¿El retorno de la sede del Banco Sabadell en Catalunya habrá destapado la caja de los truenos y habrá un goteo de empresas que devolverán haciendo el camino inverso a la salida que acordaron los inicios del procés independentista? En general, los empresarios consideran que sí, que la decisión del Sabadell puede hacer de efecto dominó porque se trata de una gran corporación y es una de las principales empresas del Ibex-35. "El empresariado es muy mimético", hace notar al presidente de Pimec, Antoni Cañete.
Sin embargo, las grandes compañías que dejaron Catalunya en el 2017, como CaixaBank, quien todo el mundo tiene ahora en el punto de mira, o Naturgy y Cellnex, siempre que se les ha preguntado por esta cuestión, tienen una respuesta similar: "en estos momentos no está sobre la mesa".
Pero el mundo empresarial no pierde la esperanza, especialmente el presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, a quien desde la prudencia auguraba hace unos días que "habrá más noticias de retorno de empresas próximamente", pero desestimaba dar pistas a los medios de comunicación. Con cautela y discreción, la misma que muestran el resto de organizaciones empresariales consultadas por ON ECONOMIA. "Esto no va de sectores de actividad o de dimensión de las empresas; va de criterios empresariales, de tacticismo", insiste el presidente de Pimec.
Cabe decir que los empresarios aplauden la vuelta del Sabadell, pero al mismo tiempo, también valoran aquellas compañías que apostaron por quedarse y, por lo tanto, hay algunas voces patronales que "desmitifican" la determinación que ha tenido la entidad financiera y que, no olvidamos, antes mostró Laboratoris Ordesa, Cementos Molins o la más prematura, Agbar, que ya en septiembre de 2018 fijó de nuevo su sede social en Barcelona. Para algunos, la decisión del Banco Sabadell, después de más de siete años en Alicante, se enmarca en su estrategia en la batalla enfrente de la opa hostil que le ha lanzado el BBVA.
No obstante, sin desmerecer el anuncio hecho este martes por el Sabadell porque "se trata de una noticia muy positiva porque, entre otras cosas, demuestra que las empresas confían de nuevo en la seguridad jurídica restablecida en Catalunya", expone Oriol a Alba, secretario general de Cecot.
"Son decisiones empresariales muy respetables", manifiesta Antoni Cañete, ya que seguramente que "se sustentan en determinaciones accionariales, fiscales, de viabilidad, de cautela versus los clientes...; es un tema táctico". "El retorno es un ejercicio de normalidad -asegura Cañete- y de apuesta por la competitividad porque no tiene que ser fácil tener la estructura jurídica en un sitio y la productiva en el otro". "Tenemos que aplaudir las que se quedaron", enfatiza Joan Tristany, director general de Amec, una entidad que "no detectó la salida de Catalunya de ninguna de sus empresas asociadas".
Condiciones favorables para crecer
La incertidumbre y la inseguridad jurídica determinó la huida de empresas, especialmente después del referéndum del 1 de octubre de 2017. A las ya mencionadas hace falta añadir otros nombres como Catalana Occidente, Colonial, eDreams, Naturhouse, Oryzon Genomics, Colonial, Nexus Energia, Cepsa, Indukern, Codorníu, Pastas Gallo, Grupo Planeta, Banco Mediolanum, Bimbo o Applus+. Pero otras se quedaron: del Ibex no se movió ni Grifols, ni Fluidra, por ejemplo; y del resto, tampoco se marcharon aseguradoras como FIATC, o el Grupo Roca, Borges, Grupo Puig o las farmacéuticas Almirall, Esteve -que acababa de hacer una gran inversión en una nueva sede en la Zona Franca- o Ferrer Internacional, por fijarnos en algunas.
Todas las fuentes empresariales consultadas coinciden en el hecho que, más allá de seguir luchando para que "empresas relevantes vuelvan dado que -como decía Sánchez Llibre- es un gran paso para que Catalunya vuelva a ser la locomotora de la economía española", lo que hace falta también es que las que se han quedado –"sean catalanas o extranjeras", matiza Oriol Alba-, todas las que estén radicadas en el territorio, "encuentren un contexto favorable para desarrollar sus actividades, crecer, crear empleo y generar riqueza". "Eso es lo que más nos preocupa", coinciden.
El ecosistema 'business friendly'
Los empresarios dan un repaso de las principales demandas que, reiteradamente, elevan al Govern y a las diferentes administraciones para que se cree un marco, un ecosistema, business friendly versus la industria y los servicios; versus el tejido empresarial, en general.
"Hay empresas catalanas y otros establecidos en Catalunya que, a causa de las dificultades y rigidez que encuentran a las administraciones y en la telaraña burocrática, no pueden sacar adelante sus proyectos", explica el secretario general de Cecot. "Y la importante falta de presupuestos catalanes y estatales", añade Tristany.
Alba insiste en decir que, por culpa de este entorno, "Catalunya está perdiendo peso económico y competitividad", y el territorio vive de la suerte de ser todavía una zona con un cierto dinamismo en determinados sectores y con un tejido de empresas proveedoras muy potente. "Pero no tenemos que obviar que cerca tenemos territorios como Murcia, el País Valencià o Aragón que son un perfecto cebo para atraer nuevos establecimientos e inversiones empresariales porque ofrecen un marco más favorable," añade.
No es suficiente con trabajar para fomentar proyectos estratégicos para la economía catalana o para captar nuevas inversiones extranjeras porque, "si una vez identificados y planificados no pueden desarrollarse con una cierta rapidez y sin tener que luchar contra diversidad de obstáculos burocráticos que ralentizan la ejecución, acaban por no tener sentido estratégico", considera el secretario general de Cecot.
Tanto Foment del Treball como Pimec han insistido en el hecho de que Catalunya necesita tener presupuestos en un contexto económico lleno de incertidumbres geopolíticas, y reducciones en la imposición, para mejorar la competitividad del sistema fiscal catalán.