El caso Villarejo podría tener repercusiones negativas para el BBVA, más allá de las judiciales y reputacionales. La Audiencia Nacional ha propuesto juzgar al banco que dirige Carlos Torres por cohecho y revelación de secretos, en una causa que puede complicar la opa al Sabadell para hacerse con la totalidad de la entidad catalana. Los fondos de inversión que controlan participaciones importantes tanto en el BBVA como en el Sabadell, tienen criterios muy estrictos sobre corrupción, delitos y violación de normas éticas, que se traducen en ocasiones en la desinversión de las compañías sobre las que están presentes.

No sería de extrañar que, siguiendo la misma línea, aquellos fondos presentes en el capital del banco catalán decidieran no acudir a la opa propuesta por el BBVA. En este sentido, firmas como BlackRock, Norges Bank, Vanguard o Goldman Sachs controlan participaciones relevantes en ambos bancos, por lo que si la causa prosigue y termina confirmándose en condena para el banco español, la operación podría verse comprometida.

El juez de la Audiencia Nacional, Manuel García Castellón, ha propuesto juzgar por cohecho y revelación de secretos tanto al BBVA como al expresidente de la entidad, Francisco González, por la contratación de empresas vinculadas al excomisario José Manuel Villarejo entre 2004 y 2016. El auto publicado este jueves acerca al banquillo a la entidad, que lleva años inmersa en este caso ante la atenta mirada de sus grandes inversores.

El BBVA cuenta en su accionariado con BlackRock (5,9%), Capital Group (5,4%), Vanguard (4,9%), JP Morgan (1,4%) o Goldman Sachs (1,3%). De las entidades mencionadas, BlackRock (6,5%), Norges Bank (1,9%), Vanguard (1,3%) y Goldman Sachs (1%) también están presentes con participaciones significativas en el capital del Sabadell. Un desenlace judicial negativo para el banco podría repercutir tanto en desinversiones como en la negación de apoyo a la operación de compra.

En este sentido, firmas como Norges Bank, fondo soberano de Noruega, tienen estrictas normas sobre cambio climático, transparencia, respeto a los derechos humanos, o lucha contra la corrupción, que valoran en cada una de las operaciones que llevan a cabo. Durante el año pasado, el fondo noruego desinvirtió en diferentes empresas por motivos de conducta, por lo que no es descabellado que, en el caso de la opa, serán elementos clave a tener en cuenta para apoyarla.

En el caso de BlackRock, la mayor gestora de activos del mundo se guía por unos filtros de exclusión, denominados BlackRock Baseline Screens. Estos filtros con los que monitoriza sus fondos de inversión buscan "limitar y/o excluir la inversión directa, según corresponda, en compañías que, en su opinión, tengan exposición o vínculos" con "prácticas controvertidas", entre las que se encuentra la corrupción. 

No obstante, la presunción de inocencia es una baza con la que cuenta el BBVA ante sus inversores, por lo que mientras el caso no vaya a más, no se prevén grandes movimientos en ese sentido. En cualquier caso, la incertidumbre y la vigilancia a la que estará sometida el BBVA en los próximos meses ha aumentado con el auto del juez, en una causa que puede complicar al banco sus planes expansivos.