El Grupo Caja de Ingenieros quiere reequilibrar sus líneas de negocio con una clara apuesta por la banca personal e intensificará la captación de clientes de rentas medias y altas, por encima de los 100.000 euros, hasta el punto que esta área le reporte un 50% del volumen total de recursos gestionados para la cooperativa de crédito y corresponda al 20% del número de socios, que también espera que crezca progresivamente en los próximos años. El propósito que se ha marcado para el 2026 la dirección de la caja, que dirige Joan Cavallé, supone "dar un salto" en el negocio de banca personal y prémium para conseguir que aporte siete puntos más de negocio, pasando del 43% actual a un 50%, y volver a la esencia tradicional de Caja de Ingenieros. Esta maniobra financiera comportará la reducción del negocio a particulares, que ahora llega al 45% del total. En el 2022, el volumen total gestionado del Grupo Caja de Ingenieros aumentó un 6%, en comparación con el 2021, y se situó en 10.526 millones de euros. El volumen de negocio de los socios (que incluye los recursos gestionados de socios, el crédito bruto gestionado a la clientela y los valores depositados de socios) se mantuvo prácticamente sin variación en 8.243 millones de euros (un aumento de 0,1%). Para el 2023, en el plan estrictamente financiero, el grupo espera cerrar el ejercicio con una rentabilidad -ROE- del 7,5%, y se ha fijado como objetivo elevar la rentabilidad al menos hasta el 9%, en el 2026.
Con respecto al conjunto de los clientes, los hitos que se ha marcado el Grupo Caja de Ingenieros es alcanzar a los 250.000 socios en el 2026, delante de los 215.000 actuales. Sin embargo, Cavallé se da por satisfecho si se consiguen 12.000 o 15.000 socios más este año, en lugar de los 20.000 que se habían propuesto, y subraya que Caja Ingenieros no es una entidad que se dedique a hacer "ofrecidos" para captar clientela, sino que busca una relación de largo plazo con sus clientes.
La entidad se vio beneficiada en el 2017, en pleno procés independentista, por la marcha de clientes de aquellos bancos que decidieron situar su sede social fuera de Catalunya. "En dos años captamos a 35.000 socios", ha asegurado Cavallé, en declaraciones recogidas por Efe. Con respecto a la diversificación territorial del negocio, la cooperativa de crédito aspira a mantener la proporción actual: el 60% de su negocio viene de clientes de Barcelona, otro 20% del resto de Catalunya y el 20% restante del resto de España.
El director general de este grupo, Joan Cavallé, ha desgranado estos detalles del nuevo plan estratégico de la entidad, que tiene por horizonte en el 2026, coincidiendo con la presentación de la renovada identidad corporativa de la entidad, que ha pasado a llamarse Grupo Caja Ingenieros, para destacar a su logotipo su rol de "banca cooperativa" e incorporar un propósito de marca de corte social: "Humanizamos tus finanzas". Además de actualizar la imagen después de 55 años de historia, el grupo se marca como objetivo ser un referente en banca cooperativa, en inversión socialmente responsable, en sostenibilidad y mantener al mismo tiempo su independencia financiera. La nueva identidad corporativa, del grupo que preside Fèlix Masjuan, también implica un cambio de logotipo, con un nuevo icono inspirado en la Cruz de Malta o Rueda de Ginebra, que rinde homenaje a sus orígenes en el mundo de la ingeniería.
Más amortizaciones anticipadas de hipotecas
Con respecto a la evolución del negocio este mismo año, Cavallé ha explicado que el último año se ha disparado la amortización de hipotecas, hasta el punto que se ha cancelado -vía amortizaciones totales o parciales- "un 10% de la cartera hipotecaria" de la cooperativa, cuando el normal sería entre un 3 o un 4%. En cambio, la producción de hipotecas se ha reducido a la mitad, ha asegurado al directivo bancario. En el 2022, la inversión crediticia gestionada (bruta) -que aporta una tercera parte de los ingresos de la entidad- creció un 3,7%, hasta 2.170 millones de euros, aunque los créditos de nueva concesión bajaron un 8% con respecto al ejercicio anterior, hasta 560 millones de euros. Este descenso estuvo motivado por la caída de la demanda de financiación procedente de empresas e instituciones (un 17%), que se pudo compensar parcialmente con el incremento de los préstamos a particulares (un 6% superior). Al cierre del ejercicio, los préstamos en el tejido empresarial representaban un 26,6% de la inversión crediticia bruta total, fruto de la apuesta firme del Grupo por el área de Banca de Empresas.