La Caixa es un grupo industrial e inversor de referencia en Catalunya desde hace décadas, pero no se recuerda un año tan intenso como este último. En febrero del año pasado, Isidre Fainé nombró a Ángel Simón como nuevo consejero delegado de Criteria, el holding de La Caixa, con la intención de recuperar vigor inversor e influencia industrial y política. El resultado no puede ser más claro y Veolia es la guinda, aunque nadie puede asegurar que no haya más próximamente.

Desde la llegada de Simón, Criteria ha entrado o incrementado participación significativamente en cuatro cotizadas, a las que ahora se sumará el gigante francés del agua. En este camino, el holding de La Caixa ha destinado y destinará, sumando los aproximadamente 1.000 millones que le costará tomar el 5% de Veolia, casi 5.000 millones de euros. Esto sin contar otras inversiones en no cotizadas o capital riesgo, que no se conocen.

ACS, Colonial y Puig se han sumado a la cartera de participadas de La Caixa en los últimos doce meses, y Telefónica ha ganado peso, mientras Cellnex ha desaparecido. Veolia se sumará pronto a un portafolio en el que el gran protagonismo, en influencia y dividendos, lo tiene CaixaBank, seguido de Naturgy.


En este último año, la empresa donde se ha realizado el mayor esfuerzo inversor ha sido Telefónica, a la que se han destinado unos 1.650 de los 4.700 millones invertidos por Criteria en el período. El grupo presidido por Fainé era un socio histórico de la teleco, pero la participación fue cambiando de peso y destinatario.

Cuando el BCE obligó a La Caixa a separar el banco de la fundación, la participación en Telefónica se quedó en CaixaBank. Sin embargo, la entidad dejó de considerar estratégica esta participación, mientras que la fundación decidió seguir invirtiendo. Poco a poco, durante tres años, Criteria fue realizando compras hasta alcanzar aproximadamente un 2,7%.

Ya con Simón como CEO, en abril del año pasado, el holding dio el salto hasta el 5% de la empresa y, en mayo, anunció que tenía la intención de llegar al 9,99%, lo que se materializó en junio. El incremento en influencia como actor empresarial era evidente, pero también en política: en plena batalla entre Moncloa y la saudí STC, Criteria se alzó como un actor relevante y ha sido socio del gobierno español en los cambios impulsados en la teleco, comenzando por el nombramiento de Marc Murtra como presidente en sustitución de José María Álvarez-Pallete.

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Isidre Fainé y Ángel Simón en la presentación del plan estratégico de Criteria, en junio de 2024

La segunda inversión más importante ha sido también la más sorprendente: la entrada en ACS con el 9,4% de las acciones, por algo menos de 1.000 millones de euros. Con esta operación, aunque la construcción no era un sector inicialmente estratégico, La Caixa se erigió en socio de Florentino Pérez –es el segundo accionista de la empresa y Fainé, vicepresidente–, y se aseguró unos dividendos en una empresa muy internacionalizada y que tiene negocio futuro asegurado con una cartera de proyectos de 88.000 millones de euros.

Criteria también tiene una parte de negocio inmobiliario, al cual incorporó Colonial al convertirse en el primer accionista de la socimi. Lo hizo en una operación en la que suscribía una ampliación de capital de 622 millones de euros y aportaba algunos activos inmobiliarios, a cambio de ser el primer accionista de la empresa con el 17,3% de las acciones.

Puig no se considera una participación estratégica, de hecho, está en su cartera de diversificación, donde también está ACS e incluirá Veolia, pero Criteria consideró que debía apoyar la salida a bolsa del grupo catalán: contribuyó con 425 millones de euros. De hecho, La Caixa quiere ser un actor clave cuando una empresa catalana da un salto como este, ya que también estaba dispuesta a acudir a la OPV de Europastry, que finalmente canceló.

Simón cierra el círculo con Veolia

Veolia es la culminación de este año por varios motivos. Uno de ellos es que supone cubrir uno de los sectores que Simón enumeró como estratégicos, el agua, pero en el cual aún no había entrado. El segundo, porque el propio Simón, hasta que se incorporó a Criteria, era el alma de Agbar y vicepresidente de la misma Veolia, propietaria del 100% de la empresa catalana de aguas.

Ya antes de presentar el plan estratégico, lo que hizo a mediados de junio, Simón ya había puesto el agua en la lista de sectores en los que tenía “muy claro” que debía ser fuerte, junto con la banca (CaixaBank), la telefonía (Telefónica) y la energía (Naturgy).

La Caixa había sido el primer accionista de Agbar, pero fue vendiendo su participación a Suez hasta salir completamente. Lo compensó tomando una participación minoritaria en Suez y siendo socio de Agbar en Aigües de Barcelona, donde todavía comparten accionariado (60% para Agbar y 15% para Criteria).

Hace unos años, sin embargo, Criteria recuperó el interés por el agua y se interesó en recomprar una participación importante en Agbar, opción que desapareció cuando Veolia compró Suez y aseguró que la empresa catalana era estratégica para ella y no estaba en venta. Ahora, Ángel Simón, hasta hace 13 meses presidente de Agbar, y después de insistir en que el sector del agua era uno de sus objetivos, cierra el círculo y entra en Veolia como socio estratégico.