Cementos Molins cerró 2022 con un beneficio de 112 millones de euros, un 7% más que en el ejercicio 2021, según ha informado este lunes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), informa la agencia Europa Press. La empresa ha explicado que esta cifra significa haber alcanzado los objetivos fijados en el plan estratégico 2020-2023 un año antes de lo previsto. La facturación de la empresa fue de 1.268 millones de euros, un 31% interanual más, "impulsadas por incrementos de las ventas en todos los negocios y por la destacada aportación de las adquisiciones realizadas durante el 2021".
El resultado bruto de explotación (Ebitda) registrado fue de 276 millones de euros, un 14% más que en el año anterior -un 11% más en términos comparables-, por la mayor aportación de los negocios en Sudamérica y Asia, y la contribución de las adquisiciones. La compañía ha asegurado que el "fuerte impacto negativo de la inflación" ha sido mitigado parcialmente con aumentos de precios y con la contribución de los planes de eficiencia operativa.
"El menor peso del negocio cemento en el porfolio tras las adquisiciones realizadas y la importante inflación de costes han erosionado los márgenes, situándose el margen Ebitda anual en el 21,8%, 3,2 puntos por debajo del año anterior", ha explicado. La deuda financiera neta se rebajó un 18% durante 2022, hasta 145 millones de euros, "equivalente a un múltiplo de deuda financiera neta/Ebitda de solo 0,5 veces". El consejero delegado de la empresa, Julio Rodríguez ha celebrado haber "alcanzado una cifra récord tanto de ventas como de beneficios en un año muy difícil y con un entorno en cambio permanente".