En el último año, Santander, BBVA y Abanca han topado las hipotecas de sus trabajadores hasta un interés máximo de entre el 1% y el 2,2%, según lo acordado en cada entidad. En Sabadell, les han permitido el cambio de variable a fijo. Los empleados de banca, que habitualmente tienen mejores condiciones que los clientes, no podían acogerse a las medidas que se han puesto en marcha para los hogares vulnerables y reclamaban algún tipo de ayuda ante la imparable subida de tipos de interés, que ya llegan al 4,5%. Sin embargo, en CaixaBank y Unicaja, se resisten a negociar con los sindicatos una rebaja.
Desde SECB, el sindicato con mayor representación en CaixaBank, indican que llevan todo el año exigiendo a la empresa abrir una ‘Comisión de Seguimiento de Préstamos’ que finalmente llegó a finales de septiembre. Sin embargo, en la primera reunión “la empresa se limitó a escuchar las propuestas y no decidió nada”. Para la representación laboral es clave que haya “una negociación y que sea ágil”, explican. El banco revisa los préstamos de los trabajadores el 1 de enero y para ello toma de referencia el euríbor de este mes de octubre, que va camino de cerrar en el 4,2%. “La plantilla está nerviosa y por eso pedimos, como han hecho ya otras entidades, un tipo máximo de nuestros préstamos, además de ampliar plazos”.
Desde UGT recuerdan que Santander movió ficha a principio de año con las hipotecas para empleados para que estuvieran topadas de manera coyuntural, este 2023, en el 1,5%. Pero este mismo miércoles el banco que preside Ana Botín ha anunciado que alargará esta medida también a 2024. Asimismo, el pasado mes de julio BBVA llegó a un acuerdo con los sindicatos para que los empleados tuvieran un mejor precio que sus clientes, limitando al 2,20% sus hipotecas tanto de primera como de segunda vivienda. En Abanca incluso se ha bajado el interés máximo al 1% este año, cuando el euríbor ya rozaba el 4%. Una mejora de la que su plantilla disfrutará este 2023. Y en Sabadell, donde los sindicatos pidieron ya el año pasado una conversión de variable a fijo, se han abierto dos ventanas para hacerlo, una en 2022 y otra este 2023.
“En todas estas entidades han sido capaces de aunar esfuerzos, pero no en CaixaBank, que además es el banco más cuantioso en plantilla” con más de 36.000 trabajadores. Según las cifras aportadas por este sindicato, a cierre de 2022 había 30.000 empleados de la entidad con préstamos, aunque aquí se incluye a trabajadores que se han ido en el ERE, pero que siguen manteniendo las condiciones que tenían cuando estaban en activo. En total, el capital vivo ascendía a unos 5.000 millones de euros.
Unos 30.000 trabajadores de CaixaBank tienen un préstamo en el banco
“Pedimos que se tomen medidas para rebajar la carga hipotecaria, máxime cuando el resto de bancos ya lo están haciendo. Y más siendo líderes en beneficios en España”, comentan desde UGT. El banco que dirige Gonzalo Gortázar les hizo una oferta, sin negociar, que los sindicatos han rechazado. “Pedimos una reunión y tras meses de espera, finalmente se celebró a finales de septiembre, pero nos sorprendieron porque solo se recogieron las opiniones de sindicatos. A la reunión tendrían que haber venido con propuestas, no con las manos vacías”.
Desde CC. OO. recuerdan que ya en primavera de 2022 emplazaron al banco a negociar, cuando el euríbor se tornó a positivo y “era más que evidente” que empezaría a subir. Pero entonces la respuesta de CaixaBank fue que la subida de tipos “sería sumida sin problemas por la plantilla”. Un año y medio después, y con el euríbor en niveles no vistos desde 2008, insisten en que “se deben topar los tipos de interés de los préstamos y reducir el impacto que están teniendo en la cuota”. Todos los sindicatos coinciden en que puede producirse “una fuga de préstamos” de la plantilla a la competencia si la entidad no les mejora estas condiciones.
La plantilla de Unicaja pide un tope más bajo
En Unicaja, que cuenta con 7.700 trabajadores, viven una situación parecida a CaixaBank. La entidad malagueña decidió de manera unilateral (sin negociar) topar al 2% las operaciones de compra de vivienda acogidas a convenio colectivo y aquellas libres que se destinaron a la compra de la vivienda habitual, “pero han dejado a tipos de mercado todas las operaciones que no se ajustan a estas finalidades, entre ellas las que han pedido los trabajadores para afrontar reformas en sus viviendas y demás”, explican desde el sindicato Suma+T.
“Es uno de los asuntos que llevamos reclamando meses. Creemos que la empresa debe hacer un esfuerzo, ya que, en multitud de casos, la plantilla paga más interés que los clientes”. En Comisiones Obreras comentan que ya intentaron alcanzar un acuerdo con el banco, un tope, pero al final fue Unicaja de manera independiente quien decidió topar solo los prestamos convenio para adquisición de viviendas. "Nosotros queremos negociar un tope más bajo y que no solo sea para adquisición de vivienda, también para otras finalidades relacionadas con la vivienda habitual".
Desde UGT insisten en la propuesta que llevan planteado desde que subió el euríbor, tipos al 0% y fórmulas de refinanciación o incremento del periodo de amortización para rebajar con ellos las cuotas de los préstamos.