CaixaBank y BBVA confirman que la morosidad ha empezado a subir en el tercer trimestre del año, justo cuando se ha cumplido un año desde la primera subida de tipos de interés iniciada en julio de 2022. Esta subida se empieza a observar principalmente en las hipotecas, las más afectadas por el repunte del euríbor, que ya alcanza el 4,1%. Sin embargo, el primer y tercer banco del país, entienden que la subida de la tasa de mora no será significativa y descartan, por tanto, que se produzca una oleada de impagos.
Así lo han puesto de relieve Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank, y Onur Genç, su homólogo en BBVA, este lunes en un encuentro del sector financiero organizado por KPMG y el diario Expansión, donde también estaba el vicepresidente del Banco Central Europeo, Luis de Guindos, quien precisamente ha indicado que, la menor actividad crediticia y el menor crecimiento económico ya está afectando a los préstamos dudosos y de hecho, "ya empieza a haber una acumulación de mora".
Desde que se inició el ciclo de subidas de tipos de interés, el BCE, los economistas y los propios bancos han advertido que la morosidad podría subir. Pero de momento esto no había ocurrido y de hecho, la tasa de mora se situó el pasado mes de julio (último mes del que hay datos del sector) en el 3,5%, en niveles no vistos desde 2008. Sin embargo, ese mes ya empezó a repuntar la morosidad de las hipotecas hasta el 2,49% desde el 2,38% del primer trimestre, y es en este tipo de préstamos donde empiezan a verse los primeros impagos.
"En conjunto, los niveles de morosidad no se están deteriorando, pero en el último trimestre hay una subida de la mora hipotecaria de 10 puntos básicos", recordaba Gortázar. El ejecutivo explicaba que una tercera parte se produce por la reducción de saldos (porque hay clientes amortizando hipoteca y porque están concediendo menos crédito) pero el resto sí se debe "a un cambio de tendencia" por el impacto de la subida de tipos. "Hay un deterioro, es lógico, pero no significo".
En este sentido, el CEO de CaixaBank descartaba que se vayan a producir "grandes impagos o desahucios" porque las entidades están dando facilidades a sus clientes, como las refinanciaciones o las ayudas mediante el Código de Buenas Prácticas. "Será una subida gradual, ordenada y lógica", insistía, que en cualquier caso no llegará a estar en el 6,3% registrado en el ciclo anterior. Una opinión que compartía el consejero delegado de BBVA, quien adelantaba que "hasta ahora" la subida de la morosidad "está dentro de las expectativas". Pese a ello, Onur Genç cree que la banca debe ser "prudente".
Gortázar: "El impuesto a la banca es de dudosa legalidad"
De Guindos, Gortázar y Genç también han coincidido en otro factor que puede afectar a la rentabilidad de la banca española y es la continuidad del impuesto a la banca. El gravamen que el Gobierno español aprobó el año pasado y que afecta (de momento) a los resultados de 2022 y 2023, podría hacerse permanente o alargarse mientras los tipos estén altos, algo que la banca rechaza.
El número dos de CaixaBank, que es quien más se ha explayado, comentaba que la opinión del banco es "clara", y es "no prorrogarlo". Además de que haría falta otra disposición legislativa, la que sacó adelante el actual impuesto "es de dudosa legalidad, lo que ha llevado a toda la banca afectada a recurrirlo", recordaba. "No se escogió un impuesto sobre beneficios, sino sobre ingresos, y se debe pagar pase lo que pase con los beneficios, independientemente de las circunstancias del ciclo. No me parece que tenga sentido, la banca debe ser útil, es el instrumento de la economía", comentaba.
El de BBVA también ha reiterado que es algo "negativo" para España y que la banca ya paga muchos impuestos.