 10 y los vinos chilenos.
En 2024, en cuanto a las ventas de los vinos y destilados elaborados en España, Juan Torres Master Distillers, la división dedicada a la elaboración de destilados de Familia Torres, recientemente se ha dado el salto a la categoría de whisky con el lanzamiento de Liathmor, un delicado whisky escocès. Entre las novedades de este 2024 se incluye la gama de vinos Lost Vines, dirigidos a un público más joven, que se ha presentado en España.
Sobre la evolución de las exportaciones, Torres ha concretado que crecen este año un 6% en volumen, mientras que en el mercado doméstico las ventas han aumentado un 10%, gracias sobre todo al aumento del comercio en el canal de alimentación (que ha sido del 14%) y al incremento de clientes en la restauración, favorecido por la buena temporada turística.
Familia Torres comercializa sus vinos y destilados en más de un centenar de países, y fruto de ello, un año más, ha sido considerada la Marca de vino más admirada del mundo por la revista Drinks International.
Sostenibilidad y cambio climático
El grupo también continuará invirtiendo en medidas de adaptación y mitigación del cambio climático, como la instalación de riego en sus fincas en Catalunya, la plantación de árboles en Chile y la instalación de placas fotovoltaicas. La lucha contra la emergencia climática es, desde 2008, uno de sus ejes de actuación, mediante acciones de adaptación y mitigación para reducir las emisiones de CO2.
En 2021, Familia Torres empezó un proceso de reconversión a viticultura regenerativa en todas sus fincas en España. Hoy la aplica en más de la mitad de sus viñedos, unas 650 hectáreas, y prevé extenderla a todas sus fincas en los próximos años. Además de recuperar la vida en los suelos, creando ecosistemas naturales que fomentan la biodiversidad, este modelo agrario permite frenar la erosión y aumentar la resiliencia de los viñedos.
La viticultura regenerativa permite además fijar carbono en los suelos a través de las cubiertas vegetales que absorben dióxido de carbono atmosférico para almacenarlo en forma de carbono orgánico, contribuyendo así a mitigar los efectos del calentamiento global.
En cuanto a los avances en digitalización, se invertirá en tecnología relacionada con un proyecto de migración a la nube de su software SAP, por una cifra no cuantificada.