BPI, la filial portuguesa de CaixaBank, tiene nueva directora financiera. El banco ha elevado a Susana Trigo Cabral -que ya era consejera y trabaja en la entidad desde hace 30 años- como CFO en sustitución de Ignacio Álvarez-Rendueles que dejó una vacante libre el pasado mes de marzo. Rendueles llevaba ligado al banco portugués 15 años. En una primera etapa como consejero no ejecutivo (2009-2016) y, desde 2017, como consejero ejecutivo con responsabilidad de director financiero.

En enero anunció su dimisión y en marzo dejó sus funciones oficialmente, hasta que finalmente Susana Trigo Cabral asumió sus funciones el pasado 26 de julio (hace casi dos semanas) después de recibir la autorización del Banco Central Europeo. Así ha informado BPI a la Comisión del Mercado de Valores (CMVM) -el equivalente a la CNMV española- en un comunicado donde indica que junto a la responsabilidad en finanzas, la nueva CFO también estará al cargo de la contabilidad, planificación y adquisiciones en el banco luso.

Susana Trigo Cabral lleva ligada al banco desde 1993 y forma parte del Comité Ejecutivo de BPI desde el pasado 1 de febrero, cuando se amplió a seis el número de miembros. Hasta la fecha era directora ejecutiva responsable de la gestión contable y presupuestaria. Ahora sube un escalón y se convierte en la nueva CFO de la entidad.

BPI tiene actualmente 1,86 millones de clientes, 4.386 empleados y 317 oficinas, se trata del cuarto banco más grande de Portugal, por detrás de Caixa Geral de Depósitos (propiedad del Estado), Millennium BCP y Santander Totta. CaixaBank aterrizó en su accionariado en 2017 a través de una opa que le dejó el 84,5% del capital en sus manos y que terminó de completar en 2018, cuando se hizo con el 100% de las acciones.

En el primer semestre, la filial portuguesa ha aportado al grupo catalán un beneficio de 185 millones de euros, sin contar con Angola, donde también está presente BPI. Las participaciones en BFA y Banco Comercial e de Investimentos (BCI) aportaron al resultado consolidado 41 millones y 17 millones respectivamente, según revelan sus cuentas.

Con todo, el beneficio de CaixaBank en Portugal aumenta casi un 50% respecto al del año pasado, principalmente por el empujón de las subidas de tipos, que han llevado su margen de intereses a dispararse también más de un 80% en el primer semestre; La mejora del resultado está en línea con la de Santander Totta, la filial lusa del banco que preside Ana Botín, que ha ganado 321 millones de enero a junio, un 43% más.

Sin embargo, el banco español que más ha incrementado su resultado -porcentualmente- en Portugal es Bankinter, que ha ganado en los primeros seis meses del año 85 millones de euros, un 184% más que hace un año y más que en todo 2022.