La catalana dnota distribuye tecnología para controlar la calidad del aire a más de 70 países. Este año prevé doblar la facturación, que en 2024 se situó en 6,5 millones de euros, de los cuales 1,5 millones provinieron del mercado internacional.

Esta compañía distribuye la tecnología desarrollada por Bettair, una start-up catalana de la que es accionista. Con un enfoque dirigido a ciudades de más de 50.000 habitantes, dnota implementa una tecnología innovadora que utiliza sensores capaces de monitorizar con alta precisión la contaminación a gran escala.

Actualmente, la compañía está presente en mercados de toda Europa, Norteamérica, América Latina y Asia. Durante 2024, vendieron cerca de 500 dispositivos por todo el mundo. Su objetivo es seguir duplicando estas cifras los próximos años.

dnota se fundó el año 2009 y, en la actualidad, participa en el capital de Bettair i Microbial (un laboratorio especializado en microbiología de alimentos y aguas con sede en Girona). Dispone de una oficina central en Sant Just Desvern, una filial en Miami y una plantilla de 70 trabajadores.

Para llevar a cabo el proceso de expansión internacional, dnota cuenta con el apoyo d'Acció, la agencia de la Generalitat dedicada a la promoción de la empresa catalana en el exterior.

En un comunicado difundido por el Departamento de Empresa de la Generalitat, el director general de dnota, Óscar Navarro, destaca que el desarrollo del sensor de calidad del aire "más preciso del mundo" ha sido clave para "abordar con éxito el mercado mundial de la calidad del aire, un sector en el cual hace más de 30 años que trabajamos."

La compañía se ha posicionado como un "referente global en soluciones innovadoras para la monitorización ambiental", destaca su director general. "Nuestro enfoque nos ha permitido establecer alianzas con empresas que valoran y distribuyen nuestra tecnología a escala internacional", añade.

En concreto, dnota combina su experiencia en la gestión de cabinas de referencia con el conocimiento y la tecnología de los sensores de la start-up catalana Bettair. Esta combinación les permite crear una "red híbrida que integra la precisión de las cabinas de referencia con la accesibilidad y eficiencia de los sensores compactos", explica Navarro.

Estos dispositivos se pueden instalar en el mobiliario urbano en menos de media hora y son capaces de captar datos clave sobre gases contaminantes, partículas en suspensión, CO2 y ruido, conectándose mediante tecnología IoT.

La tecnología de los sensores Bettair ha sido reconocida por AIRLAB como el sensor de calidad del aire más preciso del mundo y por la Asociación Europea de Calidad del Aire como la tecnología más innovadora.

Navarro destaca que el foco principal de la empresa se centra en Europa, los Estados Unidos y Canadá, mercados clave para los planes de expansión de dnota. No obstante, también subraya la importancia creciente de los mercados asiático y sudamericano, donde la empresa está consolidando su presencia.