CaixaBank se coronó en 2022 como el rey de las hipotecas al disparar en más de un 100% la concesión de préstamos para comprar una casa. Pero durante 2023, en un contexto marcado por la alta inflación y los tipos de interés al alza, ha sido una de las protagonistas de lo contrario, de sufrir un fuerte batacazo de casi el 35%, al igual que el Banco Sabadell.
La firma de hipotecas cayó más de un 20% en España durante 2023 y la cuantía un 3%, registrando así los peores datos en casi una década, según las cifras publicadas por el Consejo General del Notariado. El elevado precio de la vivienda y la subida de tipos de interés frenó la demanda, aunque también es cierto que 2022 fue un año récord y superar esas cifras resultaba complejo.
Asimismo, la banca también ha reconocido que durante el año pasado subió los precios y cortó el grifo del crédito para evitar futuros problemas de impagos. De manera que el problema también fue de oferta. Sin embargo, las entidades confían en que este 2024 comience la recuperación y vaya floreciendo toda esa demanda embalsada de 2023.
De hecho, ya en el último trimestre del año pasado notaron una leve mejora del mercado hipotecario gracias a la caída del euríbor y a la bajada de precios realizada por algunas entidades. Aunque no ha servido para que todos los bancos salvaran sus números.
Según los datos recogidos por ON Economía, CaixaBank vendió hipotecas por valor de 9.328 millones el año pasado frente a los casi 14.300 millones de 2022, lo que supone un descenso del 34%. Sin embargo, el banco que dirige Gonzalo Gortázar destaca que en el último trimestre, entre octubre-diciembre, ya vendió un 21% más que en los primeros nueve meses, anticipando la recuperación del mercado.
Por su parte, la producción hipotecaria de Sabadell fue de 3.764 millones frente a los 5.742 millones de un año antes (también cae un 34%). Su consejero delegado, César González-Bueno, explicó en la presentación de resultados que en 2023 hubo “una enorme competencia en precios”, porque subieron pero “mucho menos” que los tipos.
Y en este contexto, la entidad catalana introdujo mejoras en la recta final del año para impulsar el negocio hipotecario. Por ejemplo, decidió reforzar el equipo de gestores hipotecarios y las condiciones de los préstamos. Por ello prevé en una mejoría durante este nuevo ejercicio.
La caída de Bankinter fue del 15%, por debajo de la media del mercado. El banco que dirige María Dolores Dancausa vendió nuevas hipotecas por valor de 3.700 millones incluyendo Evo, su marca digital. Sin Evo la cifra cayó aún más, hasta los 2.800 millones.
Sin embargo, se trata del segundo año de caídas para Bankinter, porque a diferencia de la competencia, no cerró un buen 2022. De hecho, el banco vendió ese año un 18% menos de hipotecas que en 2021, cuando alcanzó la cifra récord de 4.176 millones de euros.
Santander no ha compartido datos concretos sobre la venta de hipotecas en España en 2023, tan solo confirmó que, en línea con la mayoría del sector, vendió menos que en 2022 y que el saldo de su cartera se redujo un 4,9% (unos 2.900 millones), aunque en esta cifra también influye la amortización anticipada.
El banco confirmó también que en el cuarto trimestre comenzó la mejoría y de hecho, crecieron un 20% respecto al tercero. “La dinámica de crédito registrada a finales de 2023 incluso sigue este 2024, así que tendremos saldo positivo en el primer trimestre. Vemos una dinámica comercial fuerte”, indicaba el consejero delegado, Héctor Grisi.
BBVA, Abanca y Kutxabank salvan los números
En el lado opuesto están BBVA, Abanca y Kutxabank, que consiguieron batir a sus rivales y vender más hipotecas el año pasado a pesar del contexto. “En nuestro caso ha ido muy bien, la nueva producción ha crecido un 41%. Fuimos menos activos en el 2022, pero sí lo hemos sido en el 2023 y crecemos mientras el resto del sector decrece”, presumía el presidente de BBVA, Carlos Torres, en la presentación de resultados.
Hay que recordar que BBVA se quedó fuera de mercado en 2022 por sus altos precios y no cerró un año récord en hipotecas como el resto de entidades. También por este motivo ha cogido impulso durante el último ejercicio.
En cuanto a Abanca, declara en sus cuentas que su nueva producción de hipotecas en España creció un 15,3%, aunque en su caso también influye la reciente adquisición de Targobank.
Kutxabank también se ha salvado del desplome al vender más hipotecas que en 2022, en concreto, un 2,5% más. El banco vasco cerró operaciones por valor de 3.172 millones de euros en 2023, lo que supone 80,5 millones de euros más que un año antes. La entidad destaca que su cuota de nueva producción se ha elevado hasta el 8%.
De esta manera, adelanta a Unicaja e incluso a Bankinter, que según ha desvelado, alcanzó un 7% de nueva producción el año pasado.