Miquel Martí Escursell (Moventia) ha sustituido a Javier Pérez Fortea (Globalvia) en la presidencia de Tram –Tramvia Metropolità SA i Tramvia Metropolità del Besòs SA-, concesionarios del servicio de tranvía de Barcelona. En realidad, Martí ejerce de presidente desde hace unas semanas, hasta el punto que ya presidió los consejos de administración del pasado junio, aunque formalmente lo es desde este 13 de julio según consta en el Boletín Oficial del Registro Mercantil (BORME).
El relevo en la presidencia responde a un acuerdo entre los principales accionistas del operador del tranvía por el que se turnan para un periodo de dos años. Después de dos décadas en que este cargo recayó en exconsellers de la Generalitat –Albert Vilalta (2000-2011), Josep Maria Cullell (2011-2016) y Felip Puig (2016-2021), los accionistas optaron por repartírsela, según precisan fuentes del operador. Primero la ocupó Pérez Forteza (2021-2023), primer ejecutivo de Glovalvia, y ahora le toca el turno a Martí, en representación de Moventia.
Las dos sociedades concesionarias del tranvía –que gestionan las redes del Trambaix y del Trambesòs- son clónicas porque comparten el mismo consejo de administración y los mismos accionistas, aunque sus participaciones no son exactamente iguales en cada operador. En conjunto, Tram facturó en 2021 cerca de 69 millones de euros y obtuvo unos beneficios de 17,43 millones que se distribuyeron los accionistas: Globalvia (44%), Moventia (20%), Alstom (17%), Transdev, Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB), Ferrocarriles de la Generalitat de Catalunya (FGC), Comsa y FCC. La mayor parte del ingresos provienen de compensaciones de la administración para mantener este servicio público. En breve presentarán las cuentas del año pasado.
La unión del tranvía por la Diagonal
Miquel Martí Escursell (Sabadell, 1954) preside Moventia, grupo especializado en movilidad, y también es miembro del consejo de administración de Fira de Barcelona. Durante sus dos años de mandato, se acabarán las obras de la primera fase de la unión del tranvía –el tramo desde Glorias a Verdaguer- pero no verá completarse la segunda y definitiva fase –de Verdaguer a Francesc Macià, por la Diagonal– que todavía está pendiente de adjudicación. La financiación de las obras corresponde a la Generalitat, por lo que respecta a la infraestructura ferroviaria, y al Ayuntamiento de Barcelona, para la urbanización de las calles.
En marzo pasado, Ada Colau y Juli Fernández acordaron, cuando eran alcaldesa de Barcelona y conseller de Territorio de la Generalitat, dejar encarrilada la unión del tranvía por la Diagonal fueran quien fueran sus sucesores. Las obras del primer tramo (de Glorias a Verdaguer) se espera que finalicen la primavera del año próximo. Pero no hay previsiones sobre el inicio de los trabajos de la segunda fase (de Verdaguer a Francesc Macià) presupuestados en 83 millones de euros (47 millones para la red ferroviaria y 36 para la urbanización). El tramo central no tendrá catenaria porque los tranvías se conectarán mediante un sistema ATC (alimentación continúa por tierra) que será el primero que se instale en España.
Tram gestiona en la actualidad dos redes de tranvía -Trambaix y Trambesòs-, con seis líneas, 29,2 kilómetros de distancia y 56 paradas. La concesión finaliza en 2032.