La multinacional del sector del juego y el ocio Cirsa ha contratado los servicios de la banca de inversión para analizar su salida a Bolsa, en los próximos meses. El fondo de inversión norteamericano Blackstone, propietario de la compañía desde 2018 cuando la compró al empresario Manuel Lao Hernández y su familia, ha confiado la posible operación a Deutsche Bank, Barclays y Morgan Stanley, según ha adelantado este miércoles el diario Expansión y ha confirmado ON ECONOMIA. La salida a Bolsa del grupo es una de las opciones que el fondo Blackstone tiene en la hoja de ruta del desarrollo del negocio de Cirsa, una compañía que, en 2023, ganó 80 millones de euros, un 41,5% más que en 2022, y sumó unos ingresos de 1.991 millones de euros, un 17% superiores a los de 2022. 

El fondo de inversión tiene vocación de permanencia para contribuir a la solidez del negocio y la solvencia de la compañía, pero como en todas sus participadas, se analizan procesos para una posible desinversión y rentabilizar la inversión realizada, según apuntan fuentes próximas a la compañía. Confirman también que el proceso de salida a Bolsa podría materializarse a finales de este año o al inicio de 2025, aunque hoy por hoy no hay nada definido, a la espera de cómo seguirá evolucionado el mercado de capitales, ya que el salto al parqué sería mediante una oferta pública de venta de acciones (opv) dirigida exclusivamente a inversores institucionales. El análisis de la banca de inversión irá parejo a la sintonía que se observe en el mercado, que ha mejorado en los últimos meses y los inversores están más activos, aseguran las mismas fuentes. Por el momento, el grupo no da más detalles sobre la operación, porque está en función de muchas variables, y cabe esperar a que los mercados se estabilicen, por lo que apuntan es difícil establecer una posible valoración. No obstante, según avanzó Expansión, podría superar los 5.000 millones de euros. Una cifra que doblaría la inversión inicial de Blackstone que desembolsó 2.200 millones por Cirsa, incluida una deuda de más de 900 millones.

La estrategia del grupo, con sede en Terrassa (Barcelona), está en manos de su presidente ejecutivo, Joaquim Agut, quien ha implementado un plan estratégico centrándose en los negocios y geografías donde Cirsa opera con posiciones de liderazgo. La crisis de la pandemia del coronavirus pasó factura al grupo, que tuvo que abrir líneas de crédito con la banca para fortalecer el balance. A finales de 2023, Cirsa lanzó una emisión de bonos por valor de 650 millones de euros y vencimiento en 2028 con la que refinanciar los vencimientos de emisiones que tiene previstas para finales de 2023 y para el año 2025. Según el balance de 2023, a cierre del pasado año, la deuda neta de Cirsa alcanzó los 2.247,9 millones al cierre de 2023, mientras que dispone de liquidez por unos 545,2 millones. 

A la espera de la publicación de los resultados del primer trimestre de 2024, que se publicarán la próxima semana, la compañía apunta que el negocio está dando buenos resultados en los que va de año, en línea con el pasado ejercicio. Cirda sigue gestionando el negocio para mantener su liderazgo en países como España. Asimismo, se centra en la gestión del juego responsable, la sostenibilidad y el medio ambiente allí donde opera.

El operador de ocio y juego trabaja en 9 países, con una red de 434 casinos, más de 82.000 máquinas recreativas, y cerca de 2.500 puntos de apuestas deportivas y el área industrial que integra los procesos de investigación, diseño y fabricación de máquinas recreativas y de sistemas de gestión de salas de juego e interconexión de máquinas.