Nadia Calviño prepara, junto al Banco de España, medidas adicionales al Código de Buenas Prácticas (en marcha desde enero) para que las ayudas a hipotecados puedan llegar a más ciudadanos, sobre todo, a familias de clase media que con los requisitos actuales no pueden acogerse a ellas y cambiar gratis su hipoteca variable a fija o alargar los plazos de devolución del préstamo.

Se trata de medidas que tienen que recibir el “si quiero” de la banca, pero que, en cualquier caso, la ministra de Economía espera tener listas cuanto antes para aprobarlas si consiguen formar Gobierno y que así empiecen a funcionar de manera inmediata. Pues las que ya están en vigor no están funcionando como se esperaba.

Calviño se ha mostrado muy crítica con la banca, a quien ha tenido que recordar en público en varias ocasiones que su deber es informar a los clientes de que pueden solicitar las ayudas si están teniendo dificultades para pagar su hipoteca, que se ha encarecido en casi 3.000 euros en solo un año después de nueve subidas de tipos. También ha criticado que no hubiera oferta de depósitos por parte de la gran banca, aunque en este aspecto, empieza a haber respuesta.

Y es que, los grandes bancos han empezado a remunerar el pasivo. CaixaBank, la entidad más grande del país, lanzó esta semana su primer depósito y lo hizo solo dos días después de reunirse (junto al resto de bancos españoles) con la vicepresidenta del Gobierno, que justo les había insistido en el encuentro en que “debían mejorar la remuneración de los depósitos”, como ya había hecho en ocasiones anteriores.

Ante la pasividad de la banca, Calviño incluso había encargado el pasado mes de junio a la CNMC y al Banco de España que estudiaran por qué los bancos no estaban siendo competitivos con su oferta de depósitos a pesar de que los tipos de interés ya están al 4,25% y, sin embargo, sí están trasladando estas subidas a las hipotecas. Pero esta semana ya se ha dado un primer paso por parte de una gran entidad, lo que ha hecho estallar la guerra de depósitos.

Pues tras CaixaBank, entidades de menor tamaño como ING, Arquia Banca o MyInvestor también han lanzado o han mejorado los suyos. Y esto podría animar al resto de entidades. Sin embargo, a Calviño se le siguen atravesando las hipotecas, en concreto, las ayudas para familias vulnerables y de clase media que entraron en vigor en enero y que, nueve meses después, las cifras ponen de relieve que no está funcionado.

Las últimas disponibles desvelan que la banca ha recibido unas 33.000 solicitudes, pero el Gobierno calculaba que se podrían acoger al Código un millón de personas en dos años, unos datos que están hoy muy alejados de la realidad. Por eso, Calviño deslizó en junio que iba a empezar a preparar medidas adicionales. Así, en la reunión de este lunes, recordó a los bancos que su Ministerio está trabajando junto al Banco de España “en la aplicación de los distintos mecanismos disponibles” para mejorar la protección de las familias afectadas por el alza del euríbor, que ha perjudicado a todos los que tienen hipotecas a tipo variable.  

También el lunes, desvelaba en una entrevista realizada en Onda Cero que uno de los mecanismos en los que trabaja es en que las familias puedan ampliar el plazo para pagar la hipoteca en hasta 7 años, una medida que ya había sido anunciada antes de las elecciones por el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez.

En la entrevista reconocía que el sector financiero “está fuerte” y las familias también, por eso los niveles de morosidad e impagos están en mínimos y no se están produciendo “situaciones terribles” como las vividas en la crisis financiera de 2008. “No obstante”, apuntaba, Economía quiere reforzar el apoyo para que las ayudas lleguen a más familias de clase media. Y también para estar preparados por si otras familias empiezan a pasarlo peor.

Y para ello, prevé aumentar el umbral de los ingresos mínimos para que se puedan beneficiar más ciudadanos de la extensión de la duración de hipotecas a siete años, o por si quieren cambiar a una hipoteca de tipo fijo, lo que puede ayudar ahorrar unos 300 euros al mes a las familias. “Trabajamos con el Banco de España para que en cuanto haya un Gobierno se puedan poner en marcha”.

En este sentido, la vicepresidenta explicaba que las ayudas se están consensuando con las entidades financieras para no “perjudicarás” y para que, en la medida de lo posible, dichas ayudas tengan “condiciones más beneficiosas” para los hipotecados que las que existen en otros países europeos.

Asimismo, Calviño confirmaba que si finalmente el PSOE consigue formar un Gobierno, en la nueva legislatura tendrá otra prioridad: sacar adelante la Autoridad de Defensa del Cliente Financiero, “que se quedó a las puertas de aprobarse” porque se anticiparon las elecciones a julio.