Vanesa y Denia Martínez están en la actualidad el alma mater del grupo de fragancias y aromas Carinsa. A las directivas les gusta decir "con orgullo" que "alma" es una palabra mayúscula porque, para ellas, equivale al nombre de su padre, Alberto Martínez, un ingeniero químico y "un emprendedor" que creó la empresa en 1993 y la capitaneó "con el apoyo de nuestra madre hasta el 2005". Aquel año, la muerte subtada de Alberto Martínez, dejó la compañía en manos de las herederas. La madre, Isabel Chamorro, es todavía la principal accionista del grupo y "quien lo controla todo sobre la familia". De hecho, nueve de sus 12 accionistas pertenecen a la familia.
El grupo Carinsa es mucho más que una empresa: "es el legado de nuestro padre, y nuestra historia familiar". "Carinsa es para nosotras -dicen- un proyecto de vida que nos permite hacer un mundo mejor, menos insípido, y aportar a la sociedad". Alberto Martínez les inculcó que el esfuerzo, el trabajo duro, el sacrificio y el compromiso son imprescindibles para sacar adelante cualquier proyecto empresarial. "Nuestro padre también nos enseñó a afrontar los problemas. En una empresa siempre hay obstáculos en el día a día, pero los tenemos que asumir y mirar de resolverlo de la mejor manera posible. Siempre nos decía que teníamos que tener un plan A, plan B y un plan C para adaptarnos a cualquier circunstancia. Eso nos permite convertir las adversidades en oportunidades de crecimiento", añaden.
Para ello, Vanesa Martínez, consejera delegada con formación en económicas, y Denia Martínez, vicepresidenta y licenciada en telecomunicaciones, trabajan "con la ilusión de generar un impacto positivo, tanto en nuestros clientes como en el conjunto de la industria, manteniendo siempre la esencia y los valores con que fue creada".
Arraigadas en la empresa familiar, ubicada en Sant Quirze del Vallès (Barcelona), las directivas no dejan de planear el futuro. "Nos falta tiempo para poder llevar a cabo todo lo que queremos hacer para que Carinsa sea un referente en su sector y tenemos un sueño: que los productos que lleguen al consumidor final pongan en su etiqueta "Con aromas y/o fragancias de Grup Carinsa". A pesar de ser una empresa B2B, eso querría decir que nuestra compañía ha cogido una gran reputación", manifiestan.
Nuevas instalaciones para ampliar producción
Para conseguir el sueño, tienen sobre la mesa de trabajo del espacio Esencia Carinsa -uno show room que acaban de abrir en el paseo de Gràcia de Barcelona- un importante proyecto de crecimiento industrial. Están en trámites para adquirir cuatro naves -todas ellas situadas también en Sant Quirze, al lado una de la otra y relativamente próximas a la fábrica actual- para ampliar por 10 la capacidad productiva. El objetivo es crecer exponencialmente y llegar a los 100 millones de euros de facturación el año 2030.

En la última década, su cifra de negocio ha incrementado en torno a un 30% y los resultados al cierre de 2024 marcan una facturación de 59,9 millones de euros y un resultado operativo (ebitda) de 20,2 millones de euros. Actualmente, el 57% de la facturación proviene de las ventas internacionales, con presencia en 58 países y filiales en Argelia, Marruecos, Turquía y Venezuela. El reto en internacionalización es entrar en diferentes países del àfrica subsahariana (Nigeria, Tanzania, Kenia, Ghana...); una región con mucho potencial para los aromas y las fragancias.
La estructura de la empresa se centra en el desarrollo, fabricación y comercialización de aromas, ingredientes funcionales y soluciones tecnológicas para la alimentación humana y animal; y fragancias, para perfumería, detergència y cosmética. Tiene las sociedades Carinsa y Paymsa.
Refuerzo en todas las áreas
El proyecto de crecimiento -del cual se reservan la cifra de inversión prevista- se realizará en varias fases. La primera nave estará en funcionamiento en enero de 2026 y se destinará a ampliar instalaciones y capacidad de producción de la división de alimentación. Las instalaciones actuales se mantendrán y se seguirán utilizando para nuevas áreas de negocio que ayuden a diversificar y ampliar las operaciones del grupo. En particular, las instalaciones de Paymsa, que actualmente acogen parte de la producción, serán reorientadas hacia otros negocios como la zootecnia o la creación de nuevos preparados.
Posteriormente, se prevé la construcción de una segunda nave para ampliar la división de perfumería (previsto para el año 2027), y una tercera y cuarta nave destinadas a servicios centrales y laboratorios.
Más a largo plazo, también se abrirán más espacios para seguir creciendo y apostando por la I+D, a la cual se destina anualmente el 20% de la facturación. El modelo de innovación se estructura en tres ejes: nutrición y salud, sostenibilidad y disrupción. El grupo es muy activo en el ámbito de innovación y ha desarrollado un largo listado de proyectos sea internamente o con colaboraciones con centros tecnológicos, entre otros partners, y siempre "ayudante y responden a la demanda del tejido industrial y de las tendencias de todos los sectores de actividad". "Carinsa es una empresa global en el segmento de las fragancias y aromas; de hecho solo nosotros y otra empresa tenemos todo el abanico de actividades y la producción en España", destaca Vanesa Martínez.
30 patentes, y las que vendrán
De esta innovación han surgido 30 patentes internacionales. Cuando las hermanas Martínez hablan, expresándose en catalán y castellano indistintamente, les gusta destacar el desarrollo de la gominola saciante, que ayuda a controlar el hambre y promueve la sensación de saciedad; y de la cafeína encapsulada para goma de masticar funcional, que contiene propiedades nootròpiques, es decir, está diseñada para estimular la función cognitiva y mejorar el rendimiento mental, impulsando la concentración. "Ya hay empresas en el mercado B2B interesadas en comercializar estos productos, que suponen un impulso a la división de confitería de la compañía".
Estos nuevos productos disruptivos se unen al conocido chiclé dual, que cambia de sabor después de un rato masticándolo. "También tenemos un chiclé antivirus, que tendrá finalidades de bienestar y sociales, ya que quien lo mastica no transmite los virus a las personas con las cuales convive".
Pero no todo es el que han conseguido hasta ahora. El futuro también cuenta para todo el equipo de de 180 profesionales -de 33 nacionalidades-, de los cuales un 30% son profesionales de I+D y un 20% doctores industriales, aromistas y perfumistas de las fragancias. La plantilla irá en aumento, superando previsiblemente a los 300 empleados. De hecho, el crecimiento industrial comportará "incrementar en un porcentaje de doble dígito la plantilla". Solo para el 2025 está previsto llegar a los 230 trabajadores con la incorporación de 50 nuevos perfiles profesionales.
Nuevas soluciones tecnológicas
Hoy por hoy, trabajan en dos nuevas patentes. La llamada Skin Care Cosmetic Composition, que introduce un nuevo ingrediente cosmético con propiedades antiarrugas e hidratantes. Esta innovación se basa en un delivery system avanzado que permite que los ingredientes activos lleguen al estrato adecuado de la piel mediante una aplicación tópica.
Esta tecnología revolucionaria facilita el uso en crema de ciertos ingredientes que hasta ahora solo se podían administrar mediante inyecciones intradérmicas en entornos hospitalarios. De esta manera, se democratiza el acceso a tratamientos efectivos para el cuidado de la piel, haciéndolos más accesibles y cómodos para los consumidores.
La segunda patente se centra en una nueva cepa del Lactobacillus plantarum, una bacteria probiótica con múltiples aplicaciones en el ámbito de la salud y la nutrición. Esta innovación abre nuevas posibilidades en el desarrollo de nuevos productos funcionales, contribuyendo al bienestar digestivo y a la mejora de la microbiota intestinal.

Aromas naturales para gazpachos o zumos
Pero no todo queda aquí, también están ocupados en el lanzamiento, ya el próximo año, de una nueva línea de aromas FTNF, los de origen natural, que están desarrollando en colaboración con varias compañías conserveras y con procesadores de frutas. Está muy encaminado a la tendencia de alimentación actual. El objetivo es obtener aromas naturales, recuperarlos de la naturaleza y poder incluirlos en los gazpachos o en los zumos. "Para este proyecto se requerirá uno nave concreta y la ubicación definitiva dependerá de los partners con los cuales colaboraremos", apuntan las directivas.
Al mismo tiempo, aprovechando las nuevas instalaciones, tienen en mente crear Carinsa Culinary Center. Este centro será un referente en la creación de nuevos ingredientes, preparados y soluciones tecnológicas para la industria de la alimentación, y estará diseñado para ofrecer formación y colaborar con otros agentes del sector. Mostraremos qué aplicaciones pueden hacer a nuestros clientes con nuestros aromas, fragancias y preparados en sus productos finales.

Esencia y Alma Carinsa
El contacto con los clientes y proveedores y todo el ecosistema de Carinsa es básico para Vanesa y Denia. Por eso, en el nuevo espacio Esencia Carinsa, justo en medio del centro de Barcelona, todos sus partners, sean nacionales o internacionales, pueden disfrutar de una experiencia inolvidable. El espacio Alma, dentro de Esencia, ha sido diseñado para ser una experiencia sensorial única e inmersiva. "Uno de los elementos distintivos de Alma es que recreamos desayunos con nuestros aromas, creando una experiencia inolvidable a través también de fragancias que evocan los cuatro elementos naturales: mar, fuego, aire y tierra", explican.
La disrupción que se respira en este espacio de atención a clientes y proveedores es también lo que inspira muchos de los proyectos. Porque en línea con la reformulación de aromas y fragancias, Carinsa está estudiando la implementación de tecnologías y algoritmos Deep Learning con inteligencia artificial que permitan ajustar el perfil sensorial de un aroma a las características organolépticas específicas determinadas por un cliente o tendencias de mercado.
Hay varias líneas de trabajo: ingredientes funcionales, encapsulación, proteínas, nutrigenòmica y neurociencia. "También tenemos nuevos ámbitos que ya estamos explorando: carne cultivada, biotecnología y objetivación del análisis sensorial, así como otros ejemplos como la acrilamida, alergénicos, envases y reformulación nutricional", anuncian a ON ECONOMIA. La compañía también está apostando por los postbióticos, que ofrecen muchas ventajas en determinados procesos y matrices alimentarias.

El Instituto Alberto Martínez
Cuando Carinsa celebró su 25.º aniversario, pronto se cumplirán siete años, se constituyó el Instituto Alberto Martínez en el IQS, donde Alberto Martínez, el fundador de la empresa, se licenció. El propósito máximo del Instituto es velar por el bienestar del consumidor y todo lo que eso implica. Para eso, las patronas del Instituto (Vanesa Martínez, Dénia Martínez e Isabel Chamorro) definieron, asesoradas por el doctor Javier Morán, los ejes principales en los cuales se tendría que enfocar el Instituto.
Su labor se centro en la colaboración con asociaciones y grupos de interés, a trabajar el conocimiento del consumidor, utilizando técnicas neurocientíficas y todas las nuevas tecnologías punteras, y en la divulgación, formación y educación, generando un conocimiento para que la sociedad sea, capaz de tomar decisiones con toda nuestra información al alcance, fomentando el debate entre expertos y divulgar de formar objetiva los conceptos científicos de la industria.
Fruto de esta iniciativa, también se fomenta la emprendeduría y se han creado los premios del Instituto Alberto Martínez Ortega. Será un jurado de profesionales independientes quien decida al ganador para las categorías de nutrición y salud, sostenibilidad y disrupción. Se tendrá en cuenta criterios de evaluación como la innovación, la diferenciación, el impacto, el talento y la estrategia ESG. El premio es de 3.000 euros y las start-ups podrán estar un año en las instalaciones de Esencia Carinsa recibiendo asesoramiento personalizado, con el objetivo de acelerarlas e impulsarlas.