Los 2.600 trabajadores de las empresas elaboradoras de cava con derecho a acogerse al nuevo convenio del sector del cava y vinos espumosos de Catalunya, para el periodo 2021-2025, compensarán la pérdida de poder adquisitivo de los dos últimos años con una paga anual extraordinaria de 1.750 euros que pasará a consolidarse a partir de este año. "Es un acuerdo que mejora sustancialmente las condiciones económicas de los trabajadores del sector, ya que no solo se ha compensado la pérdida de valor adquisitivo de los dos últimos años, sino que también incluye un incremento salarial de un 3% para los años 2023, 2024 y 2025, que se aplicará sobre todos los conceptos salariales, incluida la paga extraordinaria de convenio", explica Antonio Domínguez, portavoz de CCOO de Industria en la mesa negociadora.
Con la firma del acuerdo, el sindicato CCOO -que ostenta el 95% de la representación del sector- y la patronal AECAVA -surgida en el 2020 de la fusión del Instituto del Cava y Pimecava, y que en términos económicos representa el 80% del sector- han puesto fin a un conflicto que arrastraban desde finales de 2020, cuando finalizó la vigencia del convenio y que había dejado a los trabajadores del sector en una situación desventajosa respecto de los empleados de las dos principales empresas elaboradoras de cava, Codorniu y Freixenet, que tienen convenio de empresa y que han aprobado subidas salariales del 4% para el 2023, también con la rúbrica sindical de CCOO.
Con la firma de este convenio, ya no queda ningún convenio pendiente de negociar en el sector, después de que ya se hayan firmado los convenios de empresa de Freixenet y de Codorniu. Por lo tanto, las 120 empresas restantes, con implantación en Catalunya, tendrán las condiciones laborales establecidas hasta el 2026. En este colectivo empresarial hay desde empresas de pequeña dimensión hasta marcas como Vallformosa o Juvé & Campos.
Los incrementos salariales también incorporan una cláusula de revisión salarial al final de la vigencia del convenio (2025) que puede llegar hasta un 1,5% (con un total de incremento del 14,93%), en caso de que la suma de los IPC de los años 2022, 2023, 2024 y 2025 supere el 13,43%. Eso significa que, en cinco años, las personas que trabajan en el sector tendrán unos incrementos salariales en entre un 16% y un 20%, más la revisión salarial.
Otro aspecto destacado del nuevo convenio es que se limita la utilización de la distribución irregular de la jornada o la flexibilidad horaria hasta un máximo de 40 horas, lo cual supone una mejora considerable respecto del máximo de 178 horas que marca la normativa vigente.
El convenio del cava sin UGT
El sindicato UGT, representativo del 5% del sector, no ha rubricado el preacuerdo para considerar que "es decepcionante que después de más de dos años de negociación del convenio colectivo nos encontremos con un convenio con pérdida de derechos". El sindicato hace referencia específica a la distribución de la jornada. En concreto, muestra su rechazo a flexibilizar la jornada de trabajo en sábados, una circunstancia que se deriva de la propuesta patronal de ampliar en 40 horas la jornada, trabajarla en sábados y compensar estas horas trabajadas de más en días ordinarios de descanso a disfrutar el año siguiente. Es decir, UGT denuncia que se trabajará un día festivo y se descansará un día laborable ordinario, sin ninguna compensación económica.
El sindicato UGT explica que la medida va en contra del fomento de la conciliación de la vida personal, familiar y laboral, ya que obliga a todos los empleados a trabajar cinco sábados el año, "a cambio de nada y dando el mismo valor a un día festivo que a un día ordinario".