Las ayudas a hipotecados vulnerables, recogidas en el Código de Buenas Prácticas que el Gobierno español y la banca pusieron en marcha a principios de 2023 no están funcionando como se esperaba. El Ejecutivo calculó que ante la imparable subida de tipos de interés y del euríbor, podrían beneficiarse de estas ayudas hasta 1 millón de hogares en dos años, pero el Banco de España desmontaba este argumento esta misma semana, cuando reveló que apenas se han recibido 42.000 solicitudes hasta septiembre y además, casi el 50% de ellas están siendo rechazadas por las entidades porque no se cumplen los requisitos.
Dada la situación, la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, asume que esas ayudas se deben mejorar para que lleguen a más familias que se estén viendo afectadas por el encarecimiento de la cuota hipotecaria, que en algunos hogares está siendo de hasta 300 euros al año. Así que este viernes ha confirmado que una vez se forme el Gobierno de manera definitiva se dará cita con la banca para mejorar estas ayudas.
"Yo espero que cuanto antes, en cuanto se forme el nuevo Gobierno, podamos convocar la reunión de seguimiento de las medidas de apoyo a las familias hipotecadas, junto con el sector financiero, para poder ampliar el ámbito de aquellas que se benefician de la extensión de los créditos hipotecarios y la congelación y el alivio de los tipos de interés", revelaba Calviño en unas jornadas organizadas por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) en Madrid.
La última vez que la banca y Economía se dieron cita para trata este asunto fue en junio, precisamente en vísperas de las elecciones generales, y Calviño ya deslizó que el Código requería mejoras, algo que la banca rechazó y sigue rechazando. El sector financiero justifica que, si el número de solicitudes es bajo, se debe a que la economía avanza mejor de lo esperado y el empleo también, lo que está haciendo que los hogares no tengan dificultad para pagar su hipoteca. También defiende que se están haciendo muchas refinanciaciones y por eso no todos los deudores tienen que acudir al Código.
Su argumento es muy distinto al de algunos miembros del Gobierno, como la vicepresidenta Yolanda Díaz, que lleva advirtiendo desde hace meses que estas ayudas no están funcionando por como se ha redactado el Código y no, porque las familias no estén pasando apuros. Díaz está siendo la más crítica con la banca a nivel general, desde que subieron los tipos. No solo por estas ayudas, también por sus elevados beneficios. Y de hecho quiere hacer permanente el impuesto a la banca, como se recoge en el proyecto de Gobierno de coalición PSOE-Sumar.
Sea como sea, lo cierto es que la banca siempre ha mantenido mucho secretismo con las cifras de solicitudes del Código de Buenas Prácticas, lo que también ha generado cierta alarma sobre el motivo de esta opacidad. Tan solo CaixaBank ha revelado cuantas han recibido. El banco catalán, que es el más grande del país en clientes, ha gestionado unas 6.000 hasta septiembre.
En cualquier caso, si Calviño consigue convencer a la banca y hacer una ampliación de estas ayudas, tendrá que esperar a que haya un Gobierno conformado, hasta entonces las medidas acordadas no podrán negociarse ni aprobarse. Distintas fuentes apuntan a que podría ser ya la semana que viene cuando se forme un nuevo Gobierno de coalición, en tal caso, el plazo máximo expira el 27 de noviembre.
Casi un 50% de las ayudas se rechazan
El Banco de España publicaba esta semana el Informe de Estabilidad Financiera de otoño de 2023, donde advierta que, la carga financiera de los hogares con deudas, sobre todo con hipotecas, es cada vez mayor por las continuas subidas de tipos de interés y todavía será aún mayor en los próximos meses porque no se ha trasladado toda la subida del euríbor, que ya roza el 4,2%. El supervisor cree, de hecho, que las hipotecas seguirán subiendo hasta junio de 2024.
También desvela que las ayudas a hipotecados vulnerables que puso en marcha el Gobierno y la banca para reducir, precisamente, esa carga financiera, "han sido limitadas" con respecto al número total de hipotecas vivas. En concreto, han llegado a menos del 0,4%. Asimismo, el supervisor destaca que las entidades han rechazado casi el 50% de las solicitudes por no cumplir los requisitos que se exigen para adherirse al programa.
El organismo que dirige Pablo Hernández de Cos indica que en los primeros siete meses de 2023, el número de solicitudes a los dos Códigos de Buenas Prácticas (el de 2012 y el de 2022) ha sido de algo más de 42.000. Un número que considera "limitado" con respecto al número total de hipotecas vivas -suponen menos del 0,4%- y también respecto a las que cumplen las condiciones para acogerse. Además, es un número muy alejado del previsto, que era de medio millón cada año, en 2023 y 2024, que es cuando estas ayudas estarán en vigor.
El Banco de España también revela que el porcentaje de operaciones realizadas (el 8% del total) "ha sido reducido" en relación con el volumen de solicitudes. Si bien todavía hay un 40% que están pendientes de resolverse. En este sentido, destaca también que "alrededor del 50% de las solicitudes han sido rechazadas", un porcentaje "muy elevado" por no ser elegibles de forma objetiva para el programa.
Pese a ello, el Banco de España se pone del lado de las entidades y cree que es pronto para hacer cambios. En el informe explica que el período de tiempo transcurrido desde el comienzo del año, cuando entró en vigor el nuevo Código de Buenas Prácticas, es todavía reducido. Por ello, considera necesario mantener una monitorización estrecha del desarrollo de estas medidas en función de la coyuntura macrofinanciera.