Covestro entró en números rojos en 2022. Consecuencia: no abonará dividendos con cargo al pasado ejercicio, pese a que la política de retribución de la compañía concreta un reparto de entre el 35% y el 55% de los ingresos netos, con el fin de crear un vínculo más fuerte con la situación empresarial general de la empresa. La decisión se produce después que, con cargo a 2021, aprobara un dividendo récord de 3,40 euros por acción para el año completo, con una rentabilidad de dividendos del 6,3% basada en el precio de las acciones al final del año.
El grupo químico especializado en la fabricación de productos químicos de aislamiento térmico y plásticos de policarbonato ha comunicado este miércoles unas pérdidas de 272 millones de euros, frente al beneficio de 1.600 millones de 2021. La compañía atribuye los resultados, especialmente, al deterioro excepcional del valor de los activos no corrientes, que ascendió a 463 millones de euros, y a las pérdidas por el deterioro del valor de los activos por impuestos diferidos con origen en bases imponibles negativas, que ascendieron a 255 millones de euros.
La cotizada alemana, con sede en Leverkusen e intereses fabriles en España, ha explicado que 2022 estuvo marcado por varias crisis y que "este entorno se refleja en los resultados del ejercicio", según su consejero delegado, Markus Steilemann. En la misma línea, ha explicado que las condiciones económicas y geopolíticas continuarán siendo "desafiantes e inciertas" en 2023, por lo que ha evitado hacer previsiones para el actual ejercicio, aunque ha avanzado un resultado operativo (ebitda) de entre 100 y 150 millones, durante el primer trimestre.
A pesar de los volúmenes más bajos de ventas resultantes del contexto de recesión, las ventas de Covestro crecieron un 13% hasta alcanzar los 18.000 millones de euros (15.900 millones de euros en el año anterior), la cifra más alta registrada en la historia del grupo. Un factor clave en este sentido ha sido un considerable aumento del nivel de los precios de venta. Los altos precios de la energía y las materias primas, y la contracción de la demanda en el curso del año, afectaron al resultado operativo (Ebitda) del grupo, que cayó en el conjunto de 2022 casi a la mitad (un 47,6%) hasta los 1.600 millones de euros. La compañía ha puesto de manifiesto que con todo, en 2022, se logró un flujo de caja positivo 138 millones de euros, pero con una caída anual del 90,3%.
En el contexto de recesión, Covestro adoptó un conjunto de medidas paliativas. Por un lado, redujo el consumo de energía, recortó costes, y trabajó en el desarrollo adicional de sus productos, según informó en un comunicado. Por otro lado, en la vertiente financiera, reforzó su liquidez con diversas actuaciones, entre la cuales, la emisión por primera vez en octubre de 2022 de empréstitos de obligaciones que están vinculados a una calificación ESG (criterios medioambientales, sociales y de gobernanza) y que, impulsados por la sólida demanda, alcanzaron un volumen total de en torno a 650 millones de euros, asegura la firma.
Más capacidad de producción en Tarragona
Además, Covestro está optimizando sus capacidades de producción selectivamente para potenciar el crecimiento y ahí han entrado en juego los intereses del grupo en Catalunya, en concreto en Tarragona, donde ha puesto en marcha planta para la producción de cloro a escala global. Se trata de la primera planta de producción de cloro del mundo basada en la tecnología ODC (cátodo de oxígeno despolarizado), altamente innovadora y energéticamente eficiente, desarrollada por Covestro, en colaboración con la compañía alemana thyssenkruppnucera.
La nueva planta contribuirá de forma importante al objetivo de Covestro de ser operacionalmente neutra desde el punto de vista climático en 2035, porque evitará hasta 22.000 toneladas métricas de emisiones de CO₂ al año.