La Comisión Europea (CE) y China abordarán esta semana en Bruselas los aranceles que el bloque comunitario quiere imponer a las importaciones de vehículos eléctricos chinos por considerar que están ilegalmente subsidiados, en un momento en que la competitividad de la industria automovilística de la UE afronta dificultades. El vicepresidente ejecutivo de la CE y responsable de Comercio, Valdis Dombrovskis, recibirá al ministro chino de Comercio, Wang Wentao, el jueves para abordar varios conflictos comerciales, especialmente el del coche eléctrico.
El presidente Pedro Sánchez se ha ofrecido a intermediar entre Pekín y Bruselas para encontrar una solución que sirva a ambas partes. El Ejecutivo español está presionado por el problema que el arancel supondrá al Grupo Seat en su nuevo modelo, el eléctrico Tavascan montado íntegramente en una planta del grupo Volkswagen en China. Un problema que se extiende a otros fabricantes europeos, especialmente Volvo, propiedad de un fabricante chino.
Este encuentro se produce tras una serie de contactos técnicos que están manteniendo las dos partes en busca de una solución después de que una investigación antisubsidios llevada a cabo por la CE indicara que los coches eléctricos chinos compiten de manera desleal en el mercado comunitario, informa Efe.
De momento, los aranceles ya se están aplicando en los países de la Unión Europea desde principios de julio, aunque de forma provisional, a expensas de que los 27 tomen en octubre una postura definitiva sobre la propuesta de la Comisión Europea de aplicar aranceles adicionales que pueden llegar hasta el 36,3% dependiendo del fabricante y el modelo. En el caso del Tavascam de Seat y otros modelos europeos que se montan en China para venderse en Europa, la CE ha aceptado rebajar la tasa a un 21%, insuficiente para el fabricante de Martorell. Actualmente, las importaciones de vehículos chinos están gravados con un 10% en las aduanas comunitarias.
EE.UU. y Canadá
Aunque la decisión de los aranceles al vehículo eléctrico ha generado un profundo malestar en las autoridades del gigante asiático, actualmente la mayoría de las ventas de las marcas chinas en Europa son unidades de gasolina y algún híbrido normal, pero también híbridos enchufables. Este mix ha permitido que la entrada del arancel provisional no haya afectado a las ventas chinas en España que siguen disparadas. No obstante, Pekín ha hecho de este asunto una cuestión prioritaria en su política comercial, pero también política, pues los aranceles comunitarios siguieron a las anunciadas por Estados Unidos. Canadá se ha sumado recientemente, en una espiral que podría seguir creciendo.
La Cámara de Comercio de China ante la UE señaló el viernes que la investigación europea “ha distorsionado la igualdad de condiciones para las empresas chinas que operan en la UE”, y alertó de que “socava significativamente tanto el entorno empresarial de la UE como los esfuerzos mundiales para combatir el cambio climático”.
Un conflicto que se ha de enmarcar en una ralentización del mercado de los eléctricos en 2024, con ventas inferiores al año anterior. Una situación que ha llenado de preocupación a los fabricantes europeos, pero también a los estadounidenses, que han frenado sus planes de electrificación a la espera de que el mercado dé muestras de ralentización. Aunque el sector está alineado con los objetivos, e incluso los plazos, para acabar con la venta de los turismos de combustión, consideran que la transición debe estar más acompasada a la realidad de la demanda, que opta por los híbridos normales, un grado mínimo de electrificación.
Informe Draghi
El informe sobre el futuro de la industria europea presentado esta semana por Mario Draghi, el expresidente del Banco Central Europeo (BCE) y antiguo primer ministro italiano, apuntan al automóvil como “un ejemplo clave de la falta de planificación de la UE, que aplica una política climática sin una política industrial”.
Se suma, así, a la posición de los fabricantes y a la de los comerciantes, tal como comenta la presidenta de Facoauto a ON ECONOMIA este domingo. Pero también de los expertos en automoción. En el congreso Thiesel 2024, organizado esta semana en Valencia, han expuesto la necesidad de contar con todas las tecnologías disponibles para reducir el impacto medioambiental del transporte de personas y mercancías, y consideran que la prohibición a corto plazo de tecnologías de combustión limita las opciones para combatir el cambio climático. Organizado por el Instituto CMT (Clean Mobility & Thermofluids) y celebrado en la Universitat Politècnica de València (UPV) se ha incidido en la profundidad y dimensión de los retos científicos y tecnológicos impuestos al sector por las exigencias de reducción de emisiones por parte de Bruselas. Con unos resultados lejos de las pretensiones de los clientes europeos en términos de potencia y autonomía, informa Efe.