La Comisión Europea ha anunciado este martes la ampliación hasta el 31 de diciembre de 2025 de las normas que permiten a los gobiernos rescatar y otorgar ayudas para la reestructuración de empresas no financieras en dificultades en casos excepcionales y con condiciones "estrictas". Bruselas justificó esta extensión "sin cambios sustantivos" por la necesidad de evitar un "vacío legal" una vez expirara el marco el próximo 31 de diciembre, según explicó en un comunicado el Ejecutivo comunitario.
"La prórroga aporta predictibilidad y certidumbre legal para todas las partes interesadas en la aplicación de las reglas, al tiempo que prepara para una potencial actualización" de las mismas, justificó también la institución que preside Ursula von der Leyen. La Comisión permite desde 2014 a los países que den apoyo económico a empresas en dificultades aunque bajo "estrictas condiciones", puesto que considera que los rescates y los planes de reestructuración "están entre las ayudas de Estado más distorsionadoras".
"Interfiriendo en el proceso de salida del mercado de las compañías menos eficientes, los rescates y las ayudas para la reestructuración pueden reducir significativamente el crecimiento económico de los sectores involucrados", explica.
Por eso, Bruselas solo permite que las ayudas de este tipo se concedan durante un periodo de seis meses como mucho y, si se prolongan durante más tiempo, los fondos públicos transferidos deben ser recuperados por los Estados miembros, que también deben notificar a las autoridades europeas el plan de reestructuración para su análisis.
Para que reciban luz verde del Ejecutivo comunitario, este tipo de ayudas deben garantizar la viabilidad a largo plazo de la entidad rescatada una vez se retire el apoyo público, así como que la firma "contribuye a (compensar) los costes de su reestructuración y las distorsiones en la competencia creadas por la ayuda".