El Corte Inglés lleva inmerso en un proceso de adelgazamiento de su estructura durante los últimos años. Los ajustes de personal y la reducción del número de tiendas forman parte de un proceso de la compañía para ser más eficiente en costes, conseguir un modelo de negocio enfocado a no perder clientes y optimizar el segmento online en medio de una carrera entre las principales compañías de moda que operan en el país. Todo ello en un contexto económico complicado y con una situación financiera que, si bien está consiguiendo remontar, todavía se ve lastrada por la deuda.
El último plan de reordenación de su plantilla pacto con los sindicatos este lunes, que afecta a 2.100 empleados, confirma la salida de otras 630 personas a través de bajas incentivadas y la recolocación de otras 1.470 desde las oficinas administrativas a las tiendas, con el correspondiente cambio de funciones para los trabajadores. Se trata de una primera parte del plan de reestructuración que culminará a principios de 2025, según el plan estratégico de la compañía liderada por Marta Álvarez.
No obstante, si echamos la vista atrás, El Corte Inglés ha ido recortando el número de empleados de su plantilla desde antes incluso de la pandemia del coronavirus, cuando sufrió una grave crisis. Así se observa en sus informes anuales que reflejan todos aquellos aspectos no financieros de la compañía textil. De este modo, ya en 2019 cerró el ejercicio por debajo de los 90.000 trabajadores repartidos en los diferentes mercados en los que opera y con los que venía finalizando ejercicios anteriores. Una cifra que ha seguido bajando drásticamente en los siguientes años.
La reducción de plantilla, una constante en los últimos años
Según su último informe no financiero (2021), el número de trabajadores en plantilla de la empresa madrileña ha descendido hasta los 79.804, en comparación con los 85.243 con los que cerró el ejercicio 2019. En el caso de España, donde el grupo de grandes almacenes tiene el 93,6% de su plantilla, el número de trabajadores se ha reducido desde los 79.839 empleados hasta los 74.728 contabilizados en 2021. En total, la compañía ha recortado en algo más de 5.000 trabajadores su masa laboral en tan solo dos años y, a falta de información más actualizada, la tendencia a reducir costes por esta vía es clara.
El nuevo plan de reorganización y bajas incentivadas es un paso más en la estrategia de El Corte Inglés, pero no el último. El año marcado por la pandemia de la Covid-19 dejó al grupo textil con pérdidas históricas cercanas a los 3.000 millones de euros por el cierre de tiendas, al que obligó el confinamiento, así como a las provisiones y el deterioro de algunos de sus activos. Esto provocó el incremento de su ya elevada deuda a niveles prácticamente insostenibles.
Y es la deuda lo que más problemas ha estado generando a la compañía, en un sector cada vez más competitivo. Por ello, el acuerdo que consiguió cerrar el año pasado con el Grupo Mutua, vendiendo un 8% de su negocio y un 50% de su filial de seguros, le reportó una inyección de capital imprescindible para poder reducir su abultado pasivo. De este modo, consiguió desprenderse de algo más de 1.000 millones de euros de deuda con la operación. No obstante, la compañía todavía cuenta con unos 2.500 millones de euros a deber.
Acelera el cierre de establecimientos
En este sentido, además de recortar gastos por el lado del personal, su estrategia pasa por dar prioridad a las tiendas y los centros más importantes para el grupo, algo que se ha saldado con el cierre de numerosos establecimientos. En 2020, El Corte Inglés contaba con un total de 2.015 puntos de venta de todos sus negocios y filiales (retail, supermercados, seguros, etc), mientras que a cierre del año siguiente los establecimientos se vieron reducidos a un total de 1.984.
De las cifras reflejadas en su memoria anual, 14 cierres fueron de tiendas de Sfera, 9 de delegaciones de El Corte Inglés Viajes, 7 de oficinas de El Corte Inglés Empresas o 6 tiendas de BriCor. También redujo el número de grandes almacenes en seis y hasta quedarse con 81, mientras que en otros segmentos como seguros y supermercados sí que se expandió. En España, donde la cifra se sitúa en los 1.481 puntos de venta, la compañía de grandes almacenes ha estado llevando a cabo más cierres en los últimos meses.
Establecimientos como los de La Vaguada, Parquesur y Serrano 52, en Madrid, el situado en la Gran Vía de Bilbao, el de la calle Colón de Valencia, o el del centro comercial El Tiro, en Murcia, ya han sido cerrados por el grupo. Otros emblemáticos como el de Méndez Álvaro serán demolidos para construir edificios de oficinas, aunque en este caso el grupo se ha visto obligado a derruirlo por una sentencia judicial.
Pero, la tendencia que ha ido adoptando la compañía invita a pensar que en su plan estratégico caben más cierres de tiendas en los próximos meses. En resumen, El Corte Inglés acelera por recortar personal y establecimientos y reorganizar su estructura, en la carrera por no quedarse fuera de un mercado donde es esencial reducir los costes económicos ligados a la inflación.