Torres ha fusionado sus distribuidoras territoriales de vinos y brandis en España para simplificar la estructura y optimizar costes, según confirman fuentes de la compañía. Estas centenarias bodegas se encuentran en un proceso de reordenación que incluirá la sucesión en la presidencia —Miquel Torres Maczassek, de 49 años, relevará a su padre, Miguel Agustín Torres Riera, de 82 años— así como la designación del primer director general ajeno a la familia propietaria.
Por lo que respecta a la fusión de sus distribuidoras, Excelsia Vinos y Destilados, con sede en Vilafranca del Penedès, ha absorbido El Petit Celler, de Sant Fruitós de Bages (Barcelona); Ribera del Duero, domiciliada en Madrid; y Distribuidora de vinos Rosaleda, de Málaga, según publicó el BORME este lunes. En la actualidad, ya eran propiedad al 100% del grupo Torres.
Además de distribuidora, El Petit Celler también gestiona las tiendas de vinos del mismo nombre en Manresa y en la calle Beethoven de Barcelona. La adquirieron en 2019 a su fundador, Sebastià Lozano, que posteriormente puso en marcha la comercializadora Invinic, de la que es su CEO.
Fuentes de Torres precisan que se trata de una reordenación societaria para simplificar la estructura con el objetivo de simplificar costos y procesos en la distribución. Excelsia se encarga de la distribución en España de los productos de Torres, así como de otras sesenta marcas de vinos y destilados. También se dedica a la importación, pero no a la exportación, a la que Torres destina el 62% de la producción. Excelsia facturó en 2022, el último año del que han presentado cuentas, cerca de 44 millones de euros, aunque los beneficios no alcanzaron el millón de euros.
Como grupo, desde Torres se apunta que cerraron 2022 con una facturación global de 265 millones de euros, un 3% más que los 257 millones del año anterior. Estos resultados incluyen las bodegas que poseen en Chile, pero no las de Estados Unidos.
Sucesión familiar
Miquel Torres Maczassek substituirá este año a su padre en la presidencia. El relevo se anunció en octubre pasado, pero aún no se ha llevado a cabo para que el sucesor tenga tiempo de prepararse para las nuevas responsabilidades y para encontrarle un sustituto para su actual cargo de director general. Será la primera vez que este último puesto lo ocupe alguien externo a la familia.
Así, la presidencia pasará a la quinta generación de los Torres, integrada por tres ramas familiares: los Torres Maczassek —Ana, Mireia y Miquel—, los Torres Rosselló —Marta, Arnau y Pau— y por Cristina, hija de Marimar Torres Riera, que es quien está al frente de las bodegas Marimar Estate, en Estados Unidos. Los primeros antecedentes familiares de los Torres en la viticultura datan de 1559 en la comarca del Penedès, si bien la primera empresa, Casa Torres y Cía. se constituyó en 1870, hace 154 años.
Desde 2008 impulsan medidas para luchar contra el cambio climático en el sector vitivinícola. Han adaptado viñas a las nuevas condiciones climáticas, desplazando cultivos a más altitud y temperaturas más frías. El año pasado anunciaron una inversión de 10 millones de euros en la compra de terrenos de viña en altura, que ejecutarán en los próximos 10 años.