"Danone olvida sus orígenes" se lee en pancartas de los trabajadores de la fábrica de Parets del Vallès que protestan por los planes de cierre de esta planta. En realidad, la multinacional francesa Danone nació en Barcelona en 1919, hace más de un siglo, cuando Isaac Carasso Nehama, un comerciante de origen sefardí procedente de Tesalónica, abrió un obrador de yogures en la calle de los Àngels, en el barrio del Raval.

La catalana Danone se expandió por Francia en los años treinta del siglo pasado y, a partir de la década de los cuarenta, por los Estados Unidos, países en los que se estableció la familia Carasso, de manera que Barcelona quedó relegada como centro de decisión de la marca. Durante la Guerra Civil, se colectivizó la empresa y el fundador se fue a París y, antes de estallar la Segunda Guerra Mundial, su heredero, Daniel Carasso Moussafia, fue consciente de que tampoco estaba seguro en Francia por su origen judío y se trasladó a Nueva York. Una de sus hermanas, Flora, murió en 1944 en la cámara de gas de Auschwitz. Su marido, Jacques Levi, sobrevivió y consiguió volver a Barcelona, donde murió en 1989. Está enterrado en el cementerio judío del barrio de Les Corts.

Pese a que Isaac Carasso (Tesalónica, entonces parte del imperio otomano, 1874 – Bayona, en el País Vasco francés, 1939) y su hijo Daniel Carasso (Tesalónica, 1905 – París, 2009) trasladaron Danone a Francia, continuaron muy vinculados a la filial española, que siempre ha mantenido la sede en Barcelona. La familia Carasso tuvo representantes en el consejo de administración de la filial española y fue accionista de la misma hasta 2016.

Hace ocho años, Marina Carasso Covo (en la imagen superior), nacida en Nueva York en 1947, hija única de Daniel y nieta de Isaac, vendió el 6% que todavía le quedaba de la filial española por cerca de 200 millones de euros. Entonces, su marido, Jacques Alexandre Nahmias, abandonó al consejo de administración. De esta manera, los Carasso desaparecieron de la Danone española, pero no de la matriz francesa porque parte del importe de venta se abonó con acciones de esta última. Un año antes ya se habían marchado los otros socios familiares catalanes –los Botton y los Portabella- y los valencianos Fuster. Así, la matriz francesa pasó a controlar el 99% de la filial española de Danone.

En la actualidad, Marina preside la Fundación Daniel y Nina Carasso, con sedes en París y Madrid, dedicada al arte y a la nutrición. Esta entidad lleva el nombre de su padre y de su madre, la diseñadora de moda barcelonesa Nina Covo, que murió en París en el 2007.

En la propiedad de la filial española de Danone había otras familias catalanas como los Botton –también de origen sefardí y emparentados con los Carasso- y los Portabella –de la que forma parte el expolítico y cineasta Pere Portabella Ràfols y su sobrino Ricardo Portabella Peralta, que la revista Forbes sitúa en la posición 47 de su último ranking de fortunas españolas. Entre 2012 y 2017, Danone pagó, de manera escalonada, cerca de 1.700 millones de euros a sus socios españoles (Carasso, Botton y Portabella) por el 43% que poseían de la filial española, según informaciones de Expansión y El Mundo. Una parte del importe se abonó mediante un canje de acciones de la matriz francesa.

Los Botton

También de origen sefardí, esta familia está vinculada a Danone casi desde los orígenes y se emparentaron con los Carasso. Mario Botton (director del negocio) se casó con Juana, hija del fundador. Son los padres de Maurice Botton Carasso, de 93 años. Durante cuatro décadas fue jefe de investigación, desarrollo y calidad de Danone en España. En 2015 se vendió las acciones de la filial española, pero no trascendió el importe. También aparece en la lista de grandes fortunas de Forbes, en la posición 87. Está al frente del holding Germina Finance a través del que controla inversiones financieras e inmobiliarias. En los años ochenta creó La Gramanosa, una explotación de viña y olivos de Avinyonet del Penedès donde se produce un aceite prémium con esta marca. Hasta 2018 residió en esta masía.

Los Portabella

Cuando Isaac Carasso y su hijo Daniel se marcharon de España por la situación política confiaron el negocio al abogado ampurdanés Lluís Portabella Comte-Lacoste (Figueres, 1894 - Palau-sator, 1981), que dirigió la filial española durante 40 años y se convirtió en uno de sus accionistas. Se explica que, en octubre de 1940, Lluís Portabella llevó a cenar a su amigo Daniel Carasso al Ritz y, unas mesas más allá, estaba Heinrich Himmler, líder nazi de las SS que se encontraba en Barcelona porque quería visitar Montserrat. Eso acabó de convencer a Carasso de que se tenía que ir de España.

Lluís Portabella tuvo cuatro hijos. Uno de ellos es Pere Portabella Ràfols, que este febrero cumplirá 97 años, conocido como cineasta –produjo películas de Carlos Saura y Luis Buñuel y también ha ejercido de director– y por su pasado político como diputado y senador. Figuró de independiente en las listas del PSUC y después se vinculó a Iniciativa per Catalunya. Durante años promovió el "suquet", un encuentro veraniego de políticos y periodistas en su residencia ampurdanesa. Siempre ha estado muy unido a su sobrino Ricardo Portabella Peralta, que perdió a su padre en un accidente cuando solo tenía 3 años. Han realizado algún negocio juntos.

Ricardo Portabella Peralta heredó las participaciones de Danone de su padre –que también se llamaba Ricardo- y las de su tío Antonio, fallecido en 2011. Fue miembro del consejo de administración de la filial española de Danone hasta 2015, cuando intercambió su paquete de acciones por títulos de la matriz francesa. Su holding de cabecera es Anpora, que creó en Luxemburgo y donde reúne inversiones financieras, inmobiliarias y hoteles. Es una de las grandes fortunas del país, pero también uno de los ricos más desconocidos porque solo circula una fotografía suya de hace muchos años. El pasado verano cedió la presidencia de Anpora a su hijo Ricardo Portabella Jarosilova, de 26 años, si bien él se ha mantenido como consejero. Padre e hijo han fijado su residencia en Singapur, según informaciones de eldiario.es. También tiene una hija, Petra, pero no se dedica a los negocios, sino a la ciencia: hace dos años se graduó en matemáticas por la universidad californiana de UCLA.

Los Fuster

Entre los accionistas históricos también aparece la familia valenciana Fuster, propietaria de Granja Fuster, que fabricaba las marcas Nutria –leche, batidos y mantequilla– y El Miguelete –leche condensada– y que también regentaba establecimientos en la capital del Túria. La familia Fuster integró su negocio en Danone y se convirtió en socia. En esta fusión está el origen de la planta de Danone en Aldaia, donde la multinacional francesa planea trasladar la actual producción de la fábrica de Parets del Vallès. La cabeza visible de esta familia es Ricardo Fuster Soler, que desde la salida de Danone se ha centrado en el inmobiliario. Hace una década se vio salpicado por el caso Brugal que afecta al PP valenciano.

Apunte histórico

La historia de Danone empezó en Barcelona con Isaac Carasso, el comerciante que huyó de Tesalónica, actual ciudad griega, a raíz de las Guerras Balcánicas (1912-1913). Para salir del imperio otomano, contó con el apoyo del cónsul español en Tesalónica, el diplomático Antonio Suqué Sucona (Reus, 1866 – Barcelona 1956), que era el tío abuelo de Artur Suqué Puig, fallecido hace dos años y que fue el artífice del grupo Perelada. Cuando Isaac llegó al Raval ya conocía los secretos del yogur que había aprendido de unos comerciantes búlgaros. Después del fallecimiento de su esposa en 1917, Esther Moussafia, empezó con la producción de este producto, que casi nadie conocía y que solo vendía a farmacias.

Salvador Illa, líder del PSC, en la visita que hizo a la planta de Danone en Parets del Vallès / Europa Press

Isaac Carasso consiguió el apoyo del Colegio de Médicos de Barcelona, que aconsejaron el consumo de yogur para mejorar la salud. El 1927 abrió una nueva fábrica a Barcelona, en la calle Córcega, y otra en Madrid. Aquel mismo año, su primogénito, Daniel, al que llamaban Danon, de aquí sale el nombre de la marca, se estableció en París. A finales de la década, ya había puesto en marcha la Societé Parisienne du Yoghourt Danone y, en los años siguientes, expandió los puntos de venta. Danone pasó a ser francesa.