Cabify ha firmado un acuerdo con Polestar por el que incorporará 100 vehículos eléctricos a la flota de la empresa entre Barcelona y Madrid en las próximas semanas, con 50 coches en cada ciudad. Según han explicado en rueda de prensa este martes el director de asuntos públicos de Cabify en España, Javier Dorado, y el director comercial de Polestar España, Pedro Parra, los cien vehículos serán del modelo Polestar 2 Long Range Single Motor Plus.
El acuerdo también contempla que las empresas y autónomos que trabajan con Cabify en ambas ciudades tengan "condiciones especiales" para comprar estos coches. Está previsto que Vecttor, filial de Cabif, sea quien gestione estos vehículos y que supongan un ahorro de más de 500.000 litros de combustible y eviten la emisión de 800 toneladas de dióxido de carbono.
Dorado (Cabify) ha dicho que el acuerdo "facilita el desarrollo de políticas" que mejoren la calidad del aire en las dos ciudades, y ha destacado textualmente la voluntad del sector VTC en colaborar con las administraciones para tener mejores ciudades, mejor movilidad y mejor calidad del aire.
Ha añadido que por cada uno de estos vehículos en servicio se eliminan otros siete privados que "son más antiguos y generan más emisiones", según recoge Europa Press.
Parra, de Polestar, ha explicado que este acuerdo permite a su empresa darse a conocer entre los usuarios, y ha definido como un lujo que Cabify sea "el escaparate" para que los usuarios puedan conocer los vehículos y sus calidades. También ha celebrado la facilidad con la que se ha alcanzado el acuerdo, ya que las dos empresas están "centradas" en la electrificación de la movilidad.
El Polestar 2 Long Range Single Motor Plus es un vehículo 100% eléctrico, de cero emisiones, con una autonomía de hasta 655 kilómetros en circulación mixta y un tiempo de recarga de 28 minutos; En Barcelona, la empresa usará la red de carga existente, tras un acuerdo con diversas empresas, así como la red pública, y se utilizará exclusivamente energía de origen renovable.
Dorado ha lamentado que la red de recarga en España "no es propia de un país que apuesta por la electrificación" y ha puesto como ejemplo que los cargadores rápidos son el 22% del total, algo que ha dicho que desincentiva la compra de vehículos eléctricos.