La empresa catalana de autoconsumo SolarMente cerrará el año alcanzando la rentabilidad, con una facturación de 7,3 millones, el doble que los 2,96 millones de 2023, cuando cerró con pérdidas de 1,18 millones, según cuenta el CEO y fundador, Wouter Draijer, que celebra que en octubre acabaron con un millón de euros de facturación en un solo mes gracias a una cartera de unos 3.000 suscriptores. La clave, según él, "un buen software y una buena atención al cliente, que está satisfecho y nunca ha cancelado una suscripción". En 2025 esperan también abrir en el mercado italiano y han incorporado baterías y aerotermias a su negocio.
El emprendedor holandés se muestra convencido del potencial de las placas fotovoltaicas de autoconsumo en España, aunque reconoce que "el mercado está fastidiado, con empresas muy fuertes sufriendo" después de que se desinflara el año pasado el boom que en 2022 propició la invasión de Rusia en Ucrania, que disparó los precios de la luz y convirtió al autoconsumo en una buena inversión para ahorrar, que cuenta además con subvenciones. "Otras empresas tienen un problema: instalan los equipos y nadie responde al teléfono", comenta en relación con la competencia y destacando la tecnología propia, con una app que permite fácilmente acceder a los datos de consumo y generación de cada instalación, como uno de sus mayores activos.
Las subvenciones, eso sí, tienen un problema: la empresa las gestiona y da el certificado al cliente, pero luego la administración tarda "entre tres meses y tres años en concederla". "Los clientes nos llaman para decirnos que no la han recibido, pero no somos el Gobierno, no es culpa nuestra", explica Douwer.
Conocida sobre todo por la inversión que aportó Leonardo Di Caprio hace unos meses (con una cuantía de la que no se informó), SolarMente ha creado "un banco propio de 50 millones de euros", cuenta Draijer, para financiar sus inversiones, con fuentes sobre todo internacionales ante la resistencia de los bancos españoles a prestar dinero.
El crecimiento desbocado de empresas del sector como Holaluz o Solarprofit les llevó después a una gran caída cuando se frenó el mercado, pero Draijer no tiene miedo de que eso le pase porque cree que "con un buen software, no es necesario crecer tanto en personal" y por tanto sus costes operativos no tienen por qué crecer al mismo ritmo que lo hace la facturación. Ahora mismo, cuentan con 84 trabajadores, casi el triple que los 24 con que cerraron 2023, después de fusionarse con las empresas también de autoconsumo Eltex y Builders.
Las perspectivas de crecimiento de SolarMente para 2025 son de duplicar su facturación y alcanzar los 15 millones, "aunque probablemente más", cuenta Dreijer. "El mercado no está en buen momento, con algunas empresas fuertes sufriendo caídas. La luz está barata, hay pocas subvenciones y tardan mucho en llegar y el consumidor sobre todo lo que quiere es ahorrar. Pero el mercado del autoconsumo es todavía muy bajo en España y creemos que es el futuro de la transición energética, que permite ahorrar mucho dinero al consumidor y que permitirá incluso ganar dinero cuando pueda vender luz a la red", desarrolla Draijer.
Apertura en Italia
SolarMente tiene ya oficinas en Mallorca, Valencia, Madrid y Alicante además de Barcelona y espera abrir en los próximos meses, además de en Italia, donde ven gran potencial de crecimiento, en Málaga, con una cobertura que, dice el CEO, alcanza el 99% del territorio español. Tras la compra de Eltex, su sede principal se ha trasladado a L'Hospitalet de Llobregat.
Actualmente, solo el 5% de los españoles tiene placas fotovoltaicas de autoconsumo en casa, pero casi un 40% se lo plantean, según una encuesta realizada este año por Triodos Bank. Pequeñas y nuevas empresas como Solarmente (de 2020), Samara, Octopus Energy, Solfy y otras luchan por algunas de las plazas en los tejados que Holaluz y Solarprofit han perdido, al menos en gran parte, aunque las grandes Iberdrola, Endesa, Naturgy y Repsol copan dos tercios del mercado, según datos del Sistema de Información de Puntos de Suministro publicado en julio por El Periódico de la Energía. Wouter se muestra de todos modos convencido de que con sus software propio y su atención al cliente ofrecen un producto "mucho mejor que las grandes".
Entre los éxitos de la fórmula de SolarMente destaca el modelo de suscripción. Al pagar 30 euros al mes por la instalación de las placas sin inversión inicial, la posibilidad de ahorrar hasta el 100% de la factura de la luz implica un beneficio sustancial para el cliente. Si decidiese darse de baja, se le retiraría la placa y se podría usar para otro cliente, "pero esto no ha pasado ni una vez, nadie se ha dado de baja de SolarMente", aclara Wouter. El crecimiento del mercado de baterías, la mayoría, como las placas, compradas a proveedores chinos, debe dibujar un futuro más rentable aún para este sector, pues permite almacenar luz cuando se produce pero no se consume -durante el día- para poder consumirlo durante la noche.
Wouter defiende además un sistema para que un coche eléctrico pueda utilizarse como batería. Se carga durante horas de sol en que está aparcado y sirve de batería para producir luz una vez se descargue para horas sin producción de fotovoltaica, de noche.
Integrar en una misma app la recarga del coche eléctrico, la aerotermia y el autoconsumo de fotovoltaica de un domicilio para optimizar su demanda y eficiencia es una de las apuestas de SolarMente, que tiene la ambición y la convicción de ser diferencial en el sector después de conseguir uno de los hitos más difíciles y poco habituales entre las start-ups: la rentabilidad. "Es beneficio casi cero, porque todo lo que ganamos lo invertimos", aclara Draijer.