CaixaBank cerró el primer trimestre del año con un beneficio neto atribuido de 855 millones de euros, un 21,1% interanual más, y el pago de 373 millones del impuesto extraordinario a la banca. La entidad ha definido el resultado como "sólido, fruto del dinamismo comercial y de la fortaleza del balance de la entidad, pese al contexto de incertidumbre financiera", en un comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) este viernes.
El consejero delegado, Gonzalo Gortázar, ha destacado que durante el primer trimestre la entidad ha tenido "una muy buena dinámica comercial en un periodo en el que la economía se ha mostrado más resiliente de lo previsto". La rentabilidad sobre recursos propios (ROTE) alcanzó el 10,5% a cierre del periodo, "todavía por debajo del coste de capital, aunque muy superior al 7,6%" de un año atrás, mientras que la ratio de eficiencia mejoró y bajó hasta el 48,2%. Gortázar ha resaltado "la privilegiada posición en liquidez y solvencia de la entidad", que ha añadido que cuenta con más de 132.000 millones de euros de activos líquidos y una ratio de capital del 12,6%, que ha definido como cómoda.
Ingresos de CaixaBank
Durante los tres primeros meses del año, CaixaBank incrementó en un 30,4% interanual los ingresos core, hasta los 3.449 millones de euros, con un crecimiento del 48,6% del margen de intereses, hasta 2.163 millones, y del 0,1% en las comisiones netas, con 937 millones. También aumentaron hasta los 68 millones los ingresos por dividendos tras el registro de la totalidad del dividendo de Telefónica, mientras que los ingresos de operaciones financieras se redujeron un 42,7%, hasta 82 millones.
"Estos aspectos explican que el margen bruto crezca un 16,7%, hasta 3.101 millones de euros, y el incremento de los gastos de administración y amortización recurrentes (+2,4%) hace que el margen de explotación aumente un 33,4%, hasta 1.659 millones de euros", ha añadido la entidad.
La ratio de morosidad de la entidad se mantuvo en "mínimos históricos"
Los recursos de clientes ascendieron a 614.608 millones a cierre de marzo, un 0,5% más, "gracias a la buena evolución en los productos de ahorro a largo plazo y a la recuperación de los mercados financieros". La entidad ha señalado que los activos bajo gestión aumentaron un 4,1%, hasta 154.007 millones, con suscripciones netas positivas cercanas a 3.800 millones y una "especial pujanza" de los fondos de inversión y los seguros de ahorro. La cuota combinada de depósitos y ahorro a largo plazo llegó al 26,5%, mientras que el crédito sano se situó en 351.215 millones a cierre de marzo.
Por segmentos, la cartera para la adquisición de vivienda siguió marcada por el aumento de las amortizaciones en un contexto de subida de tipos de interés, de manera que registró un descenso del 1,4%, mientras el saldo del crédito al consumo subió un 0,4% y el de empresas lo hizo un 1,2%. La nueva producción de crédito interanual siguió "fuerte por la resiliencia de la economía" y aumentó en todos los segmentos de negocio: hipotecas (+6%), consumo (+4%) y empresas (+21%).
La entidad mantuvo la ratio de morosidad "en niveles mínimos históricos", con un 2,7% a cierre del primer trimestre, y los saldos dudosos eran de 10.447 millones, con una reducción de 243 millones durante el periodo. Los fondos para insolvencias se situaron en 7.921 millones a cierre de marzo y la ratio de cobertura se incrementó hasta el 76%, dos puntos porcentuales más que en diciembre.
La entidad ha recordado que durante el primer trimestre se realizaron tres emisiones de instrumentos computables: 750 millones de euros de AT1, 500 millones de libras esterlinas de Tier 2 y 1.250 millones de dólares de deuda Senior Non Preferred.