Construcciones Rubau abandona Colombia y Perú. La empresa catalana con sede en Flaçà (Girona) ha decidido salir de estos mercados debido a las "parálisis administrativa y contractual, además de la importante inseguridad jurídica" de estos países, según se recoge en sus cuentas anuales del ejercicio de 2022. Construcciones Rubau procederá ahora a buscar a un comprador para los activos que tiene en los dos mercados, que tienen un valor de 6,3 millones de euros, y poner fin a su actividad en estos dos países, que el año pasado le reportaron pérdidas por 10,4 millones de euros. La empresa catalana tiene en reclamación la construcción de un centro penitenciario en el municipio de Buga, en el oeste del país, para el cliente público Unidad de Servicios Penitenciarios y Carcelarios.
"En el futuro se procederá a gestionar las reclamaciones derivadas de todas estas situaciones abusivas de las administraciones públicas involucradas, aunque su desenlace es incierto en plazos e importes", según recoge a la sociedad en las cuentas del ejercicio pasado. Junto con este litigio, la empresa catalana mantiene una disputa con la empresa pública PESR de Macedonia de cuatro millones de euros como consecuencia de la fallida construcción de una autovía.
A pesar de este tropiezo en los dos países latinoamericanos, las cifras del ejercicio recogen un aumento del resultado y también de la cartera de obras. Una vez recuperada totalmente la actividad después de la pandemia de la Covid-19, Construcciones Rubau cerró el pasado ejercicio con un resultado de 4,85 millones de euros de beneficios, enfrente de los 9.428 euros del año anterior. La cifra de negocio cayó ligeramente, un 4,6%, hasta los 116,6 millones de euros, y el resultado de explotación alcanzó números negros después de las pérdidas de 5,67 millones de euros de 2021.
Construcciones Rubau dispone de una cartera de obras de 500 millones de euros, una cifra que supone más de dos años de producción, centrada en España, México y Polonia (destacado). "Conviene también poner en valor que la contratación fue muy fructífera, casi superando la cartera de obras del grupo los 500 millones de euros en pasado febrero, cosa que supone más de dos años de producción, y centrada básicamente en España, México y Polonia", sostiene el grupo. "La evolución del negocio en el mercado español se ha mostrado claramente favorable", añade la empresa.
Las previsiones del grupo para este ejercicio es alcanzar unos ingresos por producción de 125 millones de euros, con un margen medio próximo al 10%. El resultado será similar al del ejercicio de 2022, según informa en las cuentas, que firman Joan Rubau, Maria Carmen Fornesa Miquel Jurado, este último como consejero delegado del grupo ajeno a las familias propietarias.
Construcciones Rubau informa también de que el 30% de la producción prevista en los próximos ejercicios está considerada diversificada, aunque alerta que la puesta en marcha de alguna de estas actividades se está retrasando por la tardía llegada del fondo Next Generation.
Desinversión en México
Entre las operaciones destacadas del año pasado se encuentra el traspaso de las acciones de dos concesionarios de autopistas en México que le reportaron ingresos de 33 millones de euros, con una plusvalía de 21 millones. Durante la primera mitad del ejercicio, la sociedad tenía previsto cerrar la operación con el ingreso del segundo pago, que se situaría por encima de los 20 millones de euros, según anuncia en sus cuentas.