El grupo automovilístico chino Chery, que iniciará sus operaciones en la Zona Franca de Barcelona este verano tras el acuerdo alcanzado con la empresa Ebro-EV Motors, está negociando ahora el desembarco de sus operaciones en Turquía para también producir vehículos en el país euroasiático, según ha confirmado este viernes el Gobierno del presidente Recep Tayyip Erdogan. No será la única compañía, también habría interés de otros tres grupos chinos de aterrizar en el país otomano.
"Nos gustaría completar las conversaciones lo antes posible", ha afirmado el ministro de Industria y Tecnología, Fatih Kacir, en declaraciones a 'Bloomberg', donde ha admitido también estar inmerso en negociaciones para conseguir que las también chinas BYD, Great Wall Motors y SAIC produzcan coches en su país.
Existe un interés "significativo" en el mercado automovilístico por Turquía gracias a la pertenencia a la unión aduanera de la Unión Europea (UE) que facilita la importación de vehículos de las marcas extranjeras al Viejo Continente. Además, Turquía es un mercado importante en sí mismo para la industria del automóvil y, en especial, de los vehículos eléctricos que, a cierre de 2023, representaron un 7,5% de todas las ventas a nivel nacional.
De hecho, el regulador del mercado energético nacional espera que el número de vehículos eléctricos en el país aumente en, aproximadamente, 180.000 coches para 2025 alcanzando una cuota de mercado de hasta el 30,4% en 2032.
Cifras que abren la puerta a que BYD implante una nueva fábrica de vehículos eléctricos a las puertas de Europa en territorio turco para 2025, además de la que ya está en construcción en Hungría. No obstante, el Gobierno turco ha movido ficha en los últimos meses para la protección de su propio sector automovilístico.
Hace un año Turquía impuso un arancel adicional del 40% a las importaciones de vehículos eléctricos procedentes de China para tratar de ayudar a TOGG, el primer fabricante nacional de vehículos eléctricos del país, hasta que se consolide en un mercado que aspira a ser el cuarto más grande de Europa durante los próximos meses.
La ofensiva de las marcas Chinas
Los fabricantes chinos no quieren perder la oportunidad de instalarse en Europa (un mercado de más de 400 millones de consumidores) y los movimientos de las empresas así lo atestiguan. Chery hizo oficial en abril su primer centro de producción en el bloque comunitario en la Ebro Factory (la antigua fábrica de Nissan Barcelona) donde prevé alcanzar una producción de 150.000 coches anuales en 2029 a través de su asociación con EV Motors.
SAIC Motor, la matriz de la marca comercial MG, también ha barajado la posibilidad de instalarse en Europa aunque, de momento, no ha concretado ningún plan. Por su parte, Leapmotor comenzará a vender sus modelos en el viejo continente junto a Stellantis a partir de septiembre tras adquirir el 20% de la empresa asiática por 1.500 millones de euros hace un año.
En concreto, la firma paneuropea ha anunciado que se venderán dos modelos de la marca china en nueve países europeos, entre los que se encuentran Francia, Italia, Alemania, Holanda, España, Portugal, Bélgica, Grecia y Rumanía.
Mientras tanto, a partir del cuarto trimestre de 2024, se exportarán estos dos modelos del fabricante chino en Sudamérica, en concreto en Chile y Brasil, así como en Oriente Próximo, África, la India y el sudeste asiático.