El pasado lunes fue un día histórico para CriteriaCaixa, que presentó su primer plan estratégico, con el objetivo de pasar de unos activos brutos de 27.000 millones a cierre de 2023 a 40.000 en 2030. En la presentación, Isidro Fainé y Ángel Simón hablaron poco de las participadas de Criteria, pero si alguna tuvo cierto protagonismo, esta fue Naturgy, por la crisis accionarial que vive y el papel protagonista que quiere tener el holding de La Caixa, primer accionista, en su resolución. De CaixaBank, en cambio, se habló poco, pero el banco tendrá un rol clave en la hoja de ruta de Criteria.

De los 13.000 millones que prevé invertir el holding de la Fundación La Caixa entre 2024 y 2030, aproximadamente la mitad los aportará CaixaBank, gracias a un dividendo que ha ido creciendo al ritmo que lo hacían sus beneficios. Criteria es el primer accionista de CaixaBank con el 31,92% de las acciones, porcentaje que no está previsto que se mueva en los próximos años. Por ello, es el gran beneficiado de la buena marcha del banco que preside José Ignacio Goirigolzarri.

Según cálculos aproximados, entre noviembre de este año –fecha prevista para el próximo dividendo– y 2030, CaixaBank dará un dividendo de entre 5.500 y 6.500 millones a Criteria. Eso siempre y cuando mantenga la política de remuneración al accionista de los últimos años, de repartir entre el 50% y el 60% del beneficio neto, una de las más altas del sector en España, y que los beneficios se mantengan en las cifras de este año.

El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar

En 2023, la remuneración de CaixaBank a su mayor accionista fue de 550 millones. En 2024, ha ascendido hasta los 940 millones, que pagó el 3 de abril. Este año, a tenor de los resultados del primer trimestre, las ganancias de la entidad financiera están creciendo más de un 17%, por lo que podría terminar el año por encima de los 5.500 millones de beneficio neto. En este escenario, pagará entre 905 y 1.080 millones a Criteria, en función del pay out, cifras que podrían reproducirse anualmente hasta 2030.

Son previsiones que pueden incluso quedarse cortas, aunque eso lo iremos viendo año a año, si bien en noviembre tendremos una aproximación más precisa. Será entonces cuando el consejero delegado del banco, Gonzalo Gortázar, presentará el nuevo plan estratégico 2025-2027 de CaixaBank, en el que se espera que explique las perspectivas de negocio, rentabilidad y remuneración al accionista para los próximos años.

Los bancos, no obstante, están más limitados que otras empresas, pues el Banco Central Europeo les exige unos niveles de activos y solvencia y les limita mucho la política de dividendos. A diferencia de compañías energéticas o constructoras, que pueden prometer dividendos fijos por acción durante tres o cuatro años, los bancos no pueden hacerlo porque tienen el pay out limitado.

El futuro (y el dividendo) de Naturgy, una incógnita

CaixaBank es la mayor fuente de ingresos de Criteria, pero no la única. El año pasado, los dividendos del banco ya fueron la mitad de lo que logró el holding de La Caixa gracias a sus inversiones. La segunda es Naturgy, con algo más de un tercio: en 2023, 388 millones de euros. Pero su futuro de retorno a Criteria es una incógnita.

Con la política actual de remuneración al accionista, la compañía que preside Francisco Reynés establece un mínimo de 1,4 euros por acción al año, lo que asegura al grupo La Caixa, que tiene el 26,7% de las acciones, más de 360 millones al año. Este plan es vigente hasta 2025, fecha en la que vence el actual plan estratégico de la energética, y la remuneración futura no se conoce.

Pero lo que perciba Criteria de Naturgy en el futuro también es una incógnita porque está por ver qué participación tiene cuando resuelva los problemas accionariales que vive la cotizada. GIP y Rioja (CVC y Corporación Financiera Alba) suman un 41% de Naturgy, pero quieren salir tras cubrir su ciclo de inversión. Para ello, La Caixa intentó llegar a un acuerdo con Taqa, para comprar conjuntamente el 41%, pero las exigencias de la empresa emiratí dieron al traste con el pacto.

Ahora, como explicó el holding de La Caixa el lunes, busca opciones para resolver el futuro de Naturgy. El objetivo es encontrar un socio a largo plazo que esté de acuerdo con el plan para hacer crecer la compañía. La cuestión es que en función de la solución que se encuentre, y si supone que Criteria gane peso o lo pierda –poco probable–, su dividendo cambiará.

Telefónica gana importancia en Criteria

Telefónica ganará mucha importancia en los ingresos de La Caixa. La política de remuneración al accionista de la teleco que preside José María Álvarez-Pallete establece un retorno de 30 céntimos por acción al año hasta 2026. Lo hace en dos pagos anuales y, de hecho, el jueves hizo efectivo el primero, por el que Criteria recibió más de 40 millones. Con el 5% que tiene actualmente y mientras dure esta política, recibirá 85 millones anuales de la teleco, pero si llega al 10%, duplicará esos ingresos.

Estas tres compañías forman parte de lo que Criteria llama la cartera estratégica, una de las cuatro en las que se basa su plan hasta 2030 y, sin duda, la que da más retorno, porque se trata de empresas muy grandes y tienen en ellas participaciones significativas.

El plan estratégico que presentaron Fainé y Simón prevé que el crecimiento esté en otras dos carteras, la de diversificación, que incluye inversiones que ya no son tan a largo plazo, como Puig y ACS, y la cartera de capital privado, que invertirá en compañías de entre 100 y 150 millones de facturación de sectores como tecnología, pharma, biopharma y retail, y también en fondos de inversión. Ambas sumarán un 35% del peso total de los activos de Criteria, mientras que el inmobiliario mantendrá su 10%.