Las ayudas a hipotecados puestas en marcha por la banca (tras acordarse con el Gobierno español) en enero de 2023, han llegado a 55.000 hogares, una cifra muy reducida si se compara con las previsiones iniciales, que estimaban una acogida de más de un millón de hogares. En este contexto, el Ejecutivo ha ampliado este lunes el umbral de ingresos hasta los 38.000 euros para que más familias puedan acogerse a estas ayudas, recogidas en el Código de Buenas Prácticas. 

Además, el Gobierno ha extendido un año más la amortización gratis de hipotecas, dado el contexto de elevados tipos de interés, que llevan instalados en el 4,5% desde septiembre tras diez subidas. Así como la conversión de hipotecas de tipo variable a fijo, gratis. Como novedad, el Ejecutivo amplía la gratuidad a la conversión de variable a mixto durante 2024.

Por su parte, se mantendrá la congelación de la cuota hipotecaria durante 12 meses y la extensión del plazo de amortización durante 7 años. El Banco de España calcula que puede haber hasta 100.000 hogares adicionales que se vean beneficiados por la subida del umbral de ingresos. 

Así lo ha puesto de relieve Nadia Calviño este lunes tras reunirse con las patronales de banca (AEB, CECA y Unacc), además del Banco de España y las asociaciones de usuarios en el Ministerio de Economía. En la comparecencia pública después de esta cita, la última de Calviño con la banca como ministra económica tras haber sido elegida presidenta del BEI, la vicepresidenta y ministra ha evitado por completo hablar del impuesto a la banca tras el revuelo de los últimos tres días.

Calviño evita hablar del impuesto

Nadia Calviño sorprendió al sector financiero el pasado viernes cuando se abrió por primera vez a revisar el impuesto a la banca, después de negarse a hacerlo en ocasiones anteriores y sobre todo, después de que Yolanda Díaz, líder de Sumar, firmara con Pedro Sánchez un acuerdo de coalición para la investidura donde se incluía hacer permanente en el impuesto a la banca cuando finalizara la aplicación temporal de dos años, del 2023 y 2024.

Toda la banca esperaba tener más certidumbre sobre las declaraciones de Calviño en la reunión de este lunes, pero el ministerio de Economía bajaba la expectación este domingo cuando recordaba que el motivo de la reunión era revisar el Código de Buenas Prácticas y no el impuesto.

Además, se retractaba sobre el anuncio realizado dos días antes y aseguraba que el Gobierno no contemplaba la modificación del impuesto a la banca "en estos momentos". Preguntada por ello este lunes, la vicepresidenta evitaba hablar del asunto. "No hay ninguna novedad, nuestras palabras están alineadas con la que prevé el acuerdo de gobierno (refiriéndose al de Yolanda Díaz). Y son también las que se prevén en los textos legales aplicables", ha insistido hasta en dos ocasiones.

Podemos pide alargar el impuesto

En el contexto de este encuentro, el portavoz de Podemos, Pablo Fernández, ha pedido a la ministra económica que aumente "de forma sustancial" el impuesto temporal a las entidades financieras y que se convierta en "estructural" y "permanente", teniendo en cuenta los beneficios "desorbitados" que los bancos han registrado en los últimos meses, según recoge Europa Press.

"Lo que la vicepresidenta primera debería trasladar a esa patronal bancaria es que el impuesto a la banca debe ser estructural, debe ser permanente y ha de incrementarse de forma sustancial ante los beneficios exorbitados que sigue teniendo la banca en este país".

Para justificar el porqué debería ser permanente, Fernández ha recordado que entre enero y septiembre las cinco principales entidades bancarias de este país (Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell y Bankinter) han tenido unas ganancias por encima de los 19.760 millones de euros, un 24% más de lo que obtuvieron durante el mismo periodo del año anterior.

La banca critica el impuesto 

Los portavoces de CECA, AEB y Unacc, que también han comparecido tras la reunión con Calviño, creen que era mejor no hacer modificaciones sobre las ayudas a hipotecados durante la vigencia del Código de Buenas Prácticas. Pese a ello, han respaldado las mejoras aprobadas por el Gobierno.

A su vez, han aprovechado para criticar el impuesto a la banca, con el que el Ejecutivo recaudará 3.000 millones entre 2023 y 2024. "En la reunión no hemos abordado el impuesto, pero la posición de los tres es bien conocida. Creemos que las entidades contribuyen a la recaudación y que el impacto fiscal evidente. Hemos alertado de sus riesgos y lo ha dicho también el BCE. Va en el camino contrario de la unión bancaria", indicaban.