La cotización de la compañía de servicios e infraestructuras de telecomunicaciones inalámbricas Cellnex Telecom acumula este viernes, a media sesión bursátil, una revalorización de las acciones del 9,18%, después de que el IBEX 35 abriera la jornada con los rumores de una posible opa (oferta pública de acciones) de la operadora estadounidense American Tower y el fondo de capital riesgo Brookfield sobre la compañía española de infraestructuras y servicios de telecomunicaciones.
La operación, que no ha sido confirmada por ninguna de las partes, pero que los analistas consultados por ON ECONOMIA no descartan, sería una de las que tendrían mayor calado en el sector de las telecomunicaciones en caso de llegar a buen puerto. De hecho, esta opción no es la primera vez que irrumpe en la trayectoria de crecimiento de la compañía española, que está entre las primeras compañías del sector en Europa, con una estructura accionarial con un núcleo duro muy atomizado y un free float de entorno al 50%, lo que la hace más vulnerable que otras compañías del sector, y de la que destacan las participaciones de entre el 8% y el 5% en manos de la familia Benetton, el fondo asiático GIP, Criteria o el banco británico HSBC. Además, en la actualidad, Cellnex tiene una capitalización bursátil cercana a 25.000 millones de euros, por lo que sería un buen momento para los compradores si se tiene en cuenta que ha tenido un recorrido bajista desde mediados de 2021, cuando el valor se movía en la cota de los 60 euros. La tendencia descendiente se agudizó el pasado año por las reticencias del mercado de capital a los efectos de la subida de tipos de interés en las compañías del sector de las telecomunicaciones. No obstante, algunos analistas aún situarían el precio objetivo casi doblando los actuales 33 euros por acción y el consenso mayoritario del mercado estaría en una media de 50 euros, por lo que Cellnex Telecom sigue siendo una compañía atractiva para los inversores.
De cara a una posible operación, si bien por valor bursátil la compra sería una oportunidad para el gigante y líder American Tower, con un múltiplo de cotización 10 veces el de Cellnex, es cierto también que pesa la deuda del grupo Cellnex Telecom, que ronda los 17.000 millones, y que es uno de los motivos por los cuales la compañía ha reorientado la estrategia empresarial de crecimiento inorgánico de los últimos años. Entre los objetivos de este cambio estaría la necesidad de obtener la calificación de grado de inversión en el rating con Standards & Poors, en el que también confían las agencias de calificación como Fitch, que ha sido la última en manifestar su análisis sobre Cellnex otorgándole BBB- con perspectiva estable, al confiar en qué el ratio de apalancamiento de Cellnex pasará de 9,6 veces el ebitda a final de 2022, a 6,4 veces en 2025.
Un giro de estrategia empresarial al que se ha sumado en las últimas semanas la dimisión del consejero delegado Tobías Martínez. Además, coincide con el relevo en la dirección de American Tower en Europa -uno de los mercados clave para el crecimiento de la multinacional americana- que ha dejado las riendas del negocio en manos de Pieter Neil, quien al asumir el cargo ya se refirió al gran potencial que presenta el mercado europeo. Desde que American Tower Corporation entró en Europa en 2012, su cartera de torres ha crecido considerablemente, pasando de 2.000 a más de 30.000 emplazamientos, y ha sido estratégica la compra que realizó en 2021 de Telxius Towers, la división de torres de telecomunicaciones de Telefónica en Europa, por 7.700 millones de euros. Ello aumentó la presencia de American Tower en Alemania, proporcionó su entrada en España y reforzó su posición de mercado existente en América Latina.
En este sentido, la compra de Cellnex proporcionaría a la operadora americana una posición de monopolio en algunos mercados europeos que supervisarían las autoridades de la competencia que, muy probablemente, obligarían a proceder a desinversiones. Sería, pues, el caso de España; pero no el de Alemania, por ejemplo. Aunque sí ha afectado recientemente a Cellnex en la operación de compra de los activos de Hutchison en el Reino Unido.
Todo ello, unido a una hipotética prima sobre el valor que debería aportar American Tower para hacer más atractiva su oferta, la transacción se situaría entre 45.000 y 50.000 millones de euros. Una cifra que podría asumir el líder del mercado mundial de infraestructuras de telecomunicaciones, si además cuenta con el apoyo del fondo Brookfield, aunque algunas fuentes consultadas por ON ECONOMIA advierten que dada la incertidumbre del contexto macroeconómico internacional hay que valorarla sucintamente.
Cabe recordar además que la operación debería contar con el respaldo de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) puesto que sigue en vigor, hasta finales de 2024, el decreto ley por el cual el Gobierno español blinda a las empresas españolas y tiene la potestad final sobre la autorización de las inversiones extranjeras en empresas estratégicas cotizadas en las que se pretenda superar el 10% del capital, así como en aquellas no cotizadas en las que la inversión supere los 500 millones de euros.
¿Cómo podría ser la operación?
De llegar a darse esta operación, American Tower se haría con la que es una de las compañías más importantes y de mayor capitalización del sector de las telecomunicaciones. Para Antonio Castelo, analista de iBroker.es, “es una operación que tendría sentido, puesto que ATC pertenece al mismo sector que Cellnex”. Sin haberse confirmado los detalles de la operación, a priori, parece una OPA complicada, ya que la envergadura de la firma nacional es abrupta. Hacerse con el 100% de Cellnex supone una inversión gruesa. Sin ir más lejos, la capitalización bursátil actual es superior a los 25.300 millones de euros.
“American Tower tiene la alternativa de hacer la OPA pagando a los accionistas actuales con acciones, aunque es algo improbable, ya que los inversores prefieren efectivo”, explica Castelo. Tras esto, el experto añade que “otra opción es que ATC, junto con Brookfield, hiciera la OPA, pero no sobre el 100% de la compañía española”.
Sea como fuere, hablamos de una operación de la que aún se desconoce si se hará oficial, del mismo modo que el mercado no conoce las condiciones de esta. La reacción de los inversores es natural, ya que “si eres accionista de Cellnex, no vas a querer liquidar tus acciones al primer precio que ofrezcan”, explica Antonio Castelo. Es por ello por lo que la empresa de infraestructuras de telecomunicaciones marca un alza en Bolsa del 10%.
Los accionistas, ante la posibilidad de que ATC y Brookfield finalmente lancen la OPA, se están cubriendo y, al mismo tiempo, apretando el precio para que, de oficializarse la operación, las compañías estadounidenses ofrezcan un valor por título cercano al precio teórico de Cellnex. Es decir, si ATC y Brookfield quieren hacerse con la empresa española, estas deberán hacer una oferta lo suficientemente atractiva para convencer a los accionistas. El precio que ofrezcan irá en relación con el de la cotización. Por lo que, si el valor de los títulos sigue creciendo, los inversores estadounidenses deberán ofertar un precio elevado. Antonio Castelo explica que la firma española “todavía cotiza con un descuento cercano al 40%”.
Lo positivo de esta circunstancia es que una hipotética operación de compra sobre la compañía eleva el valor de Cellnex. Se trata de una compañía bien valorada por el consenso de mercado. Pese a ello, el punto negativo es su elevado nivel de endeudamiento.