La inmobiliaria Colonial ha registrado pérdidas de 299 millones de euros hasta septiembre, frente a las ganancias de 398 millones de hace un año, por el impacto contable de la reducción del valor de sus activos por la subida de tipos, aunque su actividad ordinaria ha generado un beneficio de 129 millones.
Estos 129 millones de resultado neto recurrente suponen una mejora del 8% con respecto al mismo periodo del año anterior, según ha informado este jueves la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La inmobiliaria, con edificios de oficinas en París, Madrid y Barcelona, ha registrado unos ingresos por rentas de 279 millones, un 7 % más, y ha alcanzado los 113.285 m2 de contratación hasta septiembre en 74 contratos, una superficie que se encuentra en los niveles más altos de su historia.
El beneficio operativo (ebitda) ha llegado a 232 millones, un 13 % más, y los ingresos por rentas netos han crecido un 10 %, los más altos del sector, según han destacado en rueda de prensa el presidente y el consejero delegado de Colonial, Juan José Brugera y Pere Viñolas, respectivamente.
"El comportamiento operativo de Colonial es bueno, impecable", ha dicho Brugera. Por su parte, Viñolas ha augurado que este año acabará con un nuevo récord de contratación y ha apuntado "la paradoja" que supone que "cuando más se está cuestionando el papel de las oficinas, más ocupación tienen".
El consejero delegado ha explicado los números rojos hasta septiembre del resultado neto atribuido al grupo por la dinámica de los mercados de capitales, en los que se revisa dos veces al año el valor de los activos, lo que ha provocado un ajuste como consecuencia del impacto de los tipos de interés. "Son pérdidas de papel", ha dicho.
La ocupación de los activos de Colonial se encuentra en una media del 97 %, impulsada sobre todo por París, donde es prácticamente del 100 %, mientras que en Madrid es del 97 %, y del 86 % en Barcelona.
El volumen de contratos firmado en 2023 es menor con respecto al mismo periodo del año anterior, debido principalmente a los 23.000 m2 alquilados en el activo de Biome en 2022.
En términos acumulados, destaca el volumen firmado en el mercado de Madrid que asciende a 53.761 m2, de los que un 78 % (41.896 m2) son renovaciones.
En el apartado de las desinversiones, el grupo inmobiliario ha llevado a cabo ya operaciones por 574 millones hasta el tercer trimestre, después de hacer caja con cien millones de junio a septiembre.
La compañía ha destacado también que su liquidez financiera es de 2.733 millones de euros con el 100 % de la deuda a un tipo fijo del 1,72 %.
La compañía, que tiene régimen de sociedad anónima cotizada de inversión inmobiliaria (socimi), ha asegurado que la ejecución del programa de desinversiones ha supuesto que el incremento del resultado neto sea inferior.
Excluyendo este impacto de gestión activa de la cartera, el resultado neto recurrente de operaciones continuadas ha crecido un 19 % con respecto al año anterior.
De cara al cierre del año, Viñolas ha apuntado que probablemente habrá una revisión al alza del valor de la acción.