Zegona ha comprado el negocio de Vodafone en España por 5.000 millones de euros. La compañía y el fondo británico han anunciado conjuntamente este lunes la operación, con la que vuelve de nuevo a estar presente en el mercado español. Se trata de una firma ya conocida en el país, donde ha llevado a cabo diferentes operaciones en la última década dentro del sector de las telecomunicaciones. 

Esta compañía es un fondo de inversión de Reino Unido que cotiza en la Bolsa de Londres. Su origen es relativamente joven, pues se fundó en 2015 con el objetivo de invertir en empresas del sector europeo de telecomunicaciones, así como en los sectores de medios y tecnología. A las riendas de la firma se encuentran los exejecutivos de la empresa de telecomunicaciones británica Virgin Media, Eamonn O'Hare y Robart Samuelson.

Los dos directivos, junto con otros ejecutivos, poseen el 29% del capital de Zegona, pero el fondo cuenta con otros accionistas de talla internacional como son Fidelity, Credit Suisse (ahora UBS tras su quiebra y posterior rescate) Marwyn Asset Management, Artemis Investment, Aberforth Partners, Winterflood Securities, Petrus Advisers, Chelverton Asset, Hargreaves Lansdown Asset y Canaccord Genuity Wealth.

Comprar, reparar, vender

Aunque al principio todo parecía indicar que Zegona solo pretendía comprar el 50% de Vodafone España, tal como hiciera la teleco en Países Bajos, donde comparte Ziggo Vodafone al 50% con la americana Liberty, al final la adquisición se dará por el 100%. Además de los 4.100 millones de euros que se abonarán en efectivo a través de líneas de crédito, la transacción incluye hasta 900 millones de euros en forma de acciones preferentes reembolsables (“RPS”).

Su estrategia principal, según la definen ellos mismos, se basa en "comprar-reparar-vender" para ofrecer retornos atractivos a los accionistas. Es decir, su negocio consiste en comprar compañías para hacerlas crecer y, cuando ya han alcanzado el punto de crecimiento que creen adecuado, las venden al mejor postor para hacer caja y reportar los beneficios a sus inversores. 

Un plan que han llevado a cabo en otras ocasiones y que pretenden seguir otra vez en esta ocasión, puesto que Vodafone no pasa por su mejor momento en España. El fracaso de la compra de MásMóvil, que finalmente pasará a manos de Orange, y la feroz competencia que caracteriza al mercado, especialmente por la presión que ejercen las firmas low cost como Digi, ha puesto en una situación complicada al operador.

De Telecable a Euskaltel, pasando por Yoigo

Si bien la compra de Vodafone es la operación más grande que han llevado a cabo en España hasta la fecha, no es la única. En 2015, Zegona se hizo con la compañía asturiana de cable Telecable por un importe de 640 millones de euros. Más tarde, en 2017, Euskaltel compró Telecable y Zegona se integró en el grupo vasco ostentando una participación del 15%.

Finalmente, acabaría vendiendo su parte en el año 2021, cuando MásMóvil lanzó una OPA (Oferta Pública de Adquisición) por 2.000 millones de euros para absorber Euskaltel. En cualquier caso, el negocio le salió redondo, pues la venta le generó unas plusvalías de 428 millones de euros.

Destaca también el movimiento que intentó entre los años 2016 y 2017 dentro del sector teleco. Zegona trató de comprar Yoigo y llegó a negociar en exclusiva con la compañía sueca TeliaSonera, que controlaba por aquel entonces más del 75% del accionariado. El resto estaba en manos de ACS, FCC y Abengoa. De nuevo, MásMóvil entró en el juego y acabó llevándose el gato al agua con la compra de Yoigo por 612 millones de euros.

Ahora Zegona vuelve a la carga con la que es su mayor compra en España hasta la fecha. La operación incluye un acuerdo de licencia que le permitirá utilizar la marca Vodafone en España "durante un periodo de hasta 10 años". Asimismo, la compra deberá ser aprobada por los accionistas actuales de Zegona, así como a autorizaciones regulatorias, para lo cual estiman que tendrá lugar en la primera mitad de 2024.