Carlyle, gestora de capital riesgo estadounidense y socio mayoritario de Codorníu, ha activado la búsqueda de asesores para explorar opciones estratégicas que permitan maximizar el valor de la compañía catalana, incluida su venta. Según han explicado fuentes financieras, el proceso aún se encuentra en una fase muy inicial y forma parte de la rotación de activos habitual de los fondos de inversión. Carlyle compró la mayoría de la empresa catalana de cava hace más de seis años, en 2018, por 390 millones de euros.

La operación, adelantada por Expansión, tiene sentido también por el momento que vive la empresa. Según fuentes del sector, Raventós Codorníu está en un momento estratégico e histórico, batiendo récords de ventas y beneficio. Codorníu tenía 26 millones de euros de EBITDA en el momento de la adquisición por parte de Carlyle. Pero hoy en día, esa cifra se ha duplicado, y se espera que el negocio genere 50 millones de euros de EBITDA en el corto plazo. Tanto Carlyle como Codorníu han evitado hacer comentarios sobre la operación.

La compañía de cavas y vinos cerró el pasado ejercicio fiscal 2023-2024 (que va de julio a junio) con 232 millones de facturación y un beneficio récord de 39 millones, siendo los mejores resultados de Codorníu en los últimos diez años. La facturación, además, estuvo un 30% por encima de los niveles precovid, que son también los niveles preCarlyle.

Durante el último semestre, de junio a diciembre, la catalana ha seguido creciendo a este ritmo y prevé cerrar el año fiscal (en julio) con una facturación cercana a los 240 millones de euros y alcanzar un ebitda de 50 millones en el corto plazo. El negocio, liderado durante los últimos cinco años por Sergio Fuster, ha permitido a Codorníu posicionarse de manera competitiva en el sector. Internamente, el inicio de este proceso emprendido por Carlyle representa "una oportunidad significativa" para seguir fortaleciendo la posición del grupo en el mundo y para seguir generando valor a largo plazo, agregan.

Sergio Fuster habló en una entrevista en ON ECONOMIA, hace algo más de un año, sobre la posible salida de Carlyle del accionariado de la empresa, consciente que estaba cumpliendo el ciclo que acostumbra a ser habitual en un fondo de inversión. El CEO de Codorníu admitió que en algún momento saldría, pero opinaba que no sería pronto por el buen rendimiento que le está dando la inversión.