La consultora independiente Lexaudit, de acuerdo con un informe elaborado por Grant Thornton, ha valorado el grupo siderúrgico Celsa en un máximo de 2.800 millones de euros. El informe, avanzado por Expansión y cuyo contenido han confirmado fuentes de los acreedores, es un paso más en el proceso judicial que abrieron los fondos de inversión que controlan una parte de la deuda de la siderúrgica propiedad de la familia Rubiralta. La totalidad de la deuda financiera bruta se eleva a unos 4.000 millones de euros.

La firma Lexaudit, encargada de ejercer la mediación entre los fondos y la siderúrgica Celsa por designación de los juzgados, entregó este miércoles al juzgado Mercantil 2 de Barcelona un informe en que valora el grupo entre 2.400 y 2.775 millones de euros. Esta cifra dista mucho de la estimación realizada por la familia Rubiralta, que controla el cien por cien del grupo: unos 6.000 millones de euros. No obstante, está en la línea de lo que defendieron los fondos de inversión cuando, en septiembre de 2022, ejerciendo su derecho como acreedores y tenedores del 90% de la deuda de la compañía, presentaron un plan de recapitalización, acogiéndose a la entrada en vigor de la nueva ley de quiebras, y dijeron que valía entre 1.800 millones y 2.800 millones de euros. Los acreedores, acogiéndose al nuevo informe de Lexaudit, defienden que "la valoración de Celsa se sitúa actualmente muy por debajo del nivel inicialmente anunciado por los accionistas de la empresa" y añaden que "dado que el valor ni siquiera cubre la deuda de la empresa, las acciones de Celsa no tienen valor y, por lo tanto, cualquier valor concedido al accionista supondría una pérdida directa e incremental para los acreedores de la empresa", según ha informado Efe. Por todo eso, las fuentes mencionadas defienden que el plan de reestructuración propuesto por este grupo de fondo -entre los cuales se encuentran Deutsche Bank, Goldman Sachs, SVP y Cross Ocean- es "la mejor opción para reducir los niveles de deuda actuales, garantizando así la viabilidad futura de la empresa y la seguridad de su plantilla,".

Los acreedores recuerdan que "en la medida en que la propuesta de financiación de la SEPI exige que el 51% de las acciones de la empresa permanezcan en manos de sus accionistas actuales, significaría que la disponibilidad de fondos públicos requeriría aumentar el patrimonio neto de unos particulares -la familia Rubiralta- a costa de los otros accionistas de la empresa", añaden. Hay que recordar que, a raíz de la afectación de la crisis económica generada por la pandemia, la familia Rubiralta recurrió a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) con la solicitud de un préstamo de 550 millones de euros, justamente para evitar el concurso de acreedores, y que la entidad del Gobierno la supeditó a un acuerdo entre la compañía y sus acreedores. Un compromiso que no se consiguió y que, después de meses de negociaciones, derivó en el plan de reestructuración que piden los acreedores y que contempla convertir la deuda en acciones de la compañía, entre el 45% y el 75% del capital, exigencia que la familia Rubiralta descartaba inicialmente. No obstante, el febrero pasado, Celsa se abrió en que los fondos acreedores entren a su accionariado hasta un 49% del capital, de manera que la familia Rubiralta seguiría manteniendo en cualquier caso el control del grupo.

Sobre la operación, fuentes cercanas a la compañía indican que se dispone de valoraciones realizadas por bancos de inversión internacionales que reflejan una valoración del grupo Celsa superior a los 6.000 millones de euros. Estas valoraciones están basadas en proyecciones actualizadas del plan de negocio, realizadas a principios de este año 2023. Ambas valoraciones han sido comunicadas al experto independiente y al juez.

Celsa Group cerró el ejercicio 2022 con cifras récord de facturación y rentabilidad. En concreto, la compañía facturó en 2022 la cifra de 6.084 millones de euros, y alcanzó un Ebitda de 867 millones de euros. Estos resultados superan ampliamente el récord histórico ya conseguido en 2021, en el que Celsa Group facturó 5.283 millones de euros y obtuvo un Ebitda superior a los 670 millones de euros.