El grupo de infraestructuras Comsa Corporación facturó 886 millones de euros, en 2022, una cifra que representa un aumento anual del 17% y que supera en un 5% las previsiones que tenía la constructora familiar catalana. Concentrando su actividad en las infraestructuras, la ingeniería y los servicios, Comsa obtuvo un beneficio anual de 4 millones de euros, cuatro veces más que el registrado un año antes. La compañía ha destacado que los resultados positivos se han obtenido en un marco económico complejo, con un incremento de precios generalizado y las dificultades en la cadena de suministro que sufre el sector de la construcción y la ingeniería a nivel internacional.
Comsa Corporación, controlada por las familias Miarnau (con un 74% del capital) y Sumarroca (con el 26%), amplió la cartera de contratación hasta los 1.562 millones (muy en línea con el año anterior, cuando la cartera se elevó a 1.470 millones) y llevó a cabo diversas desinversiones que contribuyeron a la reducción de la deuda del grupo. En concreto, durante el pasado año, Comsa salió del capital de la constructora polaca Trakcja, con la venta de una participación del 32%, de la sociedad concesionaria del Tranvía de Murcia, que gestionaba al 50% con FCC, a quien vendió su parte, y desinvirtió también de la leridana GMN, dedicada a la valorización de neumáticos fuera de uso, que vendió al Grup Griñó. En su conjunto, Comsa ha reducido la deuda bancaria de más de 1.000 millones de euros en 2016 hasta menos de 60 millones en 2022, lo que representa menos de dos veces el Ebitda del grupo, según un comunicado de la empresa.
En este contexto, Comsa Corporación “inicia una etapa abierta a la búsqueda de mecanismos que le permitan afrontar nuevos retos en su crecimiento: ampliación de mercados, licitación en proyectos de mayor envergadura, participación en activos concesionales e inversión en el parque de maquinaria ferroviaria”, entre otros ejes de actuación. El presidente de Comsa, Jorge Miarnau, destacó que los resultados obtenidos y la concentración de los negocios -infraestructuras ferroviarias y civiles, ingeniería industrial, concesiones y energías renovables- cumplen con los objetivos del plan de expansión diseñado por la compañía con el objetivo de alcanzar, en 2025, los 1.000 millones de facturación.
Por su parte, el consejero delegado de infraestructuras, ingeniería y servicios de Comsa, Guillermo Lorenzo, se mostró optimista respecto al futuro. "Hemos cerrado un buen año que nos anima a afrontar con garantías nuevos retos con el foco puesto en nuestro negocio de mayor importancia, principalmente en España", ha dicho.
Entre los últimos proyectos internacionales de Comsa, figura la adjudicación de la rehabilitación de 14,9 km de vía férrea del Ferrocarril Istmo de Tehuantepec (FIT) a su paso por Oaxaca (México). Este contrato, que se ejecutará en UTE con Grupo Constructor Diamante, representa un paso más en la expansión del grupo en México, país en el que cuenta con presencia estable desde 2009. Asimismo, en Portugal, asumió el proyecto de modernización de vía y catenaria de la línea de Cascais, a través de su filial Fergrupo, por un importe de 31,6 millones de euros. Junto a la constructora brasileña Marquise, ha iniciado el proyecto de ejecución de las obras para la implementación de un carril de autobuses de tránsito rápido o BRT en Brasilia, denominada Estrada Parque Indústrias Gráficas; una obra valorada en 30 millones de euros.
Por otra parte, como obras finalizadas, en 2022, el grupo destacó la finalización de los 14 kilómetros de infraestructura pera el tranvía de Odense, en Dinamarca, con doble vía entre los distritos de Tarup Centro y Hjallese, y de las 26 estaciones que conforman la línea. Además, la constructora se ha encargado también de los trabajos de señalización, telecomunicaciones, un centro de control y mantenimiento, así como las pruebas previas al inicio del servicio.