El Congreso de la Empresa Familiar que se inició el domingo en Bilbao se convirtió en una plataforma desde la que se atacaron las actuales políticas del gobierno de Pedro Sánchez que, precisamente, clausurará este martes el conclave de este lobby empresarial. Se mostraron especialmente contundentes contra sus medidas fiscales.
No solo el líder de los populares, Alberto Núñez Feijóo, sino diversos responsables de círculos empresariales aprovecharon el Congreso de la Empresa Familiar para despacharse a gusto contra la política fiscal del gobierno de Sánchez, aunque sea por el impuesto a la banca y a las energéticas que tienen poco a ver con las empresas de capital familiar.
Iñigo Fernández de Mesa, vicepresidente de la CEOE, subrayó que “la empresa ha hecho sus deberes, pero el Estado, no”. Insistió en que las reformas que requiere España no se pueden realizar aplicando una mayor presión en impuestos y, en este sentido, propuso “ajustes por la vía del gasto público y no por el incremento de la fiscalidad”.
Añadió que el gobierno central aplica una fiscalidad “dañina” para las empresas y el talento. Y aprovechó para cargar contra el impuesto especial para la banca y las grandes energéticas aunque estas no son de capital familiar. Fernández de Mesa también es presidente del consejo de administración de Rothschild & Co España y, con anterioridad, fue secretario de Estado de Economía de los gobiernos de Mariano Rajoy.
En el mismo sentido, Manuel Pérez-Sala, presidente del Círculo de Empresarios, apuntó que “la fiscalidad es un problema”. Añadió que España es uno de los países “con más presión fiscal” de Europa y el único en el que aún está vigente el impuesto de patrimonio. “Ciudadano o entidad que tiene recursos, ciudadano o entidad al que se intenta quitárselos”, afirmó. También sacó a colación el impuesto a la banca.
Propuesta alternativa de Guardiola
Jaume Guardiola, presidente del Cercle d’Economia, fue el menos beligerante pese a recordar que Catalunya es uno de los territorios con mayor presión fiscal. Y fue el único que propuso otra medida alternativa para que el Estado recaude más recursos: la lucha contra la economía sumergida.
Guardiola también se desmarcó del resto cuando indicó que “España debe dejar de basar su competitividad en los salarios bajos”. En su análisis de la situación de España, Guardiola mantuvo que “estamos en una situación comprometida”. Indicó que, desde la entrada del euro, España ha perdido posiciones en Europa. “Después de 25 años gloriosos desde la instalación de la democracia al Euro, apostamos por el casi monocultivo inmobiliario hasta que se nos forzó a corregirlo”. Recordó que “el crecimiento de un país es demografía y productividad y en ambos vamos cortos”. Lamentó que Catalunya haya perdido posiciones en comparación con España por lo que respecta a la renta per cápita.
El Cercle d’Economia sopesa en estos momentos pronunciarse sobre la investidura de Pedro Sánchez. Ha contactado en los últimos días con Salvador Illa, Oriol Junqueras y Jordi Turull.
En una intervención anterior, Alberto Núñez Feijóo politizó aún más las políticas fiscales del gobierno de Pedro Sánchez al relacionarla con la amnistía a los dirigentes políticos catalanes: “en vez de hablar de empleo o rebajas fiscales, hablamos de la autodeterminación".
En la inauguración oficial del congreso, el presidente del Instituto de la Empresa Familiar, Andrés Sendagorta (SENER), hizo un llamamiento a la necesidad de “evitar la polarización” y apostó “por la moderación y el diálogo” para que “nos permitan construir un marco de relaciones estables”. Abogó por el “sentido de la institucionalidad” y por mantenerse “en el marco constitucional”. No obstante, a continuación, deslizó una crítica a los socios del gobierno de Sánchez por la “ideologización" de la enseñanza.
Pese a la llamada a evitar la “polarización” de Sendagorta, poco después, el lehendakari Iñigo Ukullu interrumpió su discurso por las toses y ruido de fondo que emitieron algunos de los asistentes molestos porque hablaba en eusquera. No tuvieron en cuenta que era el lehendakari y que estaban en Bilbao.