El BBVA notificó el pasado 31 de mayo a la Comisión Nacional de los Mercado y la Competencia (CNMC) la solicitud de la opa sobre el Sabadell. Tras la notificación, se inicia ahora un procedimiento reglado en el que el organismo que dirige Cani Fernández dispone de un mes para analizar en una primera fase la operación. Aunque cada requerimiento de información a los bancos suspende el plazo. Después hay una segunda fase donde el órgano instructor tiene tres meses más para examinar los detalles de la compra. Y a continuación se abre una tercera fase, en la que el Consejo de Ministros cuenta con otros dos meses adicionales antes de dar el aprobado definitivo o no aprobar la fusión.

Es decir, sin que se pare el reloj, la autorización podría alargarse seis meses. Pero la CNMC desvelaba este martes que dicho reloj ya se ha parado porque están requiriendo más información al Sabadell y al BBVA para poder estudiar mejor la operación y cómo afecta a la competencia, por lo que los tiempos se alargarán. Es más, la presidenta deslizaba que podría extenderse más que el análisis de fusión entre CaixaBank y Bankia, que se alargó ocho meses.  

"La de CaixaBank y Bankia se extendió entre seis y ocho meses, y fue una operación en la que las dos partes iban de la mano y proporcionaron información. Pero ahora la clave está en cuan rápido tengamos la información necesaria para hacer el análisis y cuantas veces tengamos que parar el reloj", explicaba Cani Fernandéz durante su participación en los Cursos de Verano organizados por la Apie en Santander.

Hay que recordar que la fusión entre CaixaBank y Bankia era amistosa, por eso la información iba "de la mano" como ha explicado la presidenta de la CNMC. Pero en este caso, el BBVA ha lanzado una opa hostil sobre el Sabadell después de que este último rechazara una fusión pactada, por lo que cabe esperar que esa información no llegue tan rápido y pueda haber complicaciones. Además, el propio ministro de Economía ha manifestado públicamente su rechazo a la operación, de manera que el tiempo que dedique el Consejo de Ministros a analizar la opa puede alargar el proceso.

Por otra parte, Fernández recordaba que con CaixaBank y Bankia la CNMC utilizó una metodología ya utilizada en la primera gran ola de fusiones bancarias tras la crisis de 2008, con una dimensión nacional. "Pero vimos que los problemas podían llegar a nivel local y por eso analizamos código postal a código postal los temas a plantear". Esto mismo se realizó con la fusión de Unicaja y Liberbank y se utilizará ahora con la opa del BBVA sobre el Sabadell.

Actualmente, la opa del BBVA sobre el Sabadell se encuentra en fase de instrucción, añadía. "Conoceré los detalles cuando se haya hecho un primer análisis, porque en este momento se ha requerido información a las partes". Cuando se ha hecho el análisis (con la información requerida) la CNMC ya puede decidir si se aprueba, o es un procedimiento más complejo. En ese caso las partes tienen más participación.

Es decir, el consejo de la CNMC puede aprobar con condiciones la primera fase o pasar a una segunda pase y poner condiciones, compromisos, ambos o prohibirla. También puede intervenir el ministro de Economía con motivaciones de interés general.

Pero todo eso tardará en llegar, aclaraba. "Ahora mismo estamos en la fase de análisis inicial y requiriendo la información esencial", insistía la presidenta de Competencia.