Charlie Zhang, vicepresidente de Chery International, y el resto de la comitiva del gigante automovilístico chino completaron este jueves dos días de reuniones para tratar su posible aterrizaje en Barcelona para ensamblar coches de cara a venderlos en el mercado español y europeo. Los encuentros han ido muy bien, según fuentes del sector, que son optimistas respecto al acuerdo, si bien la firma no es inminente pues quedan muchos flecos y no son unas negociaciones sencillas.
Los representantes de Chery se reunieron este miércoles con el nuevo ministro de Industria, Jordi Hereu, y la secretaria de Estado, Rebeca Torró, en la sede del ministerio, y les acompañaban también el presidente y el CEO de la empresa con la que negocian llegar al D-Hub de la antigua fábrica Nissan de Barcelona, B-Tech, Rafael Ruiz y Pedro Calef. Fuentes de Industria explicaron que ambas partes mostraron interés de entendimiento.
Fuentes del sector explicaron a ON ECONOMIA que la reunión fue muy bien y se adelantaron detalles respecto a la llegada de Chery al D-Hub. Uno de ellos, importante para la compañía controlada por el estado chino, son las condiciones económicas de la operación, es decir, qué ayudas recibirían. Sobre la mesa está el acceso a un nuevo Perte para la implantación del vehículo eléctrico y conectado, y hubo sintonía entre las partes.
Este miércoles, Zhang se vio con el conseller de Empresa de la Generalitat, Roger Torrent, quien precisamente hizo un viaje a China en octubre para buscar posibles inversores y tuvo contactos con Chery. Fuentes de la conselleria declinaron comentar la reunión y ni siquiera confirmaron que se hubiera producido. El Govern quiere ser muy prudente para no poner en riesgo la operación, que sería un impulso a la política industrial de Pere Aragonès.
Lo que se está negociando es que Chery se instale en la antigua Nissan de la Zona Franca de Barcelona para ensamblar coches de su marca Omoda. Sería su aterrizaje en Europa, donde sus ventas aún son muy pequeñas, y al realizar la culminación del proceso de fabricación, sortearía posibles aranceles a los productos chinos. Además, cubriría con mayor velocidad la demanda en el continente. Para el D-Hub también sería un impulso, pues terminaría de completar su oferta productiva y ayudaría a emplear a la plantilla de Nissan pendiente de ser recolocada.
Las fuentes del sector consultadas admiten que si bien la capacidad de producción en la fábrica será limitada, pues tendrá que compartir el espacio industrial con Ebro (B-Tech), QEV y Silence, es suficiente para arrancar y la importancia de su llegada es que, si en un futuro necesita más producción, es previsible que lo haga cerca por cuestiones logísticas y de proveedores. El puerto da una gran baza a Barcelona, y más a la Zona Franca, que está junto a la infraestructura portuaria.
Chery vende 147 coches este año en España
Otra muestra de optimismo para el sector fue el anuncio de Chery, este mismo jueves, de que mandaba el primer barco con 700 coches desde China hacia el Port de Barcelona. No tiene directamente que ver con la fábrica, pues son coches para su entrega, no para ensamblar, pero que se produjera justo mientras el vicepresidente del grupo está en España negociando, fue visto como un gesto de buena voluntad.
Los coches son precisamente de Omoda y también de Jaecoo, otra de las marcas del grupo. En concreto, los Omoda 5 y Jaecoo 7, que llegarán a Barcelona a finales de enero y se trasladarán al almacén Chery en Azuqueca de Henares, Guadalajara, para su distribución, en la que es la primera entrada masiva de coches del grupo en España, donde quiere llegar a los 80 concesionarios. Omoda ha vendido en los primeros once meses del año 147 coches en España, casi la mitad de los cuales los matriculó en noviembre. En 2022 no vendió ninguno.