Una empresa emergente o start-up es un negocio orientado a crear una empresa escalable y repetible, con capacidad de crecer rápidamente, con un vertiente tecnológica y apoyándose en la innovación. Estas compañías desarrollan los productos con inversiones bajas y su carácter innovador implica también una mayor incertidumbre y más riesgo que las empresas tradicionales. Las start-ups más exitosas de todo el mundo tienen una cosa en común: resuelven un problema que la gente ni sabía que tenía y son capaces de crear un nuevo mercado o alternar uno existente. Sin embargo, ¿cómo empezaron los gigantes que conocemos actualmente?
Dicen que de una boda sale otra, pero, ¿de una boda podría salir una compañía? Este es el caso de Wallbox y dos amigos de la universidad: Enric Asunción y Eduard Castañeda. En el 2015, cuando ambos coincidieron en la ceremonia de un amigo después de meses sin verse, aprovecharon para ponerse al día y, entre copas, surgió la idea de negocio, crear un proveedor inteligente de gestión de energía y carga de vehículos eléctricos. Actualmente, Wallbox es el primer unicornio español que cotiza en la bolsa de Nueva York, cuenta con más de mil empleados y está presente en 117 países.
Quizás el nombre de John Pemberton no es conocido, pero sí la empresa que fundó. Y es que el químico farmacéutico estadounidense es el inventor de la Coca-Cola. Fue el 8 de mayo de 1886 cuando comercializó el primer vaso de la bebida en el centro de Atlanta a un coste de 5 centavos. Su creador pasó horas mezclando ingredientes para crear un medicamento contra los problemas de digestión y que, al mismo tiempo, aportara una suficiente capacidad de energía. El primer año vendieron 9 productos al día y actualmente comercializan más de 1.900 millones diariamente.
De la papelería a los diamantes de lujo
¿Y de los papeles a los diamantes? El año 1837, Charles Lewis Tiffany y Teddy Young fundaron un negocio enfocado a la papelería y a los artículos de lujo. Con una inversión inicial de 1.000 dólares (aunque en aquella época su valor era muy superior al actual), Tiffany Young and Ellis comercializaba una gran variedad de productos de papelería. No fue hasta el año 1853 cuando la compañía pasó a llamarse Tiffany&Co y decidieron enfocarse al sector de las joyas y la orfebrería.
Seguramente son los papelitos más conocidos del mundo y nacieron de un error. El doctor Spencer Silver, un científico de 3M, trabajaba investigando unos adhesivos que se pudieran utilizar en el campo de la aviación. Por el contrario, el resultado fue un pegamento débil que podía engancharse y desengancharse con uno solo dedo. En 1980, una década más tarde de este descubrimiento, Art Fry, compañero de Silver en el laboratorio y que cantaba en el coro de una iglesia, se cansó de que le cayeran los papelitos que insertaba en su cuaderno de partituras a modo de marcapáginas y recordó el invento de su compañero. Días después, ambos científicos empezaron a desarrollar los famosos Post-it.
Iniciar un proyecto a través de las redes
Alex Benlloch y Bruno Casanovas, ambos del 2000, se conocieron a través de las redes sociales. Tenían intereses comunes y decidieron hacer "alguna cosa grande". Desde las habitaciones de sus residencias de estudiantes y con una inversión inicial de 600 euros iniciaron su proyecto, Nude Project, que cinco años después ya factura 26 millones de euros. Bajo el lema "By artists, for artists" empezaron a vender artículos y siempre de la mano de las redes sociales, especialmente Instagram, que es donde encontraron desde los inicios a su público objetivo: la Generación Z.
Y del público más joven y sus prendas al emprendedor español por excelencia: Amancio Ortega. Sin haber acabado los estudios, decidió que ganar dinero era más importante que seguir estudiando y a los 14 años empezó a trabajar como repartidor en una camisería. Un tiempo más tarde empezó a confeccionar sus propios diseños hasta que, junto a su primera mujer, dio los primeros pasos en su aventura empresarial. Actualmente, la multinacional del textil cuenta con una decena de filiales, entre las cuales destacan Zara, Bershka y Pull and Bear.
Microsoft y la casualidad
Respecto a las empresas tecnológicas, Steve Jobs, por ejemplo, ideó Apple el año 1976 en el garaje de casa a sus padres (o eso dicen, ya que hay otras personas que aseguran que fue en la habitación de la casa familiar) y Mark Zuckerberg creó Facebook durante su época universitaria para poder chatear con sus compañeros de Harvard. Y, al igual que Post-it, el nacimiento de Microsoft también fue una casualidad. El año 1975, Bill Gates y un amigo suyo vieron un pequeño ordenador en una revista y se les ocurrió desarrollar un software para esta máquina. Fue entonces cuando Gates abandonó la universidad y se centró en cuerpo y alma en el desarrollo del negocio.