En líneas generales, la negociación colectiva en Catalunya se ha saldado en 2022 con pactos o preacuerdos en 25 convenios laborales que benefician a 680.000 trabajadores, a los que se les ha garantizado una subida media salarial de entorno al 3%-4% para los próximos dos o tres años -superior al 2% pactado en 2021- y, en la mayoría de los sectores, se ha recuperado la cláusula de revisión salarial.

Pero quedan aún 240.000 empleados pendientes de que las negociaciones entre sindicatos y patronales en un total de 43 convenios lleguen a buen puerto; especialmente los 120.000 trabajadores del sector de oficinas y despachos. Estos últimos siguen sin una actualización de las condiciones de trabajo pese a sus públicas y manifiestas reivindicaciones que llegaron a protagonizar con una masiva protesta, el pasado mes de octubre en Barcelona.

CCOO y UGT siguen en la mesa de negociación abierta con la patronal intentando acercar las posturas en el tema salarial: la patronal plantea aumentos del 3,75%, 2,5% y 2,5% (un total de 8,75%), y los sindicatos han propuesto el 5,5%, 3% y 3% (un total de 11,5%). Pero las desavenencias más significativas surgen relación a la cláusula de absorción y compensación -hay muchas empresas que han ejercido la congelación salarial durante años- y sobre la fijación de unas condiciones básicas y una compensación mínima diaria para todos los empleados que realizan teletrabajo o trabajan a distancia.

Al grueso del colectivo de oficinas y despachos, la mitad de los trabajadores pendientes de la revisión de convenio, se suman otros grupos vinculados a la educación, la industria agropecuaria, el comercio o empleos sociales. La mitad de los 43 convenios pendientes, en concreto unos 20, son de ámbito provincial en Catalunya y supeditan las garantías laborales de menos de mil personas en cada caso y con la agravante de que “en muchos de ellos las tablas salariales están por debajo del Salario Mínimo Interprofesional (SMI)”, explica Jorge Moraleda, responsable de negociación colectiva de CCOO Catalunya. Admite el portavoz sindical que “en algunas empresas sí se está pagando el SMI, aunque no está implícito en el convenio”.

Entre los que tienen un mayor alcance laboral se encuentran el convenio colectivo autonómico de la enseñanza privada en Catalunya, al que están adscritos unos 35.000 profesionales de la docencia. También quedan 25.000 personas vinculadas al convenio agropecuario que no se cierra por las reticencias de las patronales a aplicar el Salario Mínimo Interprofesional (SMI), según los sindicatos, pero sí dispuestas a incorporar otro tipo de complementos, según Jorge Moraleda, de CCOO Catalunya. En el caso del convenio de acción social, la negociación está siendo bastante compleja y difícil, dada la falta de predisposición de la patronal a hablar de materias que impliquen coste económico y de la necesidad imperiosa de iniciar un diálogo que comporte un incremento salarial para las personas trabajadoras del sector, argumentan desde CCOO.

Los agentes sociales también tienen entre manos 18 convenios industriales relacionados con las actividades agroalimentarias, como los mayoristas de alimentación de Catalunya, carnicerías de Barcelona o el pescado fresco congelado de Barcelona, avanza Moisés Berruezo, secretario de acción sindical y negociación colectiva de la federación de servicios, consumo y movilidad de UGT Catalunya. Hay otros 8 pactos vinculados al comercio -destacando el del comercio general de Catalunya o las oficinas de farmacia-, y entre estos se encuentran los que no han avanzado por la disolución de las correspondientes patronales; es el caso de los detallistas de alimentación de Barcelona y Tarragona. Otro colectivo afectado es el de los trabajadores sociales que cuelgan de convenios como el de la acción social, del sector de talleres para discapacitados psíquicos y el de escuelas especiales.

Berruezo recalca la importancia de una negociación colectiva que se enmarca en un contexto de tensión inflacionista, por lo que los sindicatos han intensificado la presión sobre la subida salarial, reclamando una media de incremento del 4% para el 2022, la recuperación de la cláusula de revisión salarial y la eliminación de la cláusula de absorción y compensación.

Intensifican las negociaciones

Durante el pasado año, los agentes sociales intensificaron las negociaciones en los dos últimos meses del año para cerrar importantes pactos laborales como el del sector del metal, con unos sindicatos reivindicando la cláusula de revisión salarial “prácticamente olvidada durante la última década”, recuerda Jorge Moraleda. A finales de diciembre se cerró uno de los pactos de mayor peso: el acuerdo entre patronal y sindicatos para que los salarios de 160.000 trabajadores del metal de Barcelona suban el 12% hasta 2024, condiciones muy similares a les que consiguieron los trabajadores del metal en Tarragona. En este convenio también se ha pactado que los incrementos no pueden absorberse ni compensarse vía pluses, lo que blinda que las empresas se ahorren parte de la subida alegando que ya pagan complementos u otros conceptos.

Sin cláusula de revisión salarial, pero con una significativa alza del salario, se pactó a finales de 2022 el convenio del sector de la limpieza de edificios y locales de Catalunya. CCOO y UGT han alcanzado un incremento del 10,25% hasta 2025, porque se trata de un convenio que de siempre incorpora otras fórmulas de revalorización salarial, como un plus de antigüedad trienal con un aumento del 1% en el salario. Además, las centrales sindicales han incluido la regulación del uso del fijo discontinuo con contrato a tiempo parcial, una figura al alza desde la entrada en vigor de la reforma laboral, y una reducción de jornada de ocho horas anuales en 2025, pasando de las 1.800 horas al año a las 1.792 horas.

Donde se consiguieron avances fue en el convenio de las ITV de Catalunya, las negociaciones del cual se rompieron a una semana de cerrar 2022, pero finalmente el 22 de diciembre se cerró un preacuerdo. Según recogió CCOO Servicios en Catalunya, se llegó a un preacuerdo con incrementos salariales del 3,5% para 2022, 2,75% para 2023 y 2,75% para 2024. Estos porcentajes se aplicarán en todos los conceptos económicos regulados en el convenio colectivo. Además, se establece una cláusula de garantía salarial que operará si el IPC real acumulado en el período 2022-2024 es superior al incremento pactado del 9% para dicho período, con el límite del 2%, para no superar el 11% de aumento.

UGT FICA de Catalunya expresó su malestar por la posición adoptada desde la patronal. En un comunicado, el sindicato argumentó que “en un primer momento la patronal se enrocó al negarse a poner sobre la mesa cualquier incremento salarial, pese a tener un IPC desbocado. Posteriormente, la empresa, accede a hablar de masa salarial, siempre vinculándolo a un incremento de tarifas a los usuarios y a un cambio de modelo”. Según el sindicato, esta realidad es un intento de utilizar el cambio de relación administración-ITV como elemento de chantaje.